En un momento de amplio deseo de propaganda y aperturismo de la dictadura, Franco decide que RTVE debe apostar fuerte por Eurovisión y, con ello, empieza una larga intrahistoria que da pie a 'La canción'.
Es necesario recordar que el primer 'Star Wars' es un producto de su época mientras que 'Star Trek' ya era diversa e interracial en los años 60.
A finales de los 80, Reino Unido se encontraba en un momento de máxima polarización (al que parece querer regresar tras el Brexit y el auge de Reform) con Margaret Thatcher y sus políticas ultraliberales al mando: desde esa posición 'Doctor Who' abrazó el marxismo con un equipo de guionistas capitaneados por Andrew Cartmel que hicieron aventuras críticas contra aquel gobierno.
El sesgo progresista siguió con Russell T. Davies trayendo de vuelta la ficción en 2005 y siguió con Steven Moffat, que durante la era Capaldi supervisó un episodio que cuestionó el capitalismo como sistema. Sin embargo, los trolls de Internet no empezaron a actuar hasta que el papel del Doctor no pasó a ser interpretado por una mujer.
Durante los años de Chibnall, la serie fue acusada de "woke" y cierto sector ultraconservador ansiaba el regreso de Davies porque creían que acabaría con "lo político"... Criaturitas.
Ncuti Gatwa es el primer actor negro en interpretar al Doctor y la serie quiere que lo sepas. Porque es un producto de la BBC y su vocación educativa como servicio público estará siempre presente.
De 'Rosa' a la era RTD-2
Con el tiempo la popularidad del episodio ha caído en picado, pero en su momento fue muy aplaudido: en la tercera aventura de Jodie Whittaker como la Doctor, sus protagonistas conocieron a Rosa Parks a escasos días de que se negara a levantarse del asiento.
Una aventura ambientada en Alabama a mitades de los años 50 que tiene todas las buenas intenciones del mundo pero que resulta fallido por muchas razones.
La primera lo mal que actúa Tosin Cole el mostrar la acción de la activista como algo improvisado y no de verdad deliberado, pero también el reducir todos los movimientos sociales a un solo hecho concreto cuando la lucha ha estado llena de pequeños gestos que han cambiado la historia.
La escasa complejidad que posee el villano interpretado también por el poco carismático Josh Bowman hace que también sea difícil meterse en la trama cuando su única motivación es ser un racista que quiere evitar un hecho concreto para acabar con la lucha de los movimientos civiles para siempre. Plan sin fisuras.
Por no hablar del hecho de que nuestros protagonistas se ven obligados a hacer el acto racista para que la historia siga su curso, lo cual deja un mensaje un tanto... Em... Confuso.
Mucho más interesantes son personajes como Lindy Pepper-Bean o Conrad Clark, gracias también en parte a una mejor elección de cásting, que aunque parten de un giro de guion similar representan dos tipos distintos de fascismo.
Una fantástica Callie Cooke protagoniza el episodio 'Dot and Bubble', al más puro estilo 'Black Mirror', narra la supervivencia de una mujer que ha vivido siempre encerrada en su propia burbuja social y no conoce el mundo exterior y que, cuando por fin tenía posibilidades de vivir, decide no aceptar la ayuda del Doctor por ser negro, algo que condena a ella y a toda su especie a una muerte segura al estar perdidos en un mundo desconocido.
Ella sí había aceptado la ayuda de alguien similar a nuestro Doctor, un tal Ricky September, porque era blanco y rubio, aunque al final lo dejó morir para salvarse ella.
Pero Lindy es un personaje criado en un mundo de privilegios y sobreproteccionismo de la realidad, Conrad en cambio es un tipo mucho más inteligente y, por ello, mucho más peligroso.
Pese su apariencia de Príncipe Disney (Eric de 'La Sirenita' live action concretamente), Jonah Hauer-King está magnífico como un influencer de extrema derecha que busca desestabilizar la democracia poniendo el foco en las instituciones y los más vulnerables erigiéndose él como el mártir de un sistema corrupto mientras se aprovecha de Ruby para llegar lo más lejos posible.
