En la era de Internet, los más pequeños de la casa tienen acceso a todo tipo de contenido a través de la red. Escuchan comentarios de cualquier youtuber aficionado, juegan a videojuegos llenos de violencia o ven películas de todo tipo sin la supervisión de un adulto. '
Big Mouth' está calificada como una serie para adultos, no recomendada para niños, pero puede que toda persona que esté entrando en la pubertad
aprenda más con esta serie de dibujos animados que con otras herramientas educativas a las que no hace ni caso.
Tampoco nos vamos a engañar, el objetivo de esta comedia de Netflix, y de la televisión en general, no es educar a los pequeños ni concienciar a los mayores, sino entretener. 'Big Mouth' entretiene de largo, y además nos traen temas relacionados con los primeros pasos en el entorno sexual que pueden ser interesantes para los adultos, y un mundo por descubrir para los pequeños.
La serie tiene una carga enorme de ironía y contenido explícito, todo dibujado por manos de unos artistas muy ocurrentes. Los protagonistas son dos chavales que acaban de entrar en la pubertad, y van experimentando cambios en su cuerpo de los que van siendo conscientes a medida que avanzan los días. Pelos en las partes íntimas, la primera menstruación o eyaculaciones a mansalva, son algunas de las novedades con las que se van a encontrar en su nueva etapa de la vida.
Lo que más destacaría de 'Big Mouth' es la presencia de dos seres que acompañan a los protagonistas allá donde vayan, a veces para su desgracia. Los "monstruos de las hormonas" no paran de hacer de las suyas, provocando la erección en los chicos, o constantes cambios de humor en las jóvenes. Maurice es el monstruo masculino, siempre relacionando todo lo que le ocurre al protagonista con el sexo, atormentando al chaval, hasta el límite de hacer que se obsesione con el sexo, y la pornografía.
Los padres de los personajes principales también tienen un hueco importante en 'Big Mouth'. Encontramos una colección de roles muy apetecible, desde la madre que esconde a su familia una relación con otra mujer, hasta los padres sobreprotectores, pasando por otros más liberales. De este modo, también nos hacen ver cómo la actitud de los ascendientes interfieren de manera indirecta en la forma de ver el sexo desde el prisma de un niño.
Son temas que a los chavales de 11 ó 12 años les provoca risa, incluso a los más mayores todavía también, pero si tenéis hijos, sobrinos o nietos, recomiendo que os sentéis junto a ellos, y echéis un vistazo a esta serie. Que no os engañen los dibujos animados, a estas alturas ya deberíamos saber que no hay por qué relacionar la animación con lo infantil, ya hemos pasado aquella etapa, y a los ejemplos como 'Padre de Familia' o 'South Park', ahora se une uno nuevo, 'Big Mouth' y su divulgación sexual. Una comedia arriesgada con la que Netflix ha dado en el clavo.