(Contiene spoilers hasta el capítulo 4x02)
La cruda realidad de la familia Gallagher continua su camino en Showtime, recientemente se ha estrenado la cuarta temporada, que por lo que han mostrado hasta el momento parece que no se va a despegar de su marcada línea. Las miserias más tristes seguirán transformándose en momentos cómicos que se agradecen en los tiempos que corren.
En esta ocasión, Fiona desconoce el paradero de Steve,
está bien que el ex novio de la protagonista no vaya a volver, de momento, a '
Shameless'. Las tramas paralelas de este personaje se alejaban bastante del universo Gallagher en las últimas temporadas, y la decisión de desmarcarse de la ficción no podría haber sido más acertada. Lástima que hayan encontrado pronto un sustituto para el hueco dejado por Steve/Jimmy, ahora es Mike, el jefe de Fiona el que ocupa el corazón de la joven, aunque su relación no termina de afianzarse, la desconfianza de él y el recuerdo que en ella queda de Steve no permiten que la pareja avance.
Además Fiona tiene otros fantasmas que deambulan en su vida, aunque le gustaría tenerlos alejados de ella, principalmente a su padre. Frank está enfermo, pero después de tantos engaños y mentiras sus hijos le dan la espalda sin pensárselo dos veces, siendo Carl el único que apoya a su padre, cuidándole y escuchando sus dudosos consejos sobre la pubertad del chico. La búsqueda de un riñón sano va a tener a Carl ocupado unos cuantos capítulos, tarea complicada, pero seguro que da con la clave para hacerse con uno.
Lip está algo más flojo que sus hermanos, la Universidad no ha sentado nada bien al personaje. Intenta despegarse de la lacra de su familia, trabajando mientras se saca la carrera, con tiempo para ligar con quien no debe. En eso se parece a su hermana pequeña, Debbie, la niña empieza a pensar en el sexo, o al menos eso quiere hacer ver a sus nuevas amigas, unas adolescentes algo pasadas de rosca que no están haciendo ningún favor a la adorable Debbie. Los problemas en los que se va a poder meter la preadolescente van a traer cola y pueden terminar poniendo el punto dramático a la comedia negra.
Mientras tanto, Veronica y Kev siguen siendo el punto discordante de los Gallagher, un oasis de desahogo para los espectadores. Los Ball no han sufrido hasta el momento ningún tipo de crisis económica, a partir de ahora tendrán que gestionar mejor sus gastos. Además, sus ganas de tener un retoño se han visto menguadas al enterarse de que van a tener que cuidar de cuatro hijos, trillizos por parte de V y otro más que se está gestando en el útero de la madre. Una historia tan surrealista como tronchante.
Por otra parte, se echa de menos a Ian, que pronto volverá para liar más la manta y dar una alegría a Mickey, aunque éste no lo quiera reconocer y solo se acuerde del soldado en la soledad del cuarto de baño. Sheila también anda floja en este comienzo de temporada, un personaje como este no puede andar perdido, espero que guarden algo grande para la ex de Frank.
La cuarta etapa de '
Shameless' mantiene el nivel de las anteriores temporadas, aunque
la familia está algo más desperdigada y las tramas corales han quedado en el olvido. Todavía tenemos 10 episodios por delante, en ellos habrá tiempo de conocer la evolución de Frank y su enfermedad; el papel de Mike en la vida de Fiona; el futuro incierto de los Ball; o cualquier otra trama que hará las delicias de los seguidores más fieles, que quizás no hagamos mucho ruido, pero no faltamos a nuestra cita.