'Fariña' es "mierda de la buena", de la mejor calidad

Llego cuatro años tarde, pero en este caso se puede decir que es verdad lo de "mejor tarde que nunca". Después de haberla empezado en su momento en la televisión lineal, por asuntos personales de agenda, tuve que dejarla y he retomado 'Fariña' cuatro años después a mi propio ritmo.

Y qué decir de ella... La ficción de Antena 3 en colaboración con Bambú Producciones "es mierda de la buena", una miniserie de lo más adictiva prácticamente redonda en su inicio, desarrollo y desenlace.

Todo lo que Sito Miñanco es... Aunque algunos no lo quieran ver

Parece lejana ya aquella polémica pero lo cierto es que 'Fariña' se estrenó aprovechando la actualidad con el secuestro del exitoso libro de Nacho Carretero tras la denuncia de Alfredo Bea Gondar.

Es llamativo cómo un canal como Antena 3, tan conservador ideológicamente, tan afín al Partido Popular, traicionó a todas sus ideas para apostar en plena tormenta por una serie que dejaba en mal lugar al partido al que tan afín es, demostrando una vez más que a Atresmedia, como a todo medio de comunicación privado, sólo le importa el dinero.

Pero si en general estos principios de conseguir dinero a toda costa suelen ser vomitivos, aquí salimos ganando pudiendo disfrutar de una gran serie que, desde un relato de ficción, cuenta de maravilla todos los tejemanejes de corrupción entre la política, la justicia y el narcotráfico.

Y no pueden faltar nombres propios, como es el gran protagonista de esta serie, Sito Miñanco (Javier Rey), uno de los rostros más populares del narcotráfico gallego, también en su momento presidente del Juventus Cambados F.C. y un brillante hombre de negocios tan interesante como repugnante, capaz de poner en peligro las vidas de cientos de jóvenes provocando la entrada de las drogas en Galicia. Mitificado por algunos (aunque cueste de creer) y odiado por otros (esto es lo más correcto), no se puede negar que tuvo una vida más que interesante, aunque la serie reconozca inventarse detalles en función de hacer una narrativa más entretenida.

Y al final eso es lo que es 'Fariña', un thriller sobre narcotráfico de lo más entretenido, una serie que te mantiene enganchado (aunque suene mal en este contexto) y que te indigna y enfurece al ver todo lo injusto que es todo.

Un elenco brillante, con Javier Rey a la cabeza y con Tristán Ulloa como la gran estrella

Probablemente de haber escrito esta crítica hace cuatro años me hubiera dedicado a elogiar de más a Javier Rey por su buen hacer en esta serie para aportar un simbólico "granito de arena" en un intento de impulsar una carrera con un futuro interesante, pero a día de hoy lo que puedo hacer es alegrarme de su gran éxito y reconocimiento obtenido gracias a 'Fariña'.

Las series de Bambú suelen tener grandes elencos secundarios pero acostumbran a fracasar a la hora de escoger a sus protagonistas, tirando más de fotogenia que de talento, pero Javier Rey resulta ser una más que notable excepción y está brillante aquí.

La verdad es que tras esta serie no ha vuelto a hacer un papel así de bueno, pero suele ser bastante correcto, lo cual es motivo para no perderle la pista viendo el panorama que tenemos en este país con actores jóvenes y físicamente atractivos. Más adelante este año va a protagonizar 'Los pacientes del doctor García', adaptación de la novela de Almudena Grandes para Televisión Española, de la cual deseo que vuelva a sacar este potencial que se ha visto en 'Fariña'.

Pero incluso teniendo un protagonista mejor que la media, una vez más el peso de una ficción de Bambú recae en algunos grandes secundarios, empezando por algunos "charlines" como Antonio Durán "Morris" o Isabel Naveira, Manuel Lourenzo y, especialmente, y tanto que especialmente, Tristán Ulloa.

