Después de tanto bombo y platillo Telecinco estrenó su nueva serie, tras unos cuantos años desligada de la productora Globomedia, las aguas han vuelto a su cauce y
cadena y productora han unido fuerzas para dar cabida en la pequeña pantalla un esperpento llamado '
B&B, de boca en boca'. Ya el título repele.
Dejando a un lado lo superficial, si ahondamos en lo que nos muestran en el primer capítulo mi crítica no mejora, sino todo lo contrario.
El tufo noventero de 'B&B' y el olor a naftalina que desprende todo lo creado por Globomedia quedan en evidencia desde la primera escena. Todo es demasiado familiar, idílico y típico, tan
España de pandereta, que no sabes si lo que realmente pasa es que han rescatado un capítulo de 'Los Serrano'.
El reparto es extenso y coral, y eso hace que cualquier rol o tópico que se os pueda ocurrir esté integrado en las tramas de esta redacción. Belén Rueda y Gonzalo de Castro llevan el mando, sin perder ojo a una secundaria de lujo, Luisa Martín vuelve a sus orígenes vistiendo el uniforme de ama de casa. La niñata egoísta, el jefe adúltero, el becario atontado o el fotógrafo ligón son algunos de los perfiles que nos pueden sonar, sin olvidar a la periodista que por las noches se prostituye para poder pagar una operación a su hijo, algo tan poco creíble como cutre.
Respecto al lado técnico poco hay que decir, de una serie de estas características no puedes pedir que arriesguen con planos transgresores o con una iluminación innovadora. Si tenemos los pies en la tierra sabremos que lo que busca el público de '
B&B' es entretenimiento y pasar 90 minutos sentado en el sofá sin tener que pensar. Por suerte para esos seguidores aquí no te hacen pensar, pero
aburre más de lo esperado, aunque puede ser debido a la presentación de los tropecientos personajes que hay en la serie.
En el elenco prácticamente todo son caras conocidas, pero eso no garantiza que la plantilla de actores sea buena, ni mucho menos. Gran parte de ellos están encasillados, Dani Rovira salva la serie en el primer tramo, pero acaba haciéndose pesado, Fran Perea es una extensión del resto de sus personajes, Cristina Brondo siempre se mete en la piel de choni, y la reina de la manada, Belén Rueda, sigue sin convencerme como actriz, es la 'mami' de todos, la jefa perfecta y responsable. Vamos, un rollo.
Con todo, '
B&B' tiene sus cosas buenas, pero
todo lo positivo que se me ocurre de ella lo relaciono inmediatamente con el final de la década de los 90, la época dorada de este tipo de series, y de Globomedia. No entiendo cómo se le ha ocurrido a Mediaset dar luz verde a este producto, que no ofrece nada nuevo y supone un paso atrás para la ficción nacional. Diría que el invento de las pulseras de neuromarketing son un fraude.