Aunque Conrad no ha sido directamente racista, no me extrañaría en absoluto que lo fuera, pero representa ese neofascismo que 'Years and Years' nos contó que se pondría de moda en un futuro que ya es presente.
Si Lindy es un personaje de 'Black Mirror', Conrad lo es de 'Years and Years', siendo la segunda el tono que más se asemeja al 'Doctor Who' actual especialmente porque comparten el mismo showrunner, Russell T. Davies, que ha cambiado respecto a su primera etapa.
Sin embargo, Conrad no incomoda tanto a nuestro Doctor como hizo Lindy, el cual se sintió impotente porque nunca se había visto en una situación así y le costó procesar el haber sido durante todo el capítulo víctima de agresiones racistas.
Es una situación muy frustrante ver cómo TVE entra en una espiral de autodestrucción al estar sometida a los intereses de una productora privada con deseo de monopolizar la programación de La 1.
El resultado ha salido mal, pero hemos rozado la catástrofe con 'La familia de la tele', un cadáver que se puede llevar consigo a una cadena entera por intentar reanimar el muerto. El peligroso capricho de José Pablo López y Sergio Calderón les lleva a cometer locuras que afectan a sus seriales de tarde pero sobre todo al prestigio y la credibilidad de la televisión pública.
TV3 estrenó el pasado 24 de marzo 'El mal invisible', su nuevo thriller del creador de 'Nit i dia' Lluís Arcarazo, protagonizado por el doble ganador del Goya David Verdaguer y Ángela Cervantes.
Ambientada en la Barcelona de 2020, narra la persecución contra un asesino en serie que se dedicaba a matar a sintecho, inspirada en hechos reales.
Las aventuras del 15º Doctor y Belinda (Varada Sethu) mantienen el tono de la temporada pasada pero llegando a unos extremos mayores tras una ronda realmente fuerte de capítulos.
Hemos hablado alguna vez en este foro de "la metatelevisión", cuando desde la propia ficción se hacen autorreferencias desde una perspectiva del mundo real. Algo que se ha explorado en varias ficciones, especiales aquellas con un fandom tan activo.
¿Pero y si se hace de forma casi literal?
Segunda temporada de Russell T. Davies tras su regreso como showrunner que mantiene a Ncuti Gatwa como el 15º Doctor pero que incorpora a Varada Sethu como Belinda Chandra, la nueva acompañante interpretada por la actriz que ya vimos el año pasado en 'Boom'. Y la primera impresión que nos deja es muy positiva:
Se estrena en La 2 'Malas lenguas', un nuevo programa presentado por Jesús Cintora que buscará desmentir bulos.
Eso sí, a costa de saltarse la ley de producción propia de RTVE y, con la misma gravedad, despojar a La 2 de su identidad de cadena minoritaria. Un nuevo ataque hacia la independencia de la televisión de todos, pero aplaudido por quienes dicen defenderla.
No, por desgracia no es así, el cáncer se convirtió en metástasis en el momento en que se estrenó el primer programa del corazón en la televisión pública hace décadas. En España se ha normalizado la idea de que esa cadena que pagamos todos para contenidos educativos se entrometa en la vida privada de la gente.
La llegada de 'La familia de la tele' sólo es la evolución natural de la deriva que se criticaba antes menos pero también es la imposición por parte del presidente de RTVE, a la fuerza, de un modelo contra los valores educativos de la empresa.
Mientras la actual presidencia de TVE sigue maltratando series e impulsa a los responsables durante décadas de la telebasura agresiva de Telecinco. Algo que en un país serio sería un escándalo monumental pero donde aquí no pasa nada.
A pesar de todo, los datos indican que el público sí busca cultura y contenidos educativos en la televisión pública, en muchas ocasiones por encima de agresividad y malos rollos, pero es la cadena la que debe saber leerlos.
El 26 de marzo BBC One estrenó 'Doctor Who', revival de la mítica serie británica de ciencia ficción que se emitió de forma ininterrumpida entre 1963 y 1989 siendo un gran referente del entretenimiento familiar en su momento.
