Espectadores, share y otras audiencias del montón

En una época de crisis para televisión pública, lastrada por su eterna interinidad, algunos productos de no tan elevado share se convierten en un faro de esperanza de cara al futuro... Siempre y cuando ésta deje de lado la guerra del share.

Catastrófico 6,9% de cuota para el segundo episodio de 'La Caza. Tramuntana', lejos, muy lejos de lo que llegó a ser 'Monteperdido' en su momento, no sólo uno de los mayores éxitos de la cadena si no de la televisión generalista en general.

Sin embargo, ahí estaban casi 1,3 millones de espectadores viéndolo, un dato superior al de muchos episodios de casi todas las series de las televisiones privadas (relegadas prácticamente al late night) y, muy probablemente, de plataformas que no dan ninguna transparencia con sus resultados.

El dato del estreno, con un tibio 8% de share, fue de casi 1,4 millones de espectadores pero si sumas el diferido alcanza un total de 1.733.000 espectadores, sin conocer los resultados web.

Si bien lejos de los 2,6 millones de espectadores que vieron la primera temporada, se mantiene como una de las ficciones nacionales más seguidas, más de medio millón por encima que alguna como 'Madres', que en cambio superó el doble dígito en todos sus episodios.

Mejor suerte corre 'Cuéntame cómo pasó', con casi veinte años ya a sus espaldas, que no ha logrado evitar su mínimo histórico de cuota con un 11,7% en su último episodio pero que alcanzó los 2,1 millones de espectadores en lineal, medio millón más que 'El nudo', que sólo cosechó dos décimas menos. 'Madres', con ese share, llegó a caer por debajo del millón.

Ninguna otra serie nacional logra rebasar la barrera de los 2 millones, incluso 'La que se avecina' que, a su manera, sigue siendo todo un éxito, se ha quedado muy por debajo, dejando a los Alcántara ya como el único soplo de vida que le queda a la ficción nacional en lineal.

Pero la suma del lineal+diferido del primer episodio llegó a 2.694.000 espectadores, sin conocerse los números completos de la web, una cifra realmente increíble que evidencia la buena salud que todavía gozan los Alcántara incluso en tiempos de pandemia.

Las telenovelas turcas que tan buena acogida están teniendo en Antena 3, no acostumbran a ser un éxito loco en diferido, por lo cual se puede decir que la familia más famosa de la pequeña pantalla española es capaz de hacerle frente al fenómeno televisivo del momento.

Todo eso con unos números de share bastante débiles, pero en una televisión pública el objetivo no debe ser competir contra las demás, si no hacer un contenido que sea atractivo por sí solo.

La gran oportunidad de TVE

A puertas de un nuevo terremoto interno ante el cambio de presidente, con nuevo Consejo de Administración, que está por llegar, el próximo responsable de RTVE tendrá que ser consciente de que si no piensa en cómo será la televisión del futuro no conocerá bien la televisión del presente.

Aspirar a determinados índices de audiencia propios de hace una década en materia de ficción sería la perdición para TVE, ya sea porque es casi imposible conseguir semejantes datos como que si lo consiguiera debería ser a costa de sacrificar el potencial que tiene una televisión pública.

Los tiempos cambian y TVE debe hacerlo también, ahora o nunca, porque una estrategia digital en condiciones puede ayudar a reconectar con gran parte del público que han perdido en los últimos años pero deben empezar lo antes posible.

No se puede decir que no lo estén intentando y encima con resultados aceptables, ya que su plataforma juvenil Playz lleva ya 500.000 suscriptores en YouTube, más de 10 millones de visualizaciones al mes, a pesar de ser invisible en los medios.

Destaca sobretodo la película 'Si fueras tú', con 21 millones de visualizaciones, aunque de calidad bastante justita (por ser generosos) y muy recientemente 'Drama', que ha competido incluso en festivales internacionales, y que cosecha 3,6 millones de visualizaciones, siendo una de las ficciones mejor valoradas del año pasado en FilmAffinity.

Playz es una estrategia de lo más inteligente a nivel digital, aún con algunos excesos discutibles, pero es el momento de ponerse como objetivo algo de mayor envergadura y aquí entra la nueva plataforma digital RTVE Play, que llegará en unos meses.

Ante rumores que asustan por la posibilidad de que sea de pago (más les vale que no), esta plataforma lleva funcionando meses en América Latina con ya más de 300.000 suscriptores, un número lejos de ser espectacular pero sí un decente punto de partida que aspira a seguir creciendo.

Puede ser una oferta adecuada de cara a la internacionalización de sus proyectos, hace unos meses afirmé que TVE estaba poniendo la mirada en la coproducción para hacer crecer su ficción y es que incluso uno de los mayores batacazos históricos de la cadena como ha sido 'Inés del alma mía' ha iniciado bien su recorrido internacional vendiéndosela a Mediaset Italia y seleccionada por la agencia The Witt como una de las ficciones más destacadas de América Latina, abriendo así unas cuantas puertas en el mercado, supongo que impulsada por tener el nombre de la escritora Isabel Allende detrás.

El modelo de coproducción le puede servir a TVE para conseguir proyectos de mayor calibre, con presupuestos más elevados: la colaboración con Amazon lleva a prestigiosos directores de cine a trabajar en una serie para ellos con el regreso anunciado de 'Historias para no dormir', así como la búsqueda de proyectos internacionales en mercados como el latinoamericano o europeo les da la posibilidad desde trabajar con directores que han llegado a los Emmy hasta alguno de más discutible calidad pero con ciertos éxitos como Simon West (quizás la TVE del futuro deberá pensar que no todo nombre internacional significa algo bueno).

Eso convierte a TVE en un escaparate en abierto a productos cercanos a las plataformas, para aquellos que no puedan permitírselas, pero tendrá que asumir que los datos de audiencia serán minoritarios en lineal y que tendrá que tener cualquier dato en cuenta: el lineal, el diferido, los números de su plataforma y la repercusión, luchando porque su marca sea reconocida.

Contar con grandes estrellas, por cierto, está muy bien pero no pueden dejar de lado a otros creadores talentosos de menor éxito y ayudarnos a descubrir así sangre fresca.

Y es que en la TVE del presente y, sobretodo, la del futuro lo importante debe ser que te vean, no donde te vean y siempre asumiendo que la obligación de un servicio público es elevar la calidad y que ésta no da share. El próximo presidente de RTVE deberá ser consciente de que no son sólo una televisión generalista, no son únicamente La 1, si no un medio de comunicación que debe estar en todas partes para atender, de una forma u otra, a todos los sectores de la sociedad con contenido mayoritario para estar dentro del mercado, contenido minoritario para ofrecer calidad, alternativas y proyectos de prestigio y contenido de audiencias residuales para cumplir sus compromisos con todos los sectores culturales.

Todavía queda mucho por hacer y la interinidad eterna les deja en una posición indefensa, pero algunos hilos se empiezan a mover. Es el momento de dejar de lado el share para poder ser el principal motor audiovisual de este país y uno de cierta relevancia en Europa y América Latina.