Ha terminado la sexta temporada de Anatomía de Grey, y ha supuesto una etapa extraña de la serie, donde quizás sea mejor no echar la vista atrás ni caer en las comparaciones, porque como se suele decir, son odiosas. Nuestros residentes (y doctores) del Seattle Grace han madurado, al menos físicamente, y sus tramas empiezan a enredarse en un bucle que constantemente produce dejavus en el espectador. Es inevitable que llegue un momento en el que la relación entre Meredith y Derek canse, son ya 6 años con lo mismo, y aunque ahora la pareja se encuentre en un punto calmado y 'feliz' sigue siendo la pareja y/o los personajes más aburridos de la serie.
Me quedo indudablemente con la borde Cristina o con Miranda Bailey, que aunque tampoco trate de una manera muy positiva a sus residentes, ha demostrado tener un gran corazón en varias ocasiones, y es el personaje con el que más empatizo, sin olvidar, obviamente, la mala leche y la sed de éxito de Cristina.
<<<<< SPOILER >>>>>
Respecto a la season finale, no se le puede quitar el mérito de los guionistas a la hora de llevar a cabo estos finales que te dejan los pelos de punta. Ver a aquel terrorífico hombre produciendo una masacre en el hospital ha dejado sin aliento a más de uno, entre los que me incluyo, aunque también es cierto que las muertes han sido muy previsibles, sabíamos que el doctor Shepherd, Alex Karev o la pequeña Grey no iban a terminar bajo tierra, aunque tenía mis dudas con Webber, pero al final ni siquiera el aburrido doctor se ha podido reunir con la madre de la protagonista.
Han sido dos capítulos tensos y con muertes de todo tipo, desde la inesperada despedida de la fugaz Reed, hasta la lenta y dolorosa muerte del joven Charles, personaje que desde mi punto de vista nunca ha encajado en la serie, pero que en el último momento ha hecho que me de pena su marcha y hasta yo mismo desde mi sofá estaba cogiendo mentalmente la mano del residente, que al menos tuvo en todo momento el apoyo de Bailey y una paciente demasiado involucrada teniendo en cuenta su estado.
Aún así, no sólo han habido muertes, los casos amorosos, que son últimamente el eje de Anatomía de Grey, dejando equivocadamente a un lado los casos médicos, han tenido gran protagonismo a lo largo de la temporada, resaltando en primer lugar la situación de Arizona y Callie, una pareja que me encanta, pero que han tenido un pequeño bache por el tema de la maternidad; en este caso apoyo a Arizona, y no me ha gustado que la rubia haya cedido, aunque no niego que haya sido un acto muy bonito, y que seguramente traerá consecuencias.
Por otro lado, otra pareja con problemas ha sido la formada por Alex e Izzie, que los pobres guionistas se han visto metidos en un embolado por la repentina marcha de la actriz Katherine Heigl. Aun así la cada vez más grande Lexie ha estado preparada para llenar el hueco del corazón de Alex, aunque haya tenido que vaciar el de Mark Sloane, el atractivo doctor que esta temporada ha sido de repente padre y abuelo. En cambio, el triángulo amoroso entre Cristina, Owen y Teddy ha sido más aburrido, de todos modos, espero que Owen se quede con Cristina o que se vaya lejos con la doctora Altman, pero en cualquier caso que Cristina no pierda su personalidad.
Para finalizar, en la última escena vemos como Meredith se deshace del test de embarazo, que pese a dar positivo, la eterna residente abortó en medio del caos que se originó en el hospital. Habrá que esperar a la próxima temporada para saber como le ha afectado el aborto y sí está preparada para traer un bebé al mundo. Por lo general, espero que mejoren las tramas para la ya séptima temporada, e incluso sería de agradecer que fuera la última, porque los residentes no dan más de sí, y meter una tanda de jóvenes aspirantes (una vez más) puede ser negativo para el formato, aunque resultó acertado en los casos de Lexie o incluso de las últimas promesas, April Kepner y Jackson Avery, que no faltarán en la siguiente entrega.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte