Hulu ha emitido este verano la primera temporada de '
Castle Rock', serie
creada por dos populares directores de cine y televisión, Stephen King y J.J. Abrams. El hype estaba asegurado, porque además prometían muchas referencias a prácticamente todas las obras de King, y en ese sentido no han decepcionado, porque la serie de ciencia ficción tiene un sinfín de menciones directas e indirectas a otros trabajos del director.
No obstante, el guion no ha corrido a cargo de Stephen King, pero el misterio que se alarga durante 10 capítulos tiene el sello de King y Abrams, que han dejado plasmadas claramente sus respectivas huellas. Es una lástima que los nueve capítulos posteriores al piloto estropeen de manera clara la atmósfera creada en el piloto. La primera hora de la serie es interesante, con personajes muy bien definidos y una historia de terror que promete buenos momentos, con la intriga latente.
A partir del segundo episodio, ‘Castle Rock’ se desinfla. El personaje de Bill Skarsgård se va tornando inverosímil, algo que parece imposible en el piloto. La ficción se pierde en personajes insulsos, como la dueña de la inmobiliaria o su compañera Jackie. Grandes como Terry O’Quinn o Frances Conroy apenas regresan tras el piloto, a excepción de unas pinceladas del actor de ‘Perdidos’ en el tramo final, para esclarecer la historia, algo en lo que aciertan.
‘Castle Rock’ tiene un cierre digno, después de marear la perdiz logran finiquitar el asunto con la cabeza alta, aunque podrían haber contado esta historia en un par de horas, quitando la paja que hay en el soporífero nudo de la serie. Ni siquiera el protagonista, Henry Deaver (André Holland), tiene el imán necesario para atrapar a los espectadores y querer saber más sobre su pasado, su origen o el suceso que le llevó a estar solo en medio de una helada cuando tenía ocho años.
Me quedo con los primeros episodios en la prisión de Shawshank (otro guiño a la librería de Stephen King). Después todo se complica, con enredos innecesarios que no llevan a nada. Por ejemplo, el capítulo centrado en Ruth (Sissy Spacek), madre adoptiva de Henry, se hace tedioso, demasiado largo para contar que la mujer sufre alzheimer. Puede que de alguna manera sea ingeniosa la técnica al mostrar sus recuerdos del pasado mezclados con los del presente, lo más original de la serie que queda ensombrecido por lo aburrido del capítulo.
La ficción de Hulu tendrá segunda temporada, pero contará una historia diferente a la de la primera tanda. De esta forma, King y Abrams volverán a unir recursos para esta serie convertida en antología. Ambos lumbreras tienen un hándicap importante, y es que sus trabajos en televisión suelen desvariar mucho, poniendo toda la carne en el asador en los ambiciosos pilotos, y perdiendo fuelle de manera importante en los capítulos posteriores. Mientras que King termina mostrando su faceta más freak con monstruos y otros desvaríos, a Abrams le encanta alargar las incógnitas, crear nuevos interrogantes y hacer que el espectador se pierda en ellos, y si eso que saquemos nosotros mismos las conclusiones.