El otro día, mientras tomaba la decisión de ver Pesadilla en la cocina en lugar de optar por ByB (que me daba y me sigue dando una pereza extrema) o Velvet (que aunque tenga la pinta de ser una telenovela de aúpa me la guardo para verla online en una tarde de resaca, que es cuando se digieren mejor los folletines amorosos), no pude evitar pensar en que este 2014 ha empezado bastante fuerte en cuanto a batallas televisivas se refiere: primero los bailes, ahora las series... las cadenas siguen estando empeñadas en triunfar en los audímetros a costa de joder a la competencia aunque a veces les salga mal la estrategia.
Vamos a dejarnos de eufemismos y ataquemos el tema de frente: San Valentín es una mierda. Lo es si tienes pareja (siempre habrá uno al que le gustará más que al otro, con las broncas, pollos y recriminaciones tipo 'eres un patán insensible que no se interesa por lo que a mí me importa' correspondientes) y lo es si no la tienes porque, en este último caso, estarás condenado a pasarte el día viendo cómo parejas acarameladas revolotean a tu alrededor en su burbuja de amor mientras tu plan más interesante esa noche será quedarte en casa emborrachándote mientras ves Energy hasta que te sangren los ojos o pierdas el conocimiento.
La semana pasada ya manifesté mi absoluto fervor por los programas de cocina. Espacios tan variopintos como Con las manos en la masa, los programas de Arguiñano, Guerra de cupcakes, Todos contra el chef o Esta cocina es un infierno son algunos de mis programas culinarios favoritos pero, ojo, aún quedan los mejores.
Además de un ávido consumidor de televisión, un curioso empedernido de las últimas novedades en cacharrería tecnológica y un aficionado a pasarme horas encima de una bici de spinning sudando lo más grande, otra de mis absolutas pasiones es todo lo que tenga que ver con comer. Disfruto más en la cocina y en la mesa que Rita Barberá en un desfile de Victoria's Secret, y por eso es por lo que he decidido hacer este top 10 con mis programas favoritos de cocina all-time que la tele española ha tenido a bien parir o emitir. Vamos, pues, con la primera parte de este top ten.
Bueno, pues ya han pasado 24 horas desde que RTVE ha hecho públicas, por fin, las cinco canciones candidatas a representar a España en Eurovisión 2014. Si os he de ser sincero, en estas 24 horas he pasado por varios estados de ánimo: primero llegó la depresión, luego el hastío, después la vergüenza ajena, más tarde la incredulidad seguida por una breve fase de ilusión y, finalmente, llegué al estadio en el que ahora estoy escribiendo esto: el de la resignación.
Y es que yo, queridos amiguitos, creía que este año volvería la ilusión del año de Pastora Soler y, con ella, el sobreponernos al desastre de El Sueño de Morfeo. Pero mira, no. Volvemos a toparnos con la cutrez artística con canciones que en el mejor de los casos suenan a maqueta inacabada y, en el peor, a 1998.
**Atención: Este post contiene spoilers de la trama de las cinco temporadas de 'Fringe'. No la leas (o hazlo bajo tu propia responsabilidad) si no has visto todos sus episodios.
Decir que Fringe es el Expediente X del siglo XXI sería ser demasiado reduccionista y no hacerle justicia a esta gran serie. Porque sí, Fringe es una gran serie a pesar de los constantes altibajos a los que ha estado sometida, para angustia y desesperación de sus seguidores, que siempre hemos tenido pavor a una cancelación prematura que nos dejase con el culo al aire y más dudas que un mono frente a un ordenador.
Muchas cosas son las que me tienen embelesado del mundo de la televisión, pero entre todas ellas hay una que me encanta. Y no, no me estoy refiriendo al tanga de Mariló Montero. Hablo del funcionamiento ciclotímico al que nos someten las principales cadenas de televisión quienes, empeñadas en hacerse la vida imposible las unas a las otras, entran en una batalla de formatos que ríete tú de los enfrentamientos que se pueden montar una tarde cualquiera en Sálvame entre bandejas de bollos y mediasnoches. Si el año pasado asistíamos con pasmo a la carrera entre Telecinco y Antena 3 por parir el mejor programa de famosos saltando desde un trampolín (yo sigo sin verle la gracia al tema, oye, qué queréis que os diga) y ahora vivimos inmersos en una interminable pelea por ver quién tiene el talent o docureality culinario más apetitoso (perdón por el juego de palabras cutre a lo Vertele), ya podemos agarrarnos los palos del sombrajo porque se avecina otro cansino duelo a tres: el de los bailes, las coreografías y lo que viene siendo el meneo corporal con más o menos gracia mientras suenan éxitos de ayer, hoy y siempre.
**Atención: Este post contiene spoilers de la trama de las dos primeras temporadas de 'The Newsroom'. No la leas (o hazlo bajo tu propia responsabilidad) si no has visto todos sus episodios.
