Historias que emocionan: Memorias de Formula

Una difícil amistad en un escenario exótico...

Después de casarse con el barón Anti Blixen, la baronesa Maty Blixen no se sentía feliz, su marido era un vejestorio aburrido que la obligaba a ver 'Operación Triunfo' y series de Ana Obregón.

Ambos decidieron establecerse en la colonia de Formula para asistir a una reunión de fanOTicos, acabando así en un lugar que cambiaría la vida de ellos para siempre... No precisamente a mejor.

Mientras la baronesa se encontraba en el tren vio a un cazador que llevaba una caja llena de DVDs como si de un vendedor se tratara.

-Perdone señor, ¿qué lleva usted allí? -Preguntó la baronesa.

-Es una caja de DVDs con películas buenas de culto y documentales. -Respondió el cazador.

-¿Y para qué quiere eso?

-Yo de usted tendría cuidado con esta zona, habitan muchos telecinqueros, son unas criaturas salvajes llenas de rabia y sólo se les puede vencer lanzándoles DVDs con entretenimientos sanos y culturales.

-No creo que sean tan peligrosos...

-Verá usted cuando le toque lidiar con uno...

El tren se alejó y la baronesa llegó con su marido a una pequeña ciudad donde se reunirían para tomar el té con unos cuantos fanOTicos.

-Rodolfo está bueno que te cagas. -Dijo un camarero que servía el té a la baronesa.

-Este camarero habla un poco raro. -Dijo Maty.

-Es que pertenece a la tribu de los galeos, son nuestros esclavos, sólo saben decir cosas sexuales sobre Rodolfo, pero a pesar de eso obedecen... Y si no, pues latigazos.

La baronesa se estaba tomando el té con su marido al lado cuando un grupo de fanOTicos se reunió con ellos:

-Mañana por la noche tenemos que hacer una mega-quedada fanOTica escuchando canciones a saco de Lola Índigo.

-¿Y de Cepeda también? -Preguntó el barón Anti Blixer.

-No, de Cepeda no...

-Entonces no voy.

-Va Ana Obregón a la fiesta.

-¡Entonces sí voy!

-Cariño, voy a darme un paseo, vuelvo en un rato. -Dijo la baronesa Maty intentando huir de allí.

Mientras agobiada ella paseaba por el campo fue atacada por un monstruo salvaje:

-¡Socorro! -Gritó.

El monstruo la mordió cuando el cazador apareció de repente al rescate y le lanzó un DVD de una película de Tarantino.

-¡Ah, violencia ficticia! ¡Las agresiones que hay no son reales, las humillaciones no son ciertas, todo es ficción, qué aburrido, aaaaaaah!

Y el monstruo huyó despavorido.

-Muchas gracias por salvarme, ¿cómo se llama? -Preguntó ella.

-Soy Terror Finch-Hatton y no hay de qué. -Respondió él.

-Ah.. -Maty empezó a tocarse la cabeza...- No sé qué me pasa, de golpe me encanta Isabel Pantoja y me aburre cualquier cosa que no sean peleas ni malos rollos reales... Necesito que te pegues con alguien o me voy a aburrir.

-Eso es porque le han contagiado la rabia telecinquera... Y los telecinqueros son muy rabiosos porque viven en constante amargura, ya que lo que ven se les acaba pegando.

-¿Entonces me voy a convertir en una de ellos?

-Tranquila, tengo un remedio, acompáñeme.

El cazador llevó a la baronesa a su casa.

-La única forma de arreglar lo suyo es con calidad. -Le dijo él.

-¿Qué va a hacerme?

-Ponerle DVDs de buenas películas, empezamos con 'Memorias de África'.

Y durante aquella noche se hicieron un maratón de grandes clásicos y clásicos modernos del cine, estando a la mañana siguiente totalmente recuperada ella.

-Ufff, ya me siento mejor, la verdad es que su mundo es mucho más interesante que el mío, señor Finch-Hatton.

-¿Cómo es vuestro mundo?

-Acompáñeme esta noche y lo verá.

Las horas pasaron y el cazador y la baronesa llegaron a la fiesta.

-Cariño, ¿dónde has estado todo el día? -Preguntó el barón Anti Blixer- ¡Y quién es ese hombre!

-Cielo, no te he puesto los cuernos, no como tú que estás babeando por la Barbie de plástico malo Ana Obregón, simplemente me ha salvado la vida. -Respondió ella.

-Anímate y súmate a la fiesta mejor...

Pasó un rato y sólo había música de pachangueo y canciones malas petadas de autotune.

-Me aburre vuestro mundo. -Dijo Terror.

-A mí más... -Respondió Maty.

-Tengo una idea...

El cazador sacó unos cuantos CDs con canciones de Manolo García, Duncan Dhu, Amaral y demás cantantes de verdad y sin que nadie le viera hizo el cambiazo retirando la música de baja calidad que había en la fiesta.

-¿Qué estás haciendo?

-Sal corriendo de aquí porque voy a reventar la fiesta.

Los dos protagonistas salieron corriendo de la fiesta cuando dentro se empezó a escuchar frases como "¿Qué clase de música es ésta? ¡Son cantantes cantando con su voz y no lo que les pone un programa de ordenador! ¡Aaaaaah!" y el recinto explotó muriendo todos dentro.

(Lo siento, anti, es divertido matarte en todas las historias)

-De la que me has librado... Muchas gracias. -Mostró sonriente la baronesa.

-No hay de qué, era insoportable, la tal Lola Índigo ésa ni canta.

Mientras caminaban por el campo, el mismo telecinquero salvaje atacó al cazador Terror Finch-Hatton, al grito de "¡La violencia si no es real, no es violencia!" y yéndose de allí.

-¿Está usted bien? -Preguntó preocupada ella.

-Maty... Necesito que usted sea fuerte y valiente a partir de ahora... Me han dejado totalmente herido, no voy a salir de ésta... -Respondió él moribundo.

-No, por favor, no me dejes sola.

-Coge mis DVD y enfréntate a los telecinqueros, tú puedes con ellos... -Cerró los ojos y descansó en paz.

-No, por favor, ¡nooooooo!

Días después se celebró el funeral de Finch-Hatton, donde la baronesa dedicó unas bonitas palabras:

-El señor Terror Finch-Hatton me enseñó a ser libre y a hacer lo que yo quisiera y lucharé por la paz de la colonia de Formula pero no a su modo, si no al mío. -Maty sacó una escopeta- No habrá paz para ningún telecinquero.

Y así fue como la baronesa Maty Blixen se convirtió en la justiciera del buen gusto.