'Big Mouth' 2T: La adolescencia sin pelos en... la lengua

La segunda temporada de 'Big Mouth' ha sido todavía mejor que la primera. Ya conocemos a los personajes, y las tramas han sido más corales y menos episódicas, como le gusta normalmente a Netflix. Andrew y Nick continúan siendo los protagonistas, pero esta vez han cedido más espacio a Jay o Missy, e incluso al entrenador Steve, la revelación de la temporada.

El entrenador ha tenido un affaire con la madre de Jay, y parece que ese desliz se va a seguir alargando, algo que al joven no le hace ninguna gracia, aunque lo acaba aceptando. Lo más sorprendente es que también acepta al entrenador como amigo, algo que es demasiado para Steve, ya que nunca ha tenido amistades, y no me extraña, el tipo es un poco creepy.

Jay es el más salido de la cuadrilla, tal vez detrás de Andrew, y es que el moreno respira sexo por los cuatro costados. Lo llevan al extremo y termina teniendo una historia romántica con su almohada, algo que ya empezó el año pasado, y en esta temporada lo han explotado tanto que ha desencadenado en un trio. Justo cuando Jay tiene más dudas tras enrollarse con su compañero Matthew, el cojín del sofá le mete fichas, y termina formando un trio con el cojín y la almohada. Muy descabellado, como nos tiene acostumbrados 'Big Mouth' desde el principio.

Por su parte, Jessi también está experimentando cambios en su cuerpo. Su monstruo de las hormonas es una hembra vanidosa y descarada, todo lo contrario que ha sido siempre Jessi, hasta ahora. No se reconoce, hasta que en el tramo final de la temporada decide volver a ser ella misma. La joven contesta mal a su madre, revela los secretos de sus amigos y participa en el bullying hacia una de las compañeras por el hecho de que Nick le tocara una teta.

La relación de la madre de Jessi con una mujer ha influido en la reacción de la chavala, pero poco a poco empieza a aceptarlo. El capítulo final nos descubre un acercamiento entre ambas, y todo después de que Jessi haya sido atrapada por una gata gigante en una especie de manicomio. Lo más curioso es que ha llegado hasta allí desde el armario de Nick, donde se encuentra el portal mágico hacia la oficina de los monstruos de las hormonas. Así han dado paso a uno de los capítulos más brillantes de la comedia de animación.

Últimamente se viene hablando mucho del acierto de Netflix con las comedias para adultos, sobre todo las de animación. 'BoJack Horseman' sigue triunfando, y 'F is for Family' estrenará pronto la tercera temporada. 'Big Mouth' no se queda atrás, es una serie innovadora, que cuenta de manera original y bastante gráfica la transformación de la pubertad a la adolescencia. Personajes variopintos con todo tipo de situaciones que ocurren en la vida real, aunque siempre llevadas al extremo de la forma más divertida.

Este año, al monstruo de las hormonas se le ha unido el Mago de la Vergüenza, un tipo malvado que disfruta sacando lo peor de cada persona. Hasta este mago tiene su corazoncito, tanto es así que termina aceptando a Steve como amigo, y abrazando a Andrew, su también nuevo mejor amigo. Me ha gustado este fichaje, pero para la próxima temporada me gustaría que tuviera menos protagonismo, a veces se han centrado demasiado en él, dejando a un lado los enredos del instituto.

Maurice me sigue pareciendo de lo más gracioso, con su colección de poyas de todo tipo, hasta con un puntero láser, o lo más asombroso, "la poya con poya", un no parar. Missy se ha soltado por fin, con una especie de gusiluz, e invocando en sus sueños húmedos a Nathan Fillion, siempre dispuesto a reírse de sí mismo, con mucha elegancia. Lo mejor puede que esté por venir, Nick se ha deshecho del vejestorio que tenía por monstruo, y le trajeron algo parecido a un bebé que no funcionó en absoluto y fastidió su relación con Dina. Puede que la definitiva sea Connie, a la que acaban de despedir como Monstruo de las Hormonas de Jessi, y ahora se encargará del imberbe Nick.

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