Hubo una época en la que yo, como Maggie Jordan, entré a trabajar a la redacción de un informativo como becario. En esa época, la crisis no existía, Zapatero acababa de ser investido presidente, faltaban unas pocas semanas para que comenzase el GH de Nicky y la Legionaria, Miley Cyrus tenía 12 años y todavía formaban parte de las Sugababes dos de sus tres integrantes originales. Hace diez años, yo estaba a punto de entrar a trabajar en el área de Economía de los informativos de TV3 y en mis sueños (profesionalmente) húmedos me veía, con 50 años, convertido en lo que hoy son Will McAvoy o Mackenzie McHale. Y quizá es por eso por lo que me gusta tanto de The Newsroom.
En un alarde de originalidad sin precedentes y con la única voluntad de responder a algunos de los comentarios que dejáis en los posts que voy publicando, anuncio la creación de 'El Lunny responde', una sección mensual que llegará la primera semana de cada mes. ¡Comenzamos!
embrujao: 03/12/2013 17:31: después de leer los posts de este blog, más concretamente El Lunny responde (I) y (II), creció en mi una esperanza: "El Pasillero está vivo! Ha resucitado!". Me resistí a creerlo, pero esos grandes posts con enlaces y tachados han vuelto a internet. ¿Es posible que ese lider de opinión como era El Pasillero se haya reencarnado en El Lunny? Sin duda una gran noticia para todos los que un día (quizá hace demasiado tiempo) nos quedamos huérfanos de blog...
Siento decepcionarte, embrujao, pero no, no soy El Pasillero. Cuando él comenzó en telecinco.es contando los chismorreos de los pasillos de la cadena amiga, yo ya llevaba unos cuantos posts a mis espaldas en Castigados sin tele y en El pinganillo de la Milá. Siempre me quedó la duda de saber qué ha pasado con tan emblemático personaje, aunque no me extrañaría nada que se haya visto desbordado por la fama y se haya retirado a una cabaña en el monte a llevar una vida monacal. Como bien sabrás, a los blogueros nos acosan los fans por la calle; hoy sin ir más lejos no he podido caminar hasta el metro sin toparme con cuatro fans enfervorizados que me han pedido (por este orden) sexo desenfrenado en la puerta de la panadería, un autógrafo en una nalga, más sexo desenfrenado detrás del kiosko del señor Antonio y un mechón de mi melena amarilla. Lo normal de cada mañana, vamos.
1. MasterChef Junior lo peta
Lo de los talents de cocina parece que no toca techo ni pidiéndoselo por favor. Primero fue el éxito rotundo de la primera edición de MasterChef (nunca desde el primer OT tanta gente compartía sin pudor su fervor por un talent show, y menos de La 1), luego el sorprendente petardazo de Top Chef en Antena 3 a pesar de su parecido con el programa de la cadena de Mariló y ahora, MasterChef Junior. Aunque su propuesta de emisión ha sido arriesgada (concentrar la edición durante las fiestas navideñas aprovechando que la chavalería está de vacaciones), han dado en el clavo y han conseguido que en La 1 volvamos todos a los fogones, esta vez acompañados de niños que hacen platos de anuncio cuando tú, a su edad, no sabías ni agitarte la leche del colacao sin mancharte de barbilla para abajo.
En el preciso instante en que estoy escribiendo esto (viernes 20 de diciembre a las 10:36 mientras sufro los rigores del frío provocados por una calefacción que no calienta), Televisión Española aún no se ha pronunciado sobre quién representará a España en Eurovisión 2014. Aquí estamos dando ya todos por sentado que habrá elección interna y que han hecho caso omiso de mis cinco recomendaciones para elegir representante, pero da igual, no soy nada rencoroso.
A pesar de todo, esta últimas semanas estamos viviendo un constante goteo de información al respecto de la posible candidata a ir a darlo todo a Copenhague. De hecho, más que un goteo de información es el rumor a gritos de que Ruth Lorenzo será la candidata de TVE. El caso es que, tanto ella como el propio ente, llevan días y días mareando la perdiz e insinuando (de manera poco sutil, dicho sea de paso) que la murciana es finalmente la elegida. Y si echamos la vista atrás veremos que estamos a puntico de que se anuncie oficialmente, ya que tanto las candidaturas de Pastora Soler y de El Sueño de Morfeo se dieron a conocer pocos días antes de Navidad.
Con La Voz a punto de terminar y GH15 pospuesto hasta nuevo aviso, la sed de realities de España entera empieza ya a notarse en el ambiente. Pero Telecinco, lista como pocas y haciendo alarde de esa capacidad que tiene de irnos metiendo gaznate abajo un reality por temporada, ya encara el 2014 calentando los motores con una nueva edición de uno de mis programas de puteo al famoso favoritos: Supervivientes.
Como viene siendo habitual, Kiko Hernández, la portera oficial de Telecinco, publica un críptico post en su blog en el que describe los perfiles que irán a Honduras a comer algas pero sin decir nombres. "¿Y todo esto a santo de qué viene?", os preguntaréis, confusos. Pues a que he decidido arrojar luz en este sinvivir que nos tiene a todos con el alma en vilo haciendo mis propias cábalas sobre quiénes serán los insensatos que participarán en Supervivientes 2014.