(Contiene spoilers)
Los ocho últimos, y definitivos, capítulos de ‘
BoJack Horseman’ han sido
una auténtica montaña rusa de emociones. No solo para el protagonista de la serie animada de Netflix, también para los espectadores que hemos empatizado con el caballo más famoso de Hollywood. La temporada final ha estado repleta de momentos de bajón para el actor, tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Todo se desmorona alrededor de BoJack, y gran parte de la culpa la tiene él mismo, que siempre se las ingenia para herir a las personas que más le quieren. A pesar de todo, tal y como vemos en el desenlace, el protagonista sigue contando con sus verdaderos amigos, los que le han acompañado en este interesante viaje compuesto por seis maravillosas temporadas.
‘BoJack Horseman’ es una biografía brillante. Lamentablemente, algunos no se la toman en serio por tratarse de dibujos animados, o porque cada una de sus escenas están repletas de animales variopintos y bizarros. Eso no es más que una anécdota en el universo de la comedia de Netflix, y ha acabado convirtiéndose en unos de sus sellos de identidad. Sin embargo, sus seguidores sabemos que esto va más allá de unos animales parlantes, mostrándonos historias profundas protagonizadas por personajes complejos.
Recuperación imposible
BoJack es muy orgulloso y testarudo, pero desde que Hollyhock apareciera en su vida, el corazón del caballo se ha ablandado. La idea de que podría ser padre chocó de lleno en él, a lo que se suman fantasmas del pasado como Sarah Lynn o su infeliz infancia marcada por la ausencia de su padre y las exigencias de su madre. No obstante, BoJack ha tardado en dejarse ayudar, y cuando lo hizo probablemente fuera tarde. Se involucró en el retiro de desintoxicación, y finalmente también pone todas las esperanzas en su nueva etapa en la cárcel, intentando aprender de los errores.
A juzgar por su trayectoria, me cuesta creer que se vaya a recuperar. Han sido muchos intentos, y en todos ellos parecía que lo iba a conseguir, pero en cuanto algo se tuerce BoJack se desmorona. Su carrera, su familia, sus amigos, el amor, cualquier excusa es válida para dejarse llevar por la corriente tóxica y volver a los brazos del alcohol. Esto nos hace ver lo frágil que es este malhumorado caballo.
Un giro suculento
Echaré de menos los episodios especiales en los que los guionistas se lucían. El último cartucho lo agotaron en el penúltimo episodio, con BoJack a un paso de la muerte, reencontrándose con todos aquellos que perdieron la vida y que estuvieron vinculados con las vivencias del actor. Un fantástico episodio, de diez, como muchos de los que han hecho en estos seis años.
Esperaba encontrarme con el funeral de Bojack como colofón final, pero los responsables de la ficción tenían guardada una sorpresa para nosotros, pese al confuso inicio del capítulo final. Horseman entre rejas, sale para acudir a la curiosa boda de Princess Carolyn. Allí tiene conversaciones con todos sus amigos, la más profunda con Diane, por la que siempre ha sentido predilección. Empieza una nueva etapa para BoJack, y también para nosotros ahora sin él, sin la serie más singular de Netflix.