La llegada de José Pablo López a la Dirección de Contenidos ha supuesto una revolución general en la programación de TVE y, aunque el directivo ha tenido algunos aciertos, su empeño en llenar la televisión pública de formatos caros de entretenimiento con rostros famosos está siendo un desastre que repercute negativamente tanto en la audiencia como el prestigio de la cadena. Repasamos sus diferentes fracasos:
Magacín de crónica rosa y actualidad social presentado por Toñi Moreno en la tarde de los domingos producido por Tesseo.
Si bien el programa tenía sus aspectos rescatables (actuaciones musicales), fue el primer intento descarado de la actual gestión de TVE de acercarse a contenidos más propios de Telecinco, con entrevistas llenas de preguntas sentimentales a personajes como Blanca Paloma y el repaso de la vida privada de algunos personajes mediáticos.
El programa arrancó con éxito con 1,2 millones de espectadores (9,4%), pero a partir de la segunda semana cayó hasta el 6% y no logró remontar, terminando por la puerta de atrás con un 5,4%. El colmo de lo lamentable fue en su última entrega cuando las actrices Ana Gracia y Dafne Fernández, invitadas para promocionar '4 estrellas', se quedaron sin poder salir "por falta de tiempo" por estar hablando sobre Bertín Osborne. No se echará de menos.
'El conquistador'
Estaba llamada a ser la gran apuesta de la temporada en TVE y, al final, se quedó en nada: la adaptación del reality de la ETB 'El conquistador' naufragó en La 1 con un escaso 8,7% de media con una tendencia descendente.
Ya en su estreno decepcionó al superar por la mínima el millón de espectadores con un 11,9%. Subió el segundo día por el fútbol (12,5%) pero después fue cuesta abajo hasta tocar fondo con un 6,7%. No lució ni en su final con un 7,4% siendo probablemente uno de los mayores tropiezos que se recuerdan en TVE.
'El conquistador: El debate'
Lo cierto es que 'El conquistador' en sí no es un formato tan telecinquero, a pesar de algunos perfiles, pero la estrategia que planeaba tener TVE con él, al igual que la que tiene la ETB, sí lo fue.
A su programa semanal se le buscaba dar una segunda noche de debate, presentada por Raquel Sánchez Silva y Marc Calderó, que recordaba a las tertulias llenas de gritos y malos rollos que caracterizan a los realities de Telecinco, con un plató de hecho de estética similar. Únicamente duró un asalto en prime time tras no pasar de un nefasto 4,7% con 394.000 televidentes.
'La plaza de La 1'
El magacín de producción propia que lo trabajadores de RTVE hubieran deseado si no fuera porque el contenido y el presentador se alejaba de lo que probablemente ellos buscaban: 'La plaza de La 1' fue un suspiro de semana y media lleno de temas insustanciales con un desganado Jordi González aburriendo a la audiencia.
Con audiencias que fluctuaron entre el 7,8% y el 5,4%, el bajón que provocó a 'El cazador' fue determinante en su rápida cancelación, abandonando, eso sí, la franja con reposiciones primero de 'El comodín de La 1' y luego del concurso que presenta Rodrigo Vázquez.
'Bake Off: Famosos al horno'
El menos fracaso de los fracasos pero, aún así, fracaso.
Es probable que 'Bake Off: Famosos al horno' renueve por otra edición debido a su capacidad de hacer una decente cuota de pantalla maquillando su audiencia en una duración injustificada hasta la madrugada, pero ahí se le ve bien lejos del millón de espectadores.
A falta de su semifinal y su final, el programa presentado por Paula Vázquez media 848.000 espectadores (10,8%), un rendimiento mediocre para un formato que presume de tener un cásting de rostros mediáticos. Lo cierto es que el más blanco de los programas actuales de TVE, pero su extensa duración lo hace insoportable de ver entero.
'D Corazón'
Destrozar un formato histórico de TVE parece no tener consecuencias. La 1 ha reformado 'Corazón' para convertirlo en una tertulia de periodistas del mundo del salseo presentada por Anne Igartiburu y Jordi González. La mítica conductora se mantiene pero debe compartir protagonismo con el recién incorporado a la cadena pública que pocas alegrías va dando de momento.
La entrada de antiguos tertulianos de Telecinco y la renovación del formato no ha dado buenos frutos y ha caído a audiencias del 6% o menos, lejos del objetivo marcado, que ya de por sí era discreto (8%) y lastrando a la primera edición del Telediario de los fines de semana.
'¡Baila como puedas!'
Y llegamos al último fracaso: '¡Baila como puedas!', un nuevo talent show de baile lleno de perfiles polémicos con varios rostros ex-Telecinco que, pese a su mediático elenco, se ha estrellado con cuotas del 7,1% en su estreno y 5,5% en su segunda semana.
Apenas 400.000 espectadores se han interesado en ver a Lydia Lozano, Maestro Joao o Álvaro Muñoz Escassi bailar con anónimos, con un futuro incierto ahora en la parrilla de TVE.
Una estrategia de programación digna de la Telecinco de la era Vasile
Decir que La 1 ahora mismo tiene una programación similar a la que ha tenido hasta hace recientemente Telecinco es, desde luego, una exageración y tampoco se puede decir que los formatos de telebasura llegaran a la televisión pública con José Pablo López.
Pero sí que es cierto que, con el expresidente de Telemadrid, la presencia de estos programas se han multiplicado, así como las contrataciones de rostros famosos, no todos ligados al mundo de la telebasura o Telecinco.
Donde más se asemeja la TVE de José Pablo a Telecinco es en su forma de programar, los constantes bailes de programación ya sea por la escasa paciencia o por querer restar audiencia a la competencia están a la orden del día, pese a la no presencia de una publicidad que permita monetizar los datos de audiencia.
Ahora mismo la programación nocturna de La 1 no son más que talent show y cine de relleno, estando por ahora la puerta cerrada a otros formatos.
Algo que recordamos mucho de la Telecinco de la época de liderazgos es su escaso interés por la ficción nacional y la actual gestión tiene muchos títulos interesantes en el cajón y los pocos que estrena los hace en emisión maratoniana, pero desde un éxito como 'La ley del mar' hasta un fracaso como 'Zorro' han hecho mayor audiencia que el modelo basado en el exceso de telerrealidad.
Que a Telecinco, una cadena privada con licencia de emisión pública, no le importen las series españolas es grave pero más aún es que lo haga la televisión pública, la que debería ser referente y motor de la industria con títulos de calidad (que, por norma general, los tiene) y un trato exquisito aunque la audiencia lineal no acompañe. Este último mes, La 1 ha sido la única cadena de las tres principales sin ninguna ficción nacional como oferta nocturna. Y las series diarias son insuficientes, TVE debe elevar la calidad del audiovisual con riesgo y ambiciones, no simplemente entretener.
Da la sensación de que la TVE que ahora maneja José Pablo López prioriza los formatos de salseo y tiene más paciencia con ellos que con otros contenidos de verdadero servicio público que, además, pueden hacer la misma o más audiencia.
Sin audiencia ni prestigio, La 1 se ha convertido únicamente en un chiringuito de famosos que cobran un sueldazo por no hacer nada profesional mientras otros defendemos un modelo variado, verdaderamente entretenido y, sobretodo, educativo. Porque es lo que debe ser la televisión pública.
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