'Borgen': La serie que devuelve la fe en la política

'Borgen' es una de las series europeas que mejores críticas ha cosechado en la historia. La ficción nórdica cuenta con el respaldo de gran parte de la crítica y del público, pero no solo viven del nordic noir, el drama político es otro género en el que los escandinavos se desenvuelven de una manera ejemplar. Tenemos reciente el éxito de 'The Minister' en la televisión islandesa (disponible en AMC) o 'Frikjent' (traducida como 'Absuelto' en la parrilla de Movistar+), que llegó de Noruega hace ya más de 5 años.

'Borgen' no es una serie nueva, el drama se estrenó en el año 2010 en Dinamarca y se ha extendido por todo el mundo, conquistando allá por donde se ha emitido esta joya protagonizada por la sublime Sidse Babett Knudsen, que da vida a uno de los personajes más brillantes y cautivadores de la pequeña pantalla, Birgitte Nyborg, la presidenta que todos queremos. La serie aguantó 3 temporadas en parrilla y supo irse en su momento más álgido, con la cabeza alta, sin dar pie a que sus protagonistas ni sus tramas flojeen.

Netflix ha rescatado este drama político ejemplar en todos los sentidos, tanto en el campo técnico, como en las interpretaciones o en la elegancia con la que tratan temas políticos que siguen de actualidad a pesar de haberse despedido en el año 2013. Nyborg siempre se encuentra en tesituras complicadas, obligada a negociar con otros partidos con ideas completamente opuestas a las de ella, eso no le impide intentar encontrar un punto en común que haga que las conversaciones avancen para impulsar al idealizado país norteño.

Con 'Borgen' también aprendemos a despojarnos de algunos tópicos, quizás los daneses no sean tan diferentes a nosotros. Lo podemos comprobar en temas como el auge de la ultraderecha, la corrupción o la lucha por los derechos humanos. Todo esto, y mucho más, se desarrolla a lo largo de tres temporadas, siguiendo el ritmo adecuado, mediante una narración natural y creíble.

Birgitte Nyborg se ve en la tesitura de conciliar su ajetreada labor como política y el desempeño de los quehaceres familiares. Una hija adolescente que empieza a torcerse, un niño que echa en falta la presencia de su madre en casa y un padre de familia que ve cómo su vida profesional, e incluso sexual, se ve relegada. Nyborg no lo tiene fácil, debe hacer malabares y, en ocasiones, teme centrarse demasiado en la política, dejando a un lado a su idílica familia.

Los dramas personales de la protagonista continúan hasta el final de la serie, ya que en la última temporada su salud corre peligro. No obstante, Birgitte sabe rodearse de buenos compañeros, aunque no siempre le ha sido fácil elegir bien, puesto que se encuentra algunas piedras por el camino. Kasper, Bent o Katrine son algunos de los apoyos de la Primera Ministra en diferentes etapas de su carrera política.

Principalmente, me quedo con la sonrisa y el optimismo que transmite Birgitte Nyborg durante toda la serie 'Borgen'. Es un personaje perfectamente construido, gracias en gran parte a la labor de la protagonista. Puede que en el mundo hagan falta más políticas como ella, una mujer fuerte, conciliadora y comprometida.

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