'American Gothic': el caso del Asesino de la Campanilla de Plata

CBS ha emitido este verano un nuevo thriller que sigue la mecánica de 'The Family' (traducida en España como 'El Secreto de Adam'). 'American Gothic' tiene muchas similitudes con la serie que emitió semanas atrás Telecinco, de hecho no es la única ficción con la que guarda un parecido, ya que también recuerda en menor medida a 'Bloodline' de Netflix.

Tras trece episodios, el caso que ocupa a la trama central de la nueva serie se ha resuelto. Por lo tanto, todo aquel que no la haya visto puede ponerse manos a la obra, porque consiguen que tenga un cierre digno. 'American Gothic' no cuenta con un guión sesudo, aunque los giros enganchen, en todo momento se percibe que es un producto low cost que se salva con dignidad de la oferta veraniega en televisión. Además, detrás del proyecto está la productora de Steven Spielberg, que puede ser un reclamo para muchos espectadores.

Los protagonistas de 'American Gothic' son los Hawthorne, una familia adinerada y poderosa de Boston. Todo se tuerce cuando un caso que ya estaba cerrado resurge y afecta directamente a esta familia y a su empresa. Anduvo suelto por Boston un asesino en serie conocido como el Asesino de la Campanilla de Plata (ACP), y una nueva prueba que sale a la luz entre los cementos que fabrica la empresa de la familia reabre el caso.

Detrás del caso que persigue al ACP está el agente Brady Ross, marido de la hija pequeña de los Hawthorne, Tessa. Su implicación en la caza del asesino y su vínculo con la familia le pondrá en más de una ocasión entre la espada y la pared, viéndose obligado a elegir entre lo profesional y lo personal.

Por otra parte, el padre de familia cae enfermo, y por si esto fuera poco, el hermano mayor que llevaba desaparecido 14 años reaparece. Ya están los cuatro hermanos juntos, a parte de la hija pequeña e inocente, Tessa, o del mayor y misterioso Garrett, también está la audaz Alison, que está centrada en la lucha por la alcaldía de Boston, y el bala perdida Cam, el típico drogadicto que no puede faltar en este tipo de series americanas.

Los clichés están a la orden del día en 'American Gothic', y se ve el esfuerzo de los guionistas por intentar que todos parezcan culpables. Ninguno se salva de la duda que genera el ACP. De hecho, la serie no solo se basa en encontrar al asesino, también hay otros factores que van cogiendo fuerza en el thriller. A medida que aparecen nuevas pruebas, el dedo acusador se dirige a un miembro diferente de la familia, o de su entorno.

Destaca la fría figura de la madre, Madeline, interpretada por una eficaz Virginia Madsen. El papel de la madre es fundamental de principio a fin, su mirada nos cuenta desde el inicio que sabe más de lo que muestra, y está dispuesta a cualquier cosa por proteger su honor, y el de los Hawthorne.

La primera temporada está compuesta por trece episodios, y no parece que CBS vaya a renovar la serie, aunque podría darse el caso, porque el final deja alguna puerta abierta. Últimamente no hay ninguna ficción que cierre del todo, y sino los guionistas podrían encontrar la manera de volver con un caso diferente, o ahondando en nuevos misterios de esta complicada familia.

Las preguntas que nos plantean se resuelven en el último episodio. Después de marear la perdiz y engañarnos unas cuantas veces, damos con el asesino de la campanilla de plata, y con las razones que han llevado a esa persona a matar, y a reaparecer.

'American Gothic' es recomendable para todo aquel que disfruta con el género de intriga. A los que nos gusta que las series nos engañen, apuntando hacia un lado, y en el siguiente episodio apuntando hacia otro, con giros en cada episodio y personajes ambiciosos, esta es una oportunidad para pasar un rato agradable. La serie es entretenida, cumple con su cometido, y podríamos sacar muchos fallos, pero es verano, y no se le puede pedir más. Una vez que te sientas a verla sabes a lo que te expones, y difícilmente dejarás pasar mucho tiempo entre un capítulo y otro.

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