(Contiene spoilers)
La segunda temporada de '
Atypical' comenzó algo más floja que la primera, pero en la segunda mitad ha vuelto a coger el ritmo de los capítulos del año pasado, e incluso ha salido fortalecida. Cada miembro de la familia Gardner ha seguido su propio camino,
distanciándose de las tramas conjuntas, pero sin despegarse del todo para apoyarse los unos a los otros en los momentos difíciles.
El pegamento de la familia siempre es Sam. El chico se ha centrado este año en su graduación, que culmina con un discurso que deja a todos con la boca abierta, y no por lo bien que está escrito, sino por la destreza y la confianza que va adquiriendo San mientras lo lee. Su relación con Paige ha pasado por muchos altibajos, y en estos momentos parece que ella está más colada por él, aunque han decidido no pasar de la amistad, algo que les sienta de maravilla. De hecho, Sam echa un cable a Paige con el discurso, y manda a tomar viento su miedo escénico con el fin de ayudar a su amiga, igual que hizo ella horas antes defendiendo a Sam en el instituto.
Keir Gilchrist borda un año más el papel de Sam Gardner, no desentonaría entre los nominados a comedia en cualquier entrega de premios relevante. De hecho, su vis es más dramática, pero me temo que este tipo de ficción tiende a participar en la categoría de comedia, donde suelen encontrar menor competencia y los galardonados se rotan con mayor frecuencia.
La infidelidad, tema recurrente
'Atypical' trata sobre un joven autista y cómo afecta a su entorno. No obstante, en ocasiones da la sensación de estar ante una versión descafeinada de 'The Affair'. Si el año pasado Elsa, madre de familia, puso los cuernos a su marido con un camarero, este año la mujer se ha comportado como un perrito faldero arrepentido, mostrándose más servicial que nunca con la familia, y atendiendo cada necesidad de todos ellos, en especial las de Doug, al que ha demostrado que se arrepiente en repetidas ocasiones.
La primera mitad de la temporada ha servido para que el matrimonio recapacite desde la distancia, toda la distancia que Elsa ha sabido poner. Ella es muy impulsiva, y bastante intensa, y no puede evitar estar encima de la familia, repasando cada movimiento de todos ellos. Cuando sus hijos se enteran de la infidelidad, no dudan en apoyar a su padre, algo que sienta a Elsa como una punzada en el corazón. Sin embargo, en la segunda mitad, Doug permite a Elsa que viva bajo el mismo techo, por el bienestar de la familia, y de Sam en concreto. Esto parece que funciona cada vez mejor, hasta que en el episodio final nos asaltan las dudas.
No hay que ser un lince para intuir que Doug no se siente a gusto con la nueva situación, para él es complicado pasar página, algo a lo que Elsa está mucho más dispuesta. De hecho, Doug visita al camarero para darle un puñetazo, algo que le deja más tranquilo, pero no sabemos hasta qué punto, porque no tarda en ir a visitar a la mujer con la que estuvo flirteando mientras estaba separado de Elsa. En una de las últimas escenas le vemos entrando en la casa de esta señora, no sabemos para qué.
Mientras tanto, Elsa espera en casa a que llegue su marido, con el que ha quedado, y con el que tiene esperanzas de que todo vaya bien y funcione como antes de su metedura de pata. Sinceramente, dudo que el matrimonio se arregle para la nueva temporada, Doug empezó a sentir algo por la otra mujer, y Elsa seguro que vuelve a cruzarse en algún momento en la vida del camarero, al que difícilmente se va a resistir.
El otro affaire lo protagoniza Casey, la hermana de Sam. La joven ha cambiado de colegas, y le costó adaptarse al nuevo centro de estudios, pero finalmente ha encajado con los populares, y la que era su enemiga ha terminado convirtiéndose en cómplice. El camino no ha sido sencillo, antes ha tenido que pasar por una crisis importante con esta otra chica, ya que su novio se lanzó los labios de Casey. Lejos de distanciar a las dos chicas, esta historia ha hecho que Casey esté experimentando su primera relación lésbica.
El pobre Evan es ajeno a todo esto, el chaval siempre se ha portado genial con Casey, pero está en otra onda. Es como si ella ahora estuviera cambiando en todos los sentidos, con otras amistades y otros intereses amorosos. Es más, Casey también se sintió atraída por el novio de su amiga, aunque aquello no cuajó y terminó cambiando de opinión antes de meterse en el lodo. La última escena de ella es en el coche con la nueva amiga, de la mano, ignorando una llamada de Evan. Esto va a dar que hablar en la tercera temporada.
Los guionistas han mantenido el ritmo en el tramo final de 'Atypical', dejando varias puertas abiertas que nos tendrán en vilo hasta el año que viene. Sam comenzará una nueva etapa, otro reto en el que el apoyo de su familia vuelve a ser incondicional, y eso es algo que hace bonita a esta serie, que pese a todas las adversidades de los protagonistas, permanecen unidos, y rara vez pierden el sentido del humor.