Puede que llegue tarde, pero recientemente descubrí gracias a Netflix
‘Derry Girls’, una comedia protagonizada por adolescentes de Irlanda del Norte, ambientada en los años 90, época en la que el terrorismo del IRA estaba en su punto más álgido. La serie no deja de ser una sátira de la sociedad de aquella época, desde el prisma de un grupo de amigas que narran sus peripecias en el instituto.
Los personajes histriónicos de ‘Derry Girls’ recuerdan a otras comedias británicas, personalmente me viene a la cabeza la versión original de ‘Shameless’. El grupo de protagonistas está liderado por Erin Quinn, una joven idealista que odia Londonderry, lugar en el que vive, y sueña con salir de allí a lo grande. La ambición de esta chica soñadora choca con la perspectiva que tiene de la vida su entorno, mucho más conformista y tradicional.
La familia de Erin no es muy común, vive con sus padres y su abuelo, y comparte habitación con su prima Orla, que parece que está colocada las 24 horas del día. El abuelo de las muchachas odia a su yerno, y no deja pasar cada ocasión para meterse con él o dejarle en ridículo, la verdad es que el padre de Erin sufre bullying por parte de toda la familia, incluida su mujer. Lo que conocemos vulgarmente como un “calzonazos”.
En el entorno estudiantil, Erin hace buenas migas con Clare, una adolescente insegura que va avanzando a medida que pasan los pocos capítulos que componen la primera temporada (seis). Clare es mi preferida, junto a James, el único chico de la cuadrilla que es ninguneado y menospreciado, pero no por ser un hombre, sino porque es inglés. Todas se apresuran a confirmar que es gay, aunque él lo niegue, y lo demuestre enrollándose con alguna que otra chica. Las referencias a su acento y a lo “flojos” que son los ingleses para estas chicas de Irlanda del Norte son brillantes.
También me gusta Michelle, la última del grupo de amigas, prima de James, de hecho ella es quién presenta al chico al resto de la cuadrilla. Es la más directa, sin pelos en la lengua y con un carácter que da miedo. Michelle es barriobajera, y prácticamente se pasa el día pensando solo en ella y en su beneficio propio, aunque para ello tenga que movilizar y manipular a sus amigas. Su personalidad choca con las maestras del colegio católico en el que estudian las protagonistas, dónde inculcan unos valores que no van con ellas, o al menos eso demuestran.
Los personajes secundarios también son maravillosos en ‘Derry Girls’, desde las compañeras de instituto a las que no soportan las protagonistas, hasta las monjas que hacen las veces de profesoras. La segunda temporada ya se ha emitido en Channel 4, pero todavía no ha llegado a España. Es más, la primera temporada que está disponible en Netflix no está doblada, aunque no lo veo como algo negativo, ‘Derry Girls’ perdería mucho con doblaje, la esencia de la comedia está en las expresiones y en el acento cerrado de nuestras chicas.