'Californication' T4: la comedia sexual

Los que somos fieles a la versión doblada de 'Californication' que Fox nos ha ofrecido hasta hace escasos días, hemos podido seguir los nuevos escarceos de Hank Moody y su peculiar grupo de amigos o allegados. La cuarta temporada de la serie de Showtime se ha centrado en el juicio del que Hank ha sido protagonista por abusar de una menor, la genialísima Mia, que ha estado ausente también este último año.

Madeline Zima ha aparecido en contadas ocasiones a lo largo de la cuarta temporada, pero su presencia siempre llena la pantalla. Mia es uno de los personajes más descarados y atractivos de la televisión, la única fémina que ha podido dirigir a Hank a su gusto (y a su travieso pene). Esta vez Moody se ha visto metido en un lío muy serio, la joven extrovertida acusó al escritor de abusar de ella, a raíz del primer encuentro encontronazo que tuvieron en el capítulo piloto de la serie, algo que queda muy lejano. Aun así, ha sido todo un acierto recuperar esa historia, y el episodio del juicio final con los flashbacks también es fantástico.

Pero no solo Mia Gross es importante en 'Californication', los inseparables amigos de Hank siguen dando qué hablar. Marci y Charlie han estado más distanciados que nunca, su matrimonio hace aguas desde las temporadas pasadas y la decisión de seguir cada uno su camino ha sido muy interesantes. Sus aventuras sexuales con otras personas dan mucho juego, pero el clímax de esa separación llega en el capítulo final, en la fabulosa escena de la cena en la que Marci reconoce que el obseso sexual Runkle es el padre del hijo que espera, o cuando el mismo Charlie acepta que sigue enamorado de la vulgar Marci.

En la escena mencionada, la que podríamos denominar como 'la última cena', la tensión se puede cortar con un cuchillo. No solo salen a la luz los líos entre Marci y Charlie, Karen y Hank también ponen de su parte para hacer que la velada no sea en ningún momento aburrida. En esa escena demuestran que entre ellos existe un feeling que nada podrá romper, por mucho Lenny Kravitz que se interponga de por medio. Esa complicidad que se respira entre la pareja protagonista se logra, en parte, gracias a Duchovy y McElhone, actores con escaso reconocimiento entre la crítica.

Si pensábamos que no podría haber un personaje más adicto al sexo, morboso y rozando lo asqueroso que Charlie o Hank, estábamos completamente equivocados, ya que Rob Lowe nos ha sorprendido a todos con la irrupción de su nuevo personaje, Eddie Nero. Nadie más apropiado que el cachondo actor para interpretar a Moody en la película biográfica que rodarán sobre él, basada, como no, en su novela, esa que en un principio robó Mia y que tantos quebraderos de cabeza ha dado al escritor. Lowe asalta así en el elenco de 'Californication', aunque hasta ahora su presencia ha sido eventual, esperamos que se convierta en algo más estable en la próxima temporada.

La última tanda de episodios de la ficción de Showtime ha estado repleta de novedades, sobre todo a lo que personajes se refiere, pero hay una chica a la que Hank siempre es fiel, esa es su hija Becca, cada año más rebelde. La pequeña Moody apoya incondicionalmente a su padre, pero en la última entrega de 'Californication' Becca se ha sentido más defraudada que nunca con la actitud de Hank, principalmente por haber ocultado durante años la relación que tuvo con su ex-hermanastra, Mia. A partir de ahora Becca podría empezar a dar juego con innumerables ligues, al puro estilo Hank Moody.

El 8 de enero Showtime estrena la quinta temporada de 'Californication', y el punto de partida será la libertad vigilada a la que Moody tiene que hacer frente durante sus tres próximos años. De todas formas, en mi humilde opinión la serie ya no puede dar más de sí, podemos seguir recreándonos en sus conversaciones sin tapujos sobre el sexo o en sus escenas sin tabúes (aunque los genitales femeninos siempre los sirven en bandeja mucho más fácil que los masculinos, aunque ese es otro debate), pero a rasgos generales creo que la serie de David Duchovny debería finalizar en su quinta temporada, y como no podría ser de otra manera, con un desenlace por todo lo alto, con Hank, Karen y Becca felices y comiendo perdices.

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