'Devious Maids' vuelve en su línea, para bien y para mal

La tercera temporada de 'Devious Maids' ya ha empezado en Lifetime, y el patrón que está siguiendo en este comienzo es muy similar a los anteriores. Hay un asesinato envuelto en misterio, las cuatro protagonistas empiezan a hilar sus respectivos problemas y nos vamos acostumbrando a ese humor característico que se va afianzando en la serie.

Este año ha vuelto a aparecer en escena Taylor, la rubia inocente que fue jefa de Marisol en la primera temporada. Taylor regresa con Michael al vecindario, y junto a ellos está una niña de mirada inquietante. La adopción de la pequeña parece que no se ha ejecutado de manera legal; el matrimonio oculta algo más, porque el baño de sangre en el salón o la pierna que se encuentra la señora Powell en el jardín seguro que tiene mas de intención que de casualidad.

Evelyn y Adrian continúan aportando la nota de humor a 'Devious Maids', sus tramas suelen ser las más divertidas, y este año han empezado con muy bien pie o pierna. Los gustos bizarros de Adrian en el sexo escandalizan a su mujer, pero al menos ya ha salido de la crisis sexual en la que estaba inmerso, con una nula apetencia. Ver a este matrimonio carca protagonizar una trama al puro estilo '50 Sombras de Grey' no tendrá desperdicio.

Las chicas cada vez están mejor perfiladas, son personajes que han ido creciendo con el paso del tiempo, e incluso sus debilidades se han convertido poco a poco en fortalezas que sirven para diferenciar las características de cada una de ellas. Rosie sigue siendo para mi gusto la más insoportable, pero el hecho de haberla convertido en una caricatura de sí misma tiene su gracia, como en la trama de la casa hecha un desastre, vergonzoso a la par de tierno. Menos mal que entra en escena el padre de Miguelito, niño al que aborrezco, y así hará tambalear el feliz y recién estrenado matrimonio de los Westmore.

Marisol va por libre, siempre ha sido la más despegada del grupo, de hecho ella no se dedica directamente a la limpieza, pero para que tenga relación con el resto de amigas, este año los guionistas han hecho que Marisol monte un negocio en el que el objetivo es encontrar trabajo para criadas, un Infojobs de chachas. Estoy seguro de que Marisol se inmiscuirá de lleno en la trama de Taylor, y fijo que la rubia no esconde algo tan grave como aparenta, o como nos quieren hacer creer.

Zoila está embarazada y se va a casar, algo no muy común a su edad, y menos común es todavía esperar un hijo del difunto ex marido y hacer creer a su prometido que será de él. Javier no merece un palo como ese, ya veremos como se lo toma cuando descubra la verdad. Valentina y Remi parece que van a salir pronto de la serie, es todo un acierto porque suponen una carga argumental y un aburrimiento extremo. Lo que sí pido son más escenas de Genevieve, la sempiterna revelación de 'Devious Maids'.

Por último, Carmen anda algo perdida, sigue aportando el toque picante, pero realmente su situación es un auténtico drama. Se ha quedado sin trabajo, el chico con el que estaba es un estafador y su amiga hace lo posible para no meterla en su negocio porque no tiene confianza en ella. Una joyita. El idilio con el francés no creo que haya terminado todavía, Gilles Marini tiene que traer más líos a la vida de Carmen, personaje que más ha evolucionado.

Entre las novedades se incluye Naya Rivera ('Glee'), metida en la piel de Blanca, una avariciosa joven que parece angelical pero hasta el momento ya ha chantajeado a Taylor. Marc Cherry no introduce sus personajes al azar, así que Blanca puede que vaya sacando su verdadera personalidad con el tiempo. No obstante, lo más interesante de 'Devious Maids' no creo que sea el misterio de turno, sino la evolución de sus protagonistas y la eficacia con la que entretiene la serie, sin llegar a ser nada del otro mundo.

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