De este último en especial quiero hablar, no voy a decir que le haya descubierto en esta serie ni mucho menos pero me he quedado absolutamente impresionado con su interpretación, con un carisma arrollador y la dureza de un tipo honesto que está harto de estar rodeado de cloacas. El Sargento Darío Castro es el típico policía de cigarrillo y constantes miradas de desprecio al que mejor no sacar de sus casillas.

Si Javier Rey es el gran protagonista de la serie, Tristán Ulloa es la gran estrella de este espectáculo, ese secundario de peso que en muchas ocasiones roba todo el protagonismo y merece llevarse la atención de los focos. Una interpretación de otro mundo más que a la altura de lo que se espera de un gran veterano como él.

Y qué decir de los "cara a cara" entre el narcotraficante y el policía... Javier Rey aguanta dignamente el tipo contra un Tristán Ulloa que se le nota una gran veteranía y mayores tablas pero ambos ayudan a construir brillantes escenas de tensión que son lo mejor de la serie.

No me termina de convencer del todo Miquel Fernández en el papel de Baltasar Garzón, pero nada que ver con otras series de la misma productora.

Hay que destacar otros aspectos de la serie como su excelente fotografía y su muy bien escogida banda sonora.

No todo el mundo tiene Netflix o Movistar

Probablemente 'Fariña' haya sido uno de los detonantes de la llamada "edad de oro de la ficción española", de la que se ha atribuido más a plataformas como Movistar Plus+, pero con un detalle importante: se emitió en Antena 3.

No es que tenga una gran simpatía precisamente hacia Atresmedia, ni mucho menos (aunque tengo la misma por las grandes plataformas de streaming), pero es positivo poder disfrutar de grandes títulos que fomenten la diversidad cultural en las grandes cadenas generalistas accesibles para todo el mundo, incluso con los insoportables horarios y el exceso de publicidad.

'Fariña' es una serie llena de gran identidad gallega, que sale del centro de Madrid, para llevarnos al noroeste de la península, reivindicando su acento y contando una historia que merece ser conocida y es que tenemos que recordar que no todo el mundo puede permitirse Netflix.

Y lo cierto es que la serie arrancó con gran éxito con 3,4 millones de espectadores (21,5%), aprovechando la gran polémica, pero no tardó en desinflarse hasta caer a los 2 millones (12,6%) y despidiéndose con un tibio 13,3%, al final la media fue de 2,4 millones (16,2%), que no está nada mal pero su constante caída de audiencias ocupó muchos titulares humillantes sin tener en cuenta otros factores que han sido clave de un notable éxito.

Sé que una televisión en abierto no es lo mismo que una plataforma de pago, pero es atrevido decir que una serie de 2 millones de espectadores "no la vio nadie" mientras las de las plataformas de pago, con datos que desconocemos pero que probablemente serían residuales en una cadena generalista, son calificadas de éxito sin conocerse sus datos.

Por supuesto, en un canal privado como Antena 3 la rentabilidad es más importante, pero las múltiples vidas que ha tenido esta ficción aseguran que 'Fariña' ha sido más que amortizada, así que el prestigio y sus diferentes recorridos deben hacer que se considere un éxito más allá de lo que "la dictadura del share" diga.

Para evitar ciertos titulares que desprestigien a sus apuestas de ficción, Atresmedia se está volcando en su plataforma ATRESplayer PREMIUM, donde depositar sus apuestas de mayor prestigio, con el problema de que es otra de pago y, por ende, no accesible para toda la sociedad.

Es una estrategia entendible, pero sería de agradecer que las televisiones en abierto apostaran por títulos de semejante calidad, debe ser TVE la que acoja esta obligación (no se puede negar que la pública también ha hecho sus deberes con apuestas como 'Estoy vivo' o 'Malaka') en su deber como cadena no comercial.

En resumen, 'Fariña' es una de las mejores series españolas que se han hecho nunca, un producto redondo que mereció mejor suerte en audiencias, pero que el tiempo la ha puesto en su lugar.