'Inés del alma mía' y la conquista de Elena Rivera

Protagonizada por Elena Rivera ('Cuéntame cómo pasó') y dirigida por Nicolás Vicuña ('Los archivos del cardenal'), la conquista de Chile por parte de Inés Suárez abre una interesante puerta en la ficción de TVE con riesgo de terminar en vía muerta.

La miniserie narra las hazañas de Inés Suárez, una mujer que recorrió el mundo en busca del que creía que era el amor de su vida y terminó conquistando Chile, el paraíso, la tierra prometida llena de oro.

A partir de aquí, la obra se centra mucho en los romances de ella con Valdivia (Eduardo Noriega) y Quiroga (Benjamín Vicuña) y los constantes terremotos que aquello produce en el grupo.

En ese aspecto, la serie empieza a mostrar ciertas carencias con un ritmo irregular que combina escenas realmente emocionantes con otras algo más tediosas, con capítulos que avanzan muy lentamente pero con un clímax final que te deja con ganas de más.

Más allá de eso lucen unos espectaculares paisajes naturales de las zonas que visitan así como unas escenas de acción y pelea bastante bien realizadas, con un vestuario de gran calidad que evidencia que el presupuesto ha estado muy bien invertido.

La gran conquista de Elena Rivera

Si hay un motivo por el que merece la pena ver 'Inés del alma mía' es por la brillante interpretación de Elena Rivera, una de nuestras mayores jóvenes promesas de la actuación a la que hemos visto crecer en 'Cuéntame...'.

Ella se lleva el espectáculo de calle transmitiendo de maravilla tanto la fragilidad como la dureza del personaje y ese cambio radical que va dando (no tan bien mostrado por los guionistas, que lo hacen de forma demasiado abrupta).

La ficción se muestra muy dependiente de su presencia hasta el punto en que los momentos en los que no sale ella empieza a flojear.

La otra cara de la moneda es Eduardo Noriega, actor de una gran trayectoria pero no así de brillantes interpretaciones: quien da vida a Pedro de Valdivia con una intensidad exageradamente teatral hasta el punto de hacerse algo agotador.

A un buen nivel se encuentra el actor chileno Benjamín Vicuña, quien ya trabajara con el creador de esta serie en 'Los archivos del cardenal', de la televisión pública de allí, Enrique Arce ('La Casa de Papel') y, sobretodo, el siempre sublime Francesc Orella ('Merlí') en el papel de Pizarro en los primeros episodios.

Una imperfecta pero buena serie de televisión pública

No, 'Inés del alma mía' no está a la altura de otras apuestas de este año como 'Patria' o 'Antidisturbios', no está libre de defectos, errores y sobretodo patinazos históricos, pero es una serie que roza el notable.

Sin embargo, con sus aciertos y errores, es un producto perfecto para una televisión pública como TVE: cuenta una parte de la historia de este país y acerca otras culturas cercanas a la nuestra a nosotros.

Es muy positivo que TVE hable de aquellas mujeres que fueron importantes en nuestra historia pero que no son tan recordadas como otros nombres y cuente sus hechos siempre valorándolos desde el punto de vista adecuado para juzgar los actos de una época determinada.

También está muy bien mostrar la crueldad de los conquistadores chilenos con los nativos de allí, sus formas de torturar y su visión equivocada del honor, algo que ha provocado la indignación de más de un espectador.

Y, por supuesto, adaptar novelas de escritoras de la talla de Isabel Allende, si se hace con acierto, se puede considerar adecuado para la ficción de un canal público.

Un fracaso que abre una puerta interesante en el futuro de la ficción de TVE

Hace unas pocas semanas escribí este artículo donde hablaba de lo que tiene que tomar nota TVE del fracaso de 'Inés del alma mía' y es que parece inconcebible que una superproducción de 8 millones de euros se despida por la puerta de atrás con un tristísimo 5,5% de audiencia.

A un canal como La 1 la audiencia le debe preocupar lo mínimo pero tampoco se puede conformar con caer en la nada más absoluta con unos datos pobres y una repercusión mínima, que en muchas ocasiones el mal se encuentra en el público pero también en la escasez de promoción que le da TVE a ciertas ofertas.

'Inés del alma mía' es el comienzo de un nuevo modelo de coproducción internacional que ha adoptado TVE para hacerse un hueco entre las grandes producciones de las plataformas de streaming, un gran proyecto inusual en la televisión en abierto actual, con unas ambiciones muy cercanas a aquellas obras que hacía la televisión pública hace más de treinta años.

En este caso hablamos de una ficción al que la cadena Chilevisión le dio luz verde y que puso en manos de mercados internacionales en busca de un comprador, que resultó ser TVE y que, con la colaboración tanto de la productora Boomerang TV como de la multinacional Amazon, ha salido adelante.

Los escasos datos de audiencia pueden terminar dando por muerto con el tiempo a este nuevo modelo si el destino de las próximas coproducciones acaba siendo el mismo que el de esta serie. 'Ana Tramel. El juego' (con Alemania), 'Parot' (con EEUU), Magallanes-Elcano (con varios países) o 'El invitado' (con Argentina) son varios de los proyectos anunciados que llegarán a TVE a lo largo de los próximos dos años.

El otro día un periodista de la casa, Carlos Franganillo, fue entrevistado por Descifrando la guerra en una estupenda entrevista muy recomendable a la que podéis acceder en este enlace y afirmó que Televisión Española debería tener una vocación mayor hacia América Latina, algo con lo que muchos parecen estar de acuerdo.

Una de las obligaciones de TVE es ayudar al audiovisual europeo y latinoamericano y a su vez aprovecharse de ello para crear grandes contenidos que no tengan nada que envidiarle a aquello que nos llega de las plataformas de streaming.

La creación de la nueva plataforma RTVE Play es una muestra de unas mayores ambiciones de la pública en este mercado y el lugar donde probablemente acaben muchas de las mencionadas coproducciones.

'Inés del alma mía' no está a la altura de otras series destacables que se han estrenado en este 2020, tampoco a la de otras producciones recienes de TVE, pero es en muchos aspectos un paso adelante en la ficción de la televisión pública con una Elena Rivera que ha conquistado a los espectadores.