'Devious Maids': ni criadas, ni malvadas

Este sábado Telecinco estrena 'Criadas y Malvadas', conocida en Estados Unidos como 'Devios Maids'. La serie se presenta como una vuelta de tuerca de 'Mujeres Desesperadas', es más, ambos proyectos los firma la misma persona (Marc Cherry), y esta vez le acompaña en la producción Eva Longoria, una de las protagonistas de la extinta serie de ABC.

Lifetime concluyó la emisión de la primera temporada el pasado fin de semana, pero ya están preparando nuevos capítulos para el año que viene, porque la serie ha sido renovada por una segunda temporada, y no es para menos, ya que en su desenlace superó los tres millones de espectadores, superando su propio récord.

El que busque en 'Devious Maids' una serie profunda va a salir por patas tras la primera escena. Este drama con tintes cómicos (o viceversa) no pretende engañar a nadie, los personajes cumplen con todos los clichés que podríamos imaginar, como la trama de la chica pobre enamorada del niño rico, o la criada que se enrolla con su jefe sin que la mujer se entere. La única novedad es que está protagonizada por las chicas que limpian las casas, y no, como suele ser habitual, por las propietarias de las mismas.

De todos modos, es confuso ver como las sirvientas se revelan y cogen la sartén por el mango, creyéndose en su derecho de dar consejo a sus superiores o incluso llegar a hacerse íntimas de las señoras de la casa, ¿dónde se ha visto eso? En la ficción, por supuesto. Pero este surrealismo es necesario para crear situaciones divertidas, como los roles de la Señora Delatour y Zoila, en este caso es la criada la que hace temblar a la dueña del hogar, mostrándose autoritaria y borde. En la casa de los Delatour también entran en juego los hijos adolescentes de las mencionadas, y es aquí cuando otro tópico entra en escena, Valentina (hija de Zoila) también ayuda en la casa con las labores del hogar para así poder sacarse un dinerillo y costear sus estudios, pero todo se tuerce cuando Remi Delatour regresa y embelesa a la jovencita.

Después está Carmen, la cantante frustrada que trabaja para un conocido artista que puede abrirle las puertas de la fama, pero será a cambio de un precio que no está segura de pagar, aunque la ambición de la colombiana no conoce barreras, posicionándose como una de las más egoístas entre las protagonistas, pese a tener su corazoncito. Por otra parte, Rosie es la más inocente del grupo, recuerda levemente a Susan de 'Mujeres Desesperadas', adorable para un rato, pero cansina y tonta si la sigues durante más de un episodio, parece ser que el año que viene será la protagonista de la trama central.

Cherry se ha basado en 'Mujeres Desesperadas' a la hora de crear 'Devious Maids', no cabe duda, aunque el resultado sea más cutre y básico, pero hay algo que ha decidido calcar de la original, los crímenes que envuelven a las protagonistas cada temporada. Esta vez la víctima ha sido Flora Hernández, criada en la casa de los Powell (una pareja con mucho jugo, de lo mejor de la serie). El acontecimiento que lleva a la muerte a Flora da pequeños giros a lo largo de los 13 capítulos, pero siempre en un segundo plano, sin eclipsar a las verdaderas protagonistas.

Queda muy artificial la relación entre las cuatro protagonistas (cuatro y media si sumamos a Valentina), casi ni se ven en toda la temporada, pero en el episodio final forman una piña como si fueran incondicionales. Además montan todo el tinglado para apoyar a Marisol, quizás con la que menos relación tengan y quien las ha estado engañando durante todo este tiempo, por eso digo que no son tan 'malvadas', y por supuesto, de criadas también ejercen más bien poco.

El balance general es bueno, aunque mejorable. La resolución del caso es demasiado frenético y chapucero para mi gusto (¿qué pinta ahora Marisol en la serie?), pero tampoco esperaba más de 'Devious Maids', hecha para entretener, y ese es un objetivo que consigue con creces.

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