Esta semana se ha estrenado la esperada serie de Canal +, la primera de la cadena de Prisa TV.
'Crematorio' tiene todo lo que se le puede pedir a una serie en cuanto a calidad y éxito: actores de renombre (con Pepe Sancho a la cabeza) ; una trama atemporal y de interés; una factura y una fotografía no muy habitual (por desgracia) en el panorama español; y una cabecera de impacto.
De todas formas, algo falla en 'Crematorio' para que el capítulo piloto no me haya terminado de convencer, me ha dejado frío, y no me ha sorprendido como esperaba. Quizás la culpa sea de las críticas que tan bien ponían a la serie de Canal +, a veces crean demasiadas expectativas, y eso no siempre es positivo.
Como si de una serie se tratara voy a adentrarme en la critica comentando la cabecera de '
Crematorio'. Desde el primer segundo recuerda inevitablemente al comienzo de 'True Blood'; esas imágenes intercaladas de desastres y derrumbes son similares a las que usan en la serie de vampíros, aunque en este último caso abusan más de la sangre o el
gore, lógicamente.
Respecto a la narración de la historia en la que se centra el serial, he de decir que la trama está muy bien estructurada, y los saltos en el tiempo le da de ritmo, y a su vez, hace que los espectadores entendamos algo más a los personajes. Los flashbacks son un acierto, ya que es interesante ver en imágenes el origen de los problemas, y conocer el papel que adoptó cada personaje en su momento.
Aun así, no creo que el ritmo general con el que desarrollan la historia sea el adecuado, para ser un capítulo piloto sorprende más bien poco y aburre en varias ocasiones, haciendo que se pierda el hilo de la serie. Está claro que el eje de 'Crematorio' no es la acción, las escenas se empapan (demasiado para mi gusto) de diálogos y sentimientos que a nada que se desvíen del tema principal hacen que desconectes hasta la siguiente escena.
Tanto los actores principales como los secundarios hacen una gran labor, Pepe Sancho nunca ha sido santo de mi devoción, pero gracias a este papel hace que le valore algo más, pero sin excesos. En cambio, Alicia Borrachero me parece extraordinaria, quizás algo encasillada en el rol de borde y antipática, pero como lo hace perfectamente y consigue caer bien incluso siendo cortante no hay de qué quejarse.
En un segundo plano aparece una de las actrices revelación del último año, Aura Garrido está hasta en la sopa y a mi no me molesta. La protagonista de la nueva serie de Telecinco es más diablo que ángel en 'Crematorio', con un personaje que poco tiene que ver con Valeria de 'Ángel o Demonio'. Por otra parte, Jorge Suquet también tiene un pequeño papel en éste proyecto, el joven actor interpreta a un personaje bastante diferente al que hace en la serie en la que actúa junto a Garrido.
A rasgos generales, la familia Bartomeu está llena de intrigas y problemas, y por lo poco que sabemos sobre ellos, me aventuraría a decir que la base de todo es la desconfianza que existe entre unos y otros: la joven sudaméricana que sale con Rubén Bartomeu (José Sancho), la hija que "estudia" en Londres, el padre moviendo hilos institucionales... En definitiva, hay mucha tela que cortar, pero el planteamiento no está siendo el correcto, ya que nos ofrecen cada uno de sus dilemas de un modo tedioso.
Por último, es reseñable la duración del primer episodio, porque se agradece que una serie española apueste por algo nuevo, y no simplemente en referencia al guión, sino también en el formato. En este caso, 48 minutos semanales bastan para seguir el programa, y no como tantas otras series españolas hacen, que alargan cada capítulo hasta los 80 ó 90 minutos en muchas ocasiones. En general, quizás 'Crematorio' necesite algo más de tiempo para enganchar, pero hay que tener en cuenta que simplemente tienen previsto emitir 8 episodios, dato también interesante y destacado viniendo de la industria televisiva española.