Las expectativas no eran del todo altas, pero fue un inminente éxito absoluto que a día de hoy sigue en emisión, veinte años después, como el gran pilar de la BBC. Siete Doctores, tres showrunners y varias etapas de un producto que sigue con mucha vida, digan lo que digan.
Volver... Tantos años después
'Doctor Who' se estrenó en BBC One el 23 de noviembre de 1963 y duró en emisión hasta el 5 de diciembre de 1989. Las últimas temporadas ya arrastraron un declive importante de popularidad hasta el punto de que la propia cadena demostraba un máximo desinterés en el producto.
Durante la década de los 90, sus fans continuaron siendo fieles a su universo extendido con la esperanza de que la serie pudiera volver. Hubo un especial solidario en 1993 que arrasó con más de 13,3 millones de espectadores y una película coproducción con la FOX que se estrenó en 1996, con notable éxito en la cadena británica (9 millones) pero fracasando en la privada estadounidense con 5,6 millones.
Ante tal batacazo, el fandom perdió la esperanza en su posible regreso y 'Doctor Who' era a ojos tanto de la BBC como de la sociedad británica un chiste malo que sólo volvía para parodias solidarias en 'Children in Need', hasta que en 2003 Russell T. Davies tuvo la idea de hacer un especial por el 40 aniversario... Que se materializó en el regreso en 2005.
Pues así fue, se consiguió, la BBC dio su brazo a torcer: 'Doctor Who' regresaría 16 años después de su final con nuevos episodios, con más presupuesto que el que había tenido nunca.
A finales de 2003 se confirmaron a Christopher Eccleston y Billie Piper como los protagonistas de su regreso.
Eccleston venía de varias obras populares como las películas 'Los Otros' o '28 días después', la cinta de zombies dirigida por Danny Boyle, pero era una estrella más televisiva que nueve años antes había dado un pelotazo con la serie 'Our friends in the north', un drama de la cadena BBC Two que recorría la historia de Newcastle entre 1964 y 1995. La más vista de la historia del segundo canal público con más de 5 millones de espectadores (todo un fenómeno para un canal minoritario) y donde compartió protagonismo con Daniel Craig y Mark Strong.
Billie Piper era una estrella pop con un estilo similar a Britney Spears que en España había hecho un cameo en 'Al salir de clase'. La joven actriz desarrolló sus habilidades en el papel de Rose Tyler con esta serie.
Había dudas, ni él era el típico Doctor ni ella era la típica companion, mientras que el estilo de Russell T. Davies, guionista conocido por 'Queer as Folk', era mucho más doméstico y humano que el de la serie clásica, pero todo funcionó a las mil maravillas: 10,8 millones de espectadores vieron el primer capítulo en BBC One, sólo superada por las soap opera, tradicionalmente líderes.
La "Tennantmanía"
Sin embargo, a los pocos días del estreno, surgió el primer drama: Christopher Eccleston anunciaba que dejaba la serie tras su primera temporada. El 9º Doctor sólo iba a durar 13 capítulos después de varias tensiones con el equipo creativo y la propia BBC de la que todavía no conocemos mucho detalles.
Rápidamente se anunció que David Tennant protagonizaría la serie a partir del Especial de Navidad. Un actor joven casi desconocido con increíble carisma que conquistaría a la audiencia hasta convertirse en un fenómeno mayor al de la propia serie.
Para los fans, esta etapa fue marcada por joyas inolvidables como 'Blink' (que siempre la encontrarás en listas de "Mejores episodios de la historia de la televisión"), 'Silence in the Library/Forest of the Dead', 'Midnight' o 'The Waters of Mars' que casi dos décadas después se recuerdan con muchísimo cariño y algo de mal rollo.
Pero en 2009 Tennant anunciaba su marcha y con él también Russell T. Davies...
'La Revuelta' esta noche a los 100 programas desde su polémico salto a La 1. La jugada más arriesgada que ha cometido TVE y, probablemente, la mayor alegría que han tenido estos últimos años.
Tras medio año de su estreno, se ha consolidado como el pilar fundamental de la programación de la cadena pública, aunque las audiencias hayan tenido sus altibajos.