Telecinco encontró un nuevo filón en la última edición de '
Supervivientes', y como no podía ser de otra manera, el canal principal de Mediaset ha intentado repetir el mismo éxito con una fórmula similar, a la que podríamos denominar
low cost.
No hace falta ser un lince para percatarse de que 'Acorralados' sigue los pasos de su reality predecesor, aunque su presupuesto es mucho más bajo.
Cambiamos el caro combustible del avión por un cochecito que en vez de a Honduras nos traslada al Norte de la península, un enclave asturiano para ser exactos. Prescindimos de personajes de altos vuelos (Paquirrín o Aída Nizar) y rebuscamos a famosetes de un escalón más bajo, madre de Aída o descendencia de Borbones, por no hablar de los dos participantes de 'Mujeres Y Hombres Y Viceversa'. De todos modos, el perfil de los concursantes, en ambos espacios, es más bien cutre y centrado en el amiguismo de Telecinco y sus programas.
No solo el equipo que está detrás de '
Acorralados' es el mismo que hizo posible la anterior edición de 'Supervivientes', sus presentadores son idénticos, sin cambiar un ápice. Por un lado tenemos al
humorista, comentarista de momentos freaks y cizañador Jorge Javier Vázquez, haciendo su trabajo como solo él sabe, y por otra parte a la
correcta, sonriente y eficaz Raquel Sánchez Silva, podríamos decir que son el poli malo y el poli bueno del prime-time de los jueves de Telecinco. Forman una pareja extraña, a la vez que entrañable. En segundo plano tenemos a Christian Gálvez, quien conduce los debates y la
innecesaria última hora del programa, el
pasapalabrero está un poco fuera de lugar para mi gusto.
Salta a la vista que los datos de audiencia no tienen nada que ver con los que la aventura isleña cosechó este verano. Mientras que '
Supervivientes' alcanzaba sin reparo el 30% en varias galas,
a 'Acorralados' le cuesta oler ese ansiado 20%, el resultado que sigue ejerciendo de línea psicológica para muchos anunciantes. Aun así, la granja que Telecinco ha abierto en Asturias tampoco funciona del todo mal, el combate que mantiene cuerpo a cuerpo contra 'El Barco' de Antena 3 lo ha ganado la mayoría de las noches, aunque ni siquera se acerca al duro rival de La 1, 'Cuéntame Cómo Pasó' siempre araña unos cuantos puntos más que el
reality telecinquero.
Personalmente, parece que 'Acorralados' es un programa que su productora, Magnolia, se ha sacado de la manga bajo la presión de Telecinco para crear un producto similar al exitoso 'Supervivientes'. Nada más lejos de la realidad, esas pruebas sin emoción, discusiones entre concursantes forzadas por el presentador o por los acontecimientos en plató, la visita de novias de usar y tirar o la incorporación de cuatro nuevos miembros, cada cual más aburrido y prescindible, no atraen al público, o al menos no lo hacen en masa.
La duración del formato se ha visto alargada un mes, pero seguimos sin saber hasta cuando tenían previsto mantener el show. Me suena un poco a trampa en plan "que bien nos va, lo alargamos, pero realmente si baja la audiencia cerramos el chiringuito, a ver si con la entrada de un colaborador de 'Sálvame' hacemos algo". La carne fresca que ha recibido la granja de Asturias seguro que ha entrado con ganas de hambre, pero hambre de cámara, de polémica, todos quieren subirse a la palestra, y Raquel Bollo no se quiere bajar, que su terrible pasado no da para tanto.
Si hay algo que Telecinco ha demostrado saber hacer hasta ahora, eso son los reality-shows, pero cuando los hacen para rellenar el hueco de la parrilla mientras esperan al nuevo 'Gran Hermano' la audiencia puede cambiar. A ver si Antena 3 va a cogerles la delantera también en esto, después de 'Tu Cara Me Suena' la cadena amiga puede que se ponga a temblar, ¿girarán en un futuro hacia lo blanco? ¿Machacarán lo amarillo? ¿Seguirán centrándose en lo rosa? Esto es cuestión de colores, que no de gustos.