'El Bosque' ('La Forêt'): Una búsqueda que no deja huella

No se ha oído hablar mucho acerca de la miniserie francesa ‘El Bosque’ (‘La Forêt’). La ficción se estrenó en 2017 y pasó desapercibida en España, hasta ahora. Netflix tiene sus derechos y algunos más hemos conseguido llegar a ella, y como se suele decir: “más vale tarde que nunca”.

El argumento del thriller no dista mucho de otros que hemos visto en los últimos años. La trama principal gira entorno al caso de unas adolescentes desaparecidas en circunstancias extrañas, en un pueblo presidido por un inmenso bosque, en el que hace unos cuantos años también se produjeron unos hechos misteriosos que podrían estar de alguna manera vinculados con las jóvenes.

Para seguir prescindiendo de originalidad, he de decir que la agente que lleva el caso es la madre de una de las chicas desaparecidas. Además, trabajará codo con codo con un nuevo inspector acostumbrado a tomar decisiones él solo. El periodo de adaptación de este experimentado policía, y el de su hija, chocarán con la angustia de la protagonista, que necesita saber si su hija está viva o muerta.

‘La Forêt’ tiene un poco de todos los thrillers que se han hecho hasta el momento, incluso me recuerda a ratos a ‘Néboa’, serie que RTVE ha estrenado recientemente. La estética es similar, puesto que el paisaje gris, la niebla y la humedad tienen mucho peso en cada plano, siendo a veces lo más interesante de la historia. Las decisiones de la jóvenes desaparecidas, y sus perfiles, se asemejan también a la inolvidable ‘Twin Peaks’, en la que los secretos de la desaparecida iban teniendo cada vez más relevancia, como en ‘El Bosque’, pero más soft.

Los secretos y el pasado de los protagonistas y secundarios van tomando fuerza, hasta convertirse en lo verdaderamente importante de la serie, y no tanto lo que ocurre con las chavalas. La profesora de las chicas, Ève Mendel, gana terreno a medida que avanzan los capítulos, hasta convertirse en la verdadera protagonista y la gran sorpresa de ‘El Bosque’, haciendo sombra a la propia policía que lleva el caso.

La miniserie está compuesta por seis episodios de 50 minutos, sin posibilidad de estirar el chicle, al menos a lo que al caso principal se refiere. Todo queda bien cerrado, con la única puerta abierta que nos hace cuestionarnos qué ocurrirá con los personajes tras el desenlace, principalmente la profesora.

A rasgos generales, no considero que ‘The Forest’ aporte un valor añadido a lo que se ha hecho hasta ahora en el género. Ni siquiera pienso que lo hiciera hace tres años, que probablemente había muchas menos series sobre desapariciones de adolescentes y agentes/familiares buscando entre los secretos del entorno de la víctima. Hay unas cuantas sorpresas positivas, que quizás no gocen de originalidad, pero entretienen y te meten en la trama, puede que más por la atmósfera que por el guion.

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