'Dark': un piloto que mezcla drama, thriller y ciencia ficción

Netflix ha vuelto a dar en la diana, el piloto de 'Dark' consigue enganchar desde el primer minuto, donde ya aparecen los primeros interrogantes. Hablan del presente, pasado y futuro como si no fuera una línea temporal tal y como la conocemos, vamos, que ponen sobre la mesa los saltos en el tiempo. Además, hacen referencia a ello en varias ocasiones, subrayando que no importa el cómo, sino el cuándo.

El primer episodio sirve como presentación de los personajes, que no son pocos. Pero si prestas atención consigues no perderte. Al fin y al cabo todos ellos están conectados, representan a cuatro familias, cada una con sus problemas y secretos. Ulrich es el protagonista de 'Dark', un padre de familia con tres hijos, aunque queda claro desde los primeros minutos que lo suyo no es la fidelidad. Ulrich está liado con otra mujer, una viuda que meses atrás perdió a su marido, se ahorcó, de hecho lo hace en la primera escena.

Hay algo que me recuerda a 'Stranger Things', principalmente el grupito de adolescentes que se reúne en lo más profundo del bosque, donde empieza todo, y donde precisamente acaba el piloto. Este grupo de chavales, entre los que se encuentran los tres hijos del protagonista, y también el hijo de su amante, se adentran entre los árboles, hasta que llegan a una cueva, donde tienen escondido un alijo de hierba que ya se ha adelantado una compañera del instituto en custodiar.

Jóvenes, marihuana, aventura y lo que faltaba, una desaparición. Algo extraño empieza a ocurrir en esa cueva a la que se aproximan, y la ciencia ficción sale a relucir. Esta muy bien llevado cada detalle, las linternas se empiezan a encender y apagar, los jóvenes se ponen a correr, y en el camino se dejan al hijo pequeño de Ulrich.

Todo se complica si tenemos en cuenta que no es el único niño desaparecido en extrañas circunstancias en los últimos meses, la policía también está inmersa en la búsqueda de un tal Eric. Sus padres ya están desesperados, y mientras que los agentes no pueden hacer nada más, los familiares de Eric se niegan a tirar la toalla, y cagan contra los polis, aunque tal vez los padres también tengan algo que ocultar.

El piloto muestra más de lo que puede parecer. Intercalan las escenas más corrientes, con imágenes en las que vemos al joven Eric atrapado en una habitación que parece salida otra época. Una televisión antigua, videoclips de los 80, una decoración desfasada, y la clave de todo, una silla que diría que te transporta en el tiempo. A esto se le suma la aparición de una señora relacionada con la familia de la amante de Ulrich, ella posee una caja con un sobre que no debe abrir hasta pasadas las 22:13 horas.

Todo es muy extraño, pero las piezas van encajando a medida que pasa el primer episodio, aunque como viene siendo habitual, otras incógnitas aparecen en nuestras cabezas. La serie debe alargarse como mínimo 10 episodios, que son los que componen la primera, y hasta ahora única, temporada. Por eso no podemos esperar que todo esté masticado en los primeros 50 minutos de la serie.

Este primer contacto no termina con la desaparición del pequeño Mikel, sino con el descubrimiento de un cuerpo en lo profundo de ese mismo bosque. Todo apunta a que corresponde al hermano de Ulrich, desaparecido cuando era un niño, pero que le han devuelto tal y como se esfumó, con su colorido walkman incluido. Quiero saber lo que pasa en ese extraño, y aparentemente tranquilo, pueblo.

La atmósfera de 'Dark' es especial, te atrapa desde el primer momento, y te lleva a un lugar tenebroso, y a su vez cálido. En esta zona boscosa de Alemania vamos a pasar frío y terror, ya tienen los ingredientes para que esto funcione, y pasaremos la última parte del otoño pegados a la manta y sin pestañear frente a la televisión. La primera producción alemana para Netflix promete, y mucho.

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