La segunda temporada de '
Masters of Sex' se ha adelantado al verano, ya son dos los episodios que Showtime ha estrenado de esta nueva tanda, y aunque el nivel parezca más bajo de lo acostumbrado, intuyo que se trata más bien de la
presentación de las nuevas tramas. Virginia Johnson y William Masters están siguiendo sus propios caminos en el ámbito profesional, aunque en lo
carnal estén más unidos que nunca.
Johnson continúa trabajando en el hospital en el que la pareja hizo sus primeras investigaciones oficiales, ahora la joven trabaja para la Doctora Lillian, una mujer recta y con carácter, aunque en estos momentos pasa por un mal momento debido a un cáncer que se le está extendiendo. Virginia pretende servir de apoyo, pero Lillian no se abre fácilmente, poniéndoselo difícil a nuestra aprendiz favorita. He de decir que Lizzy Caplan sigue bordándolo, es más, el reparto al completo hace un trabajo digno de mención, ninguno sobra.
Siguiendo con los protagonistas, Masters, al contrario que su discípula, ha preferido pasar página y alejarse del antiguo Hospital, para trabajar ahora en el centro del que es propietario el prometido de Betty DiMello (aquella prostituta que tan buenos momentos nos ha hecho pasar). Aunque no lo pretendan, para mí las escenas entre Masters y DiMello son las que más me divierten, además poco a poco irán descubriendo que tienen más cosas en común que en contra. Ambos se necesitan, ya veremos cómo termina esta peculiar relación.
Mientras que Masters sigue con su investigación alejado de Johnson, ella tiene que aguantar los desplantes y las burlas de sus compañeros por haber participado en el estudio de sexo abanderado por el Doctor Masters. No obstante, Virginia no se rinde, intenta seguir con el trabajo que dejó a medias, pese a no contar con el apoyo de prácticamente nadie, ya que todos los que se le acercan lo hacen por intereses sexuales, pensando que es una mujer fácil. Los caminos paralelos que van a explorar los protagonistas darán juego.
Parece que va a ser más importante aún la relación sentimental entre la pareja protagonista, viéndose a escondidas cada noche en un hotel alejado de sus quehaceres. En este caso, no me gusta el cariz que está tomando esta parte de la serie,
me gusta más cuando 'Masters of Sex' se centra en las curiosidades sobre el sexo y el desarrollo del estudio, además me parece muy precipitado y forzado el idilio entre Virginia y Will.
Por su parte, Libby, ajena a todo como de costumbre, está volcada en el cuidado de su bebé, para ello ha contratado a una niñera que tal vez nos descubra la otra cara de Libby, autoritaria y no tan happy flower. En cambio, Will no se corta ni un pelo a la hora de pasar del retoño, apenas le dedica tiempo, y Libby continúa sufriendo por dentro, sin exponer sus pensamientos ante su marido.
Me temo que la familia Scully va a menguar sus apariciones en '
Masters of Sex', es una verdadera pena, porque
la historia de Barton (Beau Bridges) y su afán por "superar" la homosexualidad es muy atrayente. Incluso las reacciones de su mujer deberían seguir presentes en esta temporada, aunque solo fuera por ver a Allison Janney en escena. Para grande, la pedazo escena que nos regalaron en el primer capítulo. En otra escala, la hija, Vivian, no ha superado su ruptura con Ethan, y se está acercando peligrosamente al mujeriego más cautivador del Hospital, el Doctor Langham, oficialmente separado
y libre.
Es pronto para hacer un balance de la temporada, pero los personajes siguen estando magníficamente dibujados, las escenas son lentas pero permiten que el espectador disfrute con ellas, y la duración es excesivamente larga para una serie de estas condiciones, aunque no parece que dure 60 minutos cada capítulo. '
Masters of Sex' no es un drama de sobresaltos, pero
necesita un giro, porque a los personajes ya los podemos dar por presentados.