Buenos personajes y tintes sobrenaturales en lo último de 'American Horror Story'

Briarcliff se ha diluido, ya ha pasado a la historia esa ansiedad por saber qué sucederá la semana siguiente entre las paredes de esa Institución Mental. Aunque la historia de la segunda temporada de 'American Horror Story' no se desarrolló solamente en este peculiar 'Asylum', también hemos conocido relatos y personajes fuera de este recinto, pero tarde o temprano terminaran involucrados con el manicomio de Ryan Murphy.

Bajo mi punto de vista, Murphy se ha superado este año, la intriga se ha alargado durante más capítulos que con la anterior temporada, en la que todos morían y resucitaban sin ton ni son. En este 'Asylum' los hechos han sido mucho más crudos y había varios frentes abiertos a lo largo de esta segunda edición, aunque en el episodio final demostraron que solo uno les interesaba, la trama principal, la de Briarcliff.

Ha sido un error omitir el resto de historias que nos han acompañado durante trece agonizantes semanas. El demonio metido en el cuerpo de la angelical monja, Mary Eunice, desapareció junto al maléfico Doctor Arden, y haciendo honor al apellido del médico, ambos ardieron en el horno. Es una manera ridícula de acabar con la demoniaca monja, con todo el juego que dio a lo largo de la temporada y se la cargan así.

Algo parecido ha ocurrido con los extraterrestres que han aparecido en segundo plano a lo largo de estos 13 episodios, parecía que la trama cogería fuerza, pero se quedó en un mero detalle que sirvió para descolocar más si cabe al espectador, y gratuitamente, que eso es lo que más cabrea a los puristas (entre los que seguramente me encuentro). Tampoco sabemos qué pintaban los bichos raros que se paseaban entre los matorrales que rodean Briarcliff. Suma y sigue.

No obstante, la clave ha estado nuevamente en los personajes, y en ese aspecto 'American Horror Story' ha sabido dar lo mejor de sí misma. Con Lana Winters (gran trabajo de Sarah Paulson) a la cabeza, el reparto ha estado mejor cuidado que en la anterior edición, con personajes más definidos y con un toque original que hacía que cada uno de ellos destacara a su manera. En un principio fue nuevamente Jessica Lange la que se comió a todos con patatas, pero la Hermana Jude fue cediendo terreno a otros personajes que también tenían mucho que aportar, incluso recurrentes de la talla de Pepper o la ninfómana Shelley tuvieron sus momentos de gloria.

La evolución de Jude es con una de las cosas que me quedo de esta obra, la monja empezó siendo autoritaria y dañina, hasta que la situación dio un giro de 180 grados y fue ella quién terminó encerrada en Briarcliff probando de su propia medicina (nunca mejor dicho). Los buenos corazones de Lana y Kit hicieron lo posible para salvar a Jude de aquel angustioso lugar, pero ya era tarde.

El drama de Kit ha sido el más enrevesado, los extraterrestres han tenido influencia en su historia desde el primer momento, pero Ryan Murphy ha preferido dejar un final abierto para variar a esta trama, dejándonos igual que al principio, con Kit, sus amantes y sus hijos apareciendo y desapareciendo como por arte de magia. Un poco cutre, si al menos se hubiera esmerado en inventar alguna salida estaría perdonado.

Bloody Face ha sido el eje de esta temporada de 'American Horror Story', saber quién se escondía tras la máscara nos ha costado unos cuantos capítulos, pero fue interesante hacer conjeturas al respecto. Finalmente Johnny Thredson es en la actualidad la persona que sigue con el juego de su propio padre (el Doctor Oliver Thredson), Johnny ha vivido obsesionado con la figura paterna y ha crecido con un odio profundo hacia su madre, Lana. En el desenlace ponen fin de una manera cerrada a todo este entramado familiar, es genial el momento en el que Winters dispara a su hijo, sediento de venganza y con ganas de seguir la estela de su temido padre.

'American Horror Story' ha superado mis expectativas este año, por lo que ahora solo queda esperar a que estrenen el próximo curso la tercera entrega de esta serie tan transgresora. Es un acierto que vuelvan a contar con el trío protagonista (Lange, Paulson y Evan Peters), también me gustaría que en ella participaran otros actores como Lily Rabe o Frances Conroy, pero eso ya lo iremos descubriendo a medida que se acerque la fecha. Ahora sigamos degustando el buen sabor de boca que nos ha dejado el tétrico 'Asylum'.

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