La primera temporada de '
True Blood' fue toda una revelación, esa forma de tratar las tramas vampíricas y de introducir
personajes extraños envueltos en rarezas sacudió la televisión siete años atrás. Las primeras etapas de la serie se supieron sostener con dignidad, dentro de un marco bizarro, pero al menos sirvió para reconocer a la serie y así labrarse un sello propio.
Ahora estamos en la recta final, y los primeros capítulos de la séptima temporada no hacen más que recordarnos lo mucho que ha empeorado la serie. Los últimos fichajes no han estado a la altura, y las historias que se mezclan hoy en Bon Temps están lejos de sorprendernos. Ni siquiera una masacre de algunos de los personajes más emblemáticos va a hacer que me reconcilie con la ficción, ni yo ni muchos otros seguidores que empezaron a notar el agotamiento de la serie hace años.
(A partir de aquí hay spoilers del capítulo 7x03)
Sookie está perdida, pero eso no es algo nuevo, la pavisosa oficial de la televisión parecía tener claro que su relación con Alcide iba a ser definitiva, eso nos intentó colar en el final de la anterior temporada. Pero como es lógico, ni ella misma se lo cree, y para hacérselo más fácil, los guionistas han decidido quitarse del medio al hombre lobo, y así dejar vía libre a la pareja original, Sookie y Bill.
Bill ya es buenísimo, y eso hace que Sookie vuelva a sentirse atraída por él, no hay más que ver la conversación que tiene con el vampiro en el coche. Además, ahora los dos estarán unidos por una batalla en común, parar los pies a los rebeldes que se han levantado contra todo lo raruno de Bon Temps. Hasta ahora se han deshecho de dos rostros importantes, Tara y Alcide, a ninguno echaremos de menos en la recta final.
Eric, por su parte, está a miles kilómetros de Bon Temps, su fiel discípula, Pam, le ha encontrado enfermo, rebuscando en el pasado.
Gracias a los flashback vamos a conocer más del origen de la sangre sintética para vampiros (la conocida Tru Blood), y de paso nos adentraremos en el pasado de Eric, Pam y una desconocida Sylvie. En esta historia aparece Flanagan, nuevo malvado que seguro tendrá mucho que decir esta última temporada,
La Autoridad regresa a 'True Blood', esperemos que no se les vaya de las manos esta vez.
Flanagan también atormenta a algunos personajes de la serie en la época actual, en esta ocasión la víctima es Sarah Newlin, que la buscan desesperadamente para terminar lo que Jason no fue capaz de acabar. Y es que por muy lanzado que se le vea, Jason tiene el corazón blandito, no como su nueva novia, Violet, que no dudó un instante en deshacerse de la impertinente madre de Hoyt, seguro que Jessica lo ha agradecido, sobre todo después de esa bala ¿mortal?
Respecto a las tramas secundarias, o de tercera, por un lado tenemos a un Lafayette dejado de la mano de Dios desde que muriera Jesús. Su nuevo reto se llama James, el ligue de Jessica, que se siente ignorado por la joven vampiresa, ¿encontrará consuelo en los brazos del mejor cocinero del pueblo? Por otra parte, Arlene sigue secuestrada en el sótano del antro que regentan los vampiros, mientras que su amiga Holly ha sido liberada con el único objetivo de atraer al resto de la pandilla. Inverosímil.
De lo que no se despega '
True Blood' es del ímpetu que pone a la hora de
enseñar culos, abdominales y tetas, a eso sí que siguen siendo fieles los responsables de la serie, todo lo demás no importa. Tal vez, a estas alturas, el único final digno posible sea que cada uno de los protagonistas vayan muriendo uno a uno
y desnudos a lo largo de los siete episodios restantes.