El final inevitable y correcto de 'Aída'

Casi diez años en Esperanza Sur, es tiempo más que suficiente para coger cariño al barrio en general y a cada habitante en particular. De todos modos, los que realmente permanecerán en nuestra memoria son los García, la familia que en un principio abanderaba Carmen Machi, metiéndose en la piel de la dicharachera Aída.

'Aída' no solo han sido Machi y su personaje, poco tiempo hizo falta para que los compañeros de reparto de la actriz se hicieran un importante hueco en el corazón de los espectadores. La comedia no hubiera sido lo mismo sin los timos de Mauricio, la extrema bondad de Chema, la mala hostia de Eugenia o lo tonto del Luisma. Más tarde llegó Soraya (Miren Ibarguren), tomando de alguna manera el relevo de la protagonista de la serie, poco a poco Ibarguren y los guionistas fueron creando un personaje con unos matices muy alocados, acorde con el espíritu de la serie.

En las últimas temporadas se ha echado de menos a la Lore, otro de los personajes que mejor han hecho frente al paso del tiempo. Ana Polvorosa ha crecido en 'Aída', y junto a ella lo han hecho David Castillo o Eduardo Casanova; más tarde también lo haría Sanseverina Lazar (Aidita). Sus respectivos personajes han seguido caminos dispares, pero todos ellos han mantenido la esencia de los inicios.

Es complicado cerrar diez largas temporadas, que han hecho de 'Aída' la comedia más longeva de la historia de nuestro país. No obstante, las risas han estado presentes en el capítulo final, aunque el drama también ha tenido un peso importante. La boda de Soraya y Chema ha sido un buen broche final para la serie, y se han superado con la improvisada boda de Luisma y Paz. Eso sí, en la última escena se echó de menos a Carmen Machi, ya que tanto ella como Toni o Lore estaban en el episodio final, podrían haber aprovechado y salir en el bar brindando junto a los que en su día fueron sus compañeros.

Pero los guionistas nos tenían preparada otra sorpresa para la escena de cierre, en la que vemos a Aidita hablando por teléfono con su novio. La adolescente, maleta en mano, huye de Esperanza Sur tras descubrir que está embarazada. Un guiño que refleja que la vida de los García no va a cambiar, el error que en su díacometiera Aída, y más tarde Soraya lo vuelve a repetir la benjamina de la familia.

No ha sido muy realista, ni tampoco necesario, el desenlace de Mauricio, que se va a Ecuador a abrir un bar junto a Machupichu y Macu. Desentona por completo con el perfil del hostelero más fascista de la televisión, ¿alguien se cree que Mauricio dejaría su tradicional tasca por irse a Sudámerica a emprender un negocio junto al camarero al que ha tratado como esclavo en los últimos años? No me convence.

Respecto a la trama de Paz y Luisma, he de decir que siempre que las tramas se han centrado en su relación sentimental me han aburrido soberanamente. Además, me dio pena que el futuro de Ainhoa se quedara en el aire, ha sido una buena chica y podrían haberla juntado con Simón. Más extremo ha sido, por ejemplo, lo de Barajas y Eugenia, aunque no deja de ser chistoso.

A partir de ahora nos quedamos huérfanos los domingos. Todo empezó en 1999, cuando Telecinco estrenó '7 Vidas', la mejor serie nacional hasta la fecha; luego continuó con 'Aída' hasta hace unas horas. La ficción ha tenido altibajos, pero si tuviera que hacer una valoración general diría que ha sido una serie que se ha hecho fuerte ante las adversidades, ha aguantado el tipo tras cada tropezón y siempre ha sido efectiva en lo que de verdad importa: haciendo reír.

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