Los seguidores del formato nos alegramos inmensamente cuando salió la noticia sobre el regreso de '
Pekín Express' en Antena 3. Parecía un sueño, ya no solo por el regreso de este
reality road que fue perdiendo audiencia en Cuatro, sino por el hecho de que en Atresmedia apostaran por el espacio
programándolo en la cadena principal, quizás ahí empezaron a tomar las malas decisiones en el grupo.
Esta ha sido la quinta edición del espacio, y ha demostrado que sigue muy vivo. Ha vuelto por la puerta grande, con un casting envidiable y una mecánica extra cuidada, ya que no han alterado la esencia del concurso, a pesar de introducir alguna que otra novedad.
Concursantes de diez
'Pekín Express' es trepidante, lo ha demostrado en cada uno de los ocho episodios, gracias a un montaje brillante y a unos concursantes que han vuelto a poner toda la carne en el asador. Hay que saber elegir bien a los participantes, porque el premio del concurso no es tan suculento, en este reality se juegan el honor, y el seguir en cada etapa para no perderse ni uno de los atractivos destinos que visitan.
Los perfiles han estado acertados, aunque no cabe duda de que los más llamativos han sido las canarias y los pedantes gemelos que lograron poner de acuerdo a todos los twitteros a los que agotaron la paciencia. Los extremeños eran insoportables, tramposos y maleducados, pero muy televisivos, ahí estaba el dilema, ¿quiero que se vayan o que continúen? Parece que su perfil es más afín a los realitys de Telecinco, y no creo que tarden mucho en aparecer por Mediaset.
Las canarias, en cambio, han ido de menos a más, no cabe duda. Al principio no dábamos ni un céntimo por ellas, y a lo tonto se han colado en la final, teniendo en contra desde el primer momento a sus compañeros, que no dudaban en ponerles el brazalete negro en varias nominaciones. Pero no pudo ser, a pesar de haberse ganado el apoyo de gran parte de los usuarios de las redes sociales, María del Amor y Yareli cayeron en la final frente a una pareja muy potente, Bea y Ángel. La cuñada ha sido altiva y prepotente, enfadándose cuando algo no salía como ella esperaba, como un niño pequeño, pero no se puede negar que han sido de los más fuertes. En su caso, la suerte no ha sido un factor importante para la victoria, como sí pasó en otras ocasiones con otros concursantes.
Pero si me tengo que quedar con la pareja más auténtica de esta edición, sin duda opto por Aitor y Charo. La pareja de desconocidos ha tenido más empatía que otros que ya se conocían de antes, han formado una pareja perfecta, adaptándose muy bien al entorno, que para ellos muchas veces ha sido hostil, sobre todo después de ser repescados, razón por la que muchos ya les tenían ojeriza.
Un equipo impecable
No es nada nuevo que el equipo que hay detrás de las cámaras de '
Pekín Express' sea espléndido. Tanto durante la carrera como después de la misma, a la hora de hacer el montaje, los trabajadores a los que no vemos hasta que aparecen los créditos del último programa son eficientes y
culpables de la calidad del producto definitivo. La tensión que se masca en cada prueba, más todavía en la final, y la manera en la que nos hacen creer que las parejas van a la par, pese a estar distanciados unos de otros, no es fácil, y consiguen un resultado perfecto en cada edición.
Además, los paisajes de los lugares que visitan ayudan mucho a que el trabajo sea más bonito y vistoso. Como todo
reality road que se precie, en '
Pekín Express'
los exteriores juegan un papel muy importante, y esta edición ha sido especial también por los rincones que hemos podido visitar desde el sofá. Sin olvidar las culturas de los diferentes países en los que han estado, o la emoción que transmiten las personas que acogían en sus hogares o llevaba en sus vehículos a los concursantes, sin pedir nada a cambio y
casi siempre con una sonrisa.
También hay cosas malas
Antena 3 no ha respetado en absoluto a su audiencia, en vez de proteger el concurso, debilitado en cuanto a audiencias, cada vez ha emitido más cortes publicitarios, uno tras otro. Muchos de ellos los introducía en el comienzo del espacio, por lo que ya no solo teníamos que aguantar a Pablo Motos en un extenso 'El Hormiguero', sino que detrás venían cortes consecutivos de uno, tres o hasta siete minutos, como si fuera poco. Retrasando así la hora de comienzo, muchas veces más cerca de las 23h que de las 22:30.
Quedan muy lejos aquellas ediciones en Cuatro, que empezaban no más tarde de las 22:00, pero parece que eso a día de hoy es una utopía. Como el hecho de poner a un presentador competente frente a un concurso de estas características, si Jesús Vázquez no transmitió nada el último año, Cristina Pedroche tampoco ha destacado mucho más en la ruta de los mil templos. La madrileña parecía
un robot, recitando las pruebas de memoria, queriendo darle a todo una seriedad extrema que no venía a cuento. Menos mal que el director de carrera no juega un papel decisivo en '
Pekín Express', pero si hay otra edición espero que escojan a alguien con más garra y que lo viva con naturalidad y entrega.
Cierro este artículo con pena, da la sensación de que va a ser complicado que vuelvan a apostar por este formato. Las audiencias no han sido desastrosas, pero tampoco para lanzar cohetes o asegurar una nueva edición, y menos todavía en Antena 3, una cadena exigente con los datos del prime-time. Puede que pronto lo volvamos a ver en laSexta, sería un acierto, y como siempre, un auténtico placer.