Desencajado con 'Kidding'

Jim Carrey se estrena como protagonista de una serie en Showtime. 'Kidding' es el proyecto en el que ha decidido participar la estrella de Hollywood, y esta vez ha decidido dejar a un lado la comedia por la que siempre se ha caracterizado, para protagonizar una historia más cruda que sigue teniendo el humor como telón de fondo.

Podemos catalogar 'Kidding' como una comedia dramática, pero no creo que lo sea. El drama supera a las risas en la primera temporada, compuesta por 10 capítulos de media hora de duración. Las tragedias no paran de suceder en la serie, y es que el personaje de Carrey, Jeff Piccirillo es un pobre desgraciado que se ha visto obligado a hacer reír durante toda su vida, empujado por su trabajo, el de actor para el público infantil.

Mr. Pickles, así le reconocen niños y mayores, ha acompañado a diferentes generaciones en su infancia, pero su forma de hacer humor cambia desde la muerte de uno de los hijos del actor. 'Kidding' nos muestra de una forma elegante los momentos clave que han llegado a Jeff a la situación actual, mostrándose sádico y desequilibrado en muchos momentos, bajo una máscara de apariencia pasiva, algo que no tiene nada que ver con el sufrimiento y el rencor que lleva dentro.

"Mr. Pickles" es un espacio para niños que se ve obligado a cambiar de rumbo para no quedarse anclado en el pasado. No deja de ser un negocio familiar, porque el productor ejecutivo del programa es el padre de Jeff, y en él también participa la hermana, Deirdre. Esta última se encarga de crear y arreglar las marionetas que usan en sus espectáculos, y las situaciones descabelladas que nos muestra la serie con estos muñecos son geniales, muchas veces relacionadas con el sexo.

Deirdre está pasando por un mal momento en su matrimonio, con la posibilidad de divorciarse encima de la mesa, algo de lo que no quiere oír hablar su hija. La niña está obsesionada con la hipotética separación de sus padres, y es que todo empezó porque vio a su propio padre masturbándose con un hombre en el jardín de casa. Deirdre no quiere vivir una mentira y decide cambiar el rumbo de su vida sentimental, aunque juega en su contra la insistencia de la hija y la negación del marido.

Volviendo a Jeff, a la pérdida de uno de los gemelos se le suma la separación. Judy es la ex del actor, y tras la muerte del pequeño Phil, ella ha rehecho su vida con Peter en la casa que compartía con su familia ahora rota. Phil tenía un hermano gemelo, Will, y su actitud también ha cambiado desde la muerte de su hermano. Will es mucho más rebelde, busca llamar la atención de sus padres, principalmente la de Jeff, al que le viene demasiado grande todo lo que está ocurriendo en poco tiempo en su entorno familiar. No lo puede asimilar.

De hecho, Jeff termina comprando la casa contigua a la de su mujer, donde vive con su actual pareja y con Will. Lo ha hecho en secreto, aunque es algo que acaban descubriendo, y de lo que Jeff se arrepiente. Sin embargo, después de mostrar arrepentimiento y falso orgullo por lo bien que le va a su mujer con Peter, el protagonista no tarda en atropellar al que para él sería "un buen padre para Will". Este es el último impacto de la primera temporada de 'Kidding', totalmente inesperado. Este suceso deja claro el trastorno que sufre Jeff, incapaz de seguir adelante y movido por impulsos.

Jim Carrey demuestra que maneja diversos registros, en todos destaca, aunque me quedo con ese lado oscuro de Jeff, que es el que más me mueve a seguir viendo 'Kidding'. Mención especial para el debutante Cole Allen, el adolescente que se mete en la piel de Will y Phill, lo hace genial, es un chaval con carisma. Justin Kirk también aparece haciendo de Peter, no sabemos si regresará en la confirmada segunda temporada, pero a veces daba la sensación de que estábamos viendo la continuación de su personaje en 'Weeds', un poco más moderado. En definitiva, me han gustado estas historias escalofriantes mezcladas con marionetas, un drama obligado a usar el recurso de la comedia.

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