Cuando el público es el que se equivoca

Hace unas semanas escribí un artículo en mi blog donde hablaba de las posibles consecuencias del adelanto del prime time, una iniciativa que si bien merece un aplauso tiene unas consecuencias devastadoras en cuanto a datos de audiencia se refiere.

La decisión de retirar 'TVEmos' supuso un cambio en los horarios de la cadena pública y ahora todo empieza alrededor de las 22h10, eso permite que muchas películas y series acaben antes de las doce de la noche.

Hasta ahora La 2 era la única cadena que apostaba por esos horarios, pudiendo tirar incluso del doble prime time con dos ofertas interesantes que acaben a las doce (algo que de momento descartamos en La 1 por cuestiones presupuestarias).

El caso más exagerado es el de 'Diarios de la cuarentena' y es que la ficción (semanal) acaba no más tarde de las 22h40 los martes, veinte minutos antes de que Antena 3 termine su access o Telecinco cambie 'Supervivientes' de cadena a cuatroº.

...pero ineficaz en cuanto a audiencias se refiere

No se trata únicamente de perder cuota de pantalla, si no también muchos espectadores, uno de los problemas a los que se está enfrentando La 1 con ello.

Adelantar el prime time supone verse las caras contra la dura competencia de 'El Hormiguero', además del tradicional enfrentamiento a 'Supervivientes'... Una mortal competencia que supone una caída drástica de espectadores aunque sea en una franja de mayor consumo.

De hecho, al hundirse en esa franja de mayor consumo, la media diaria se ve lastrada hasta el punto de que ayer con la decente 'El nombre de la rosa' anotó un 5% y quedó cuarta opción en el día con un desastroso 7,5%, superada incluso por laSexta.

Para una cadena grande como es La 1, ser superada por una cadena de segunda generación como laSexta es toda una humillación y tampoco puede permitirse convertirse en un canal residual (si bien las audiencias no deben ser tampoco su guerra).

La solución quizás pase por hacer programas más atractivos en su day time y aportar un toque más fresco y moderno al canal, algo que le han sentado bien a unos Telediarios, que vagando por el solar que es la programación del canal, son el referente en días clave donde la audiencia demanda información estando "tú a tú" con laSexta, por lo que se demuestra que el público está allí y deben luchar por conquistarlo.

Esta vez es TVE quien tiene razón

La televisión pública se equivoca muchísimas veces, más de las que debería, eso no quita que su papel sea esencial para salvaguardar la identidad cultural de nuestro país ante la amenaza de la ultraderecha y también multinacionales que hacen más daño de lo que ayudan a la industria.

Pero esta vez es TVE quien tiene la razón absoluta, aunque pudiera hacer un 0% de audiencia la seguiría teniendo.

La mala costumbre que ha cogido el público por culpa de determinados espacios que terminan a horas indecentes han terminado siendo el principal lastre de la televisión en abierto, favoreciendo así a las plataformas, cuyas series tienen mayor éxito (¡sin ser mejores!) al no estar sometidas a horarios imposibles.

Hay que asumir que el buen rendimiento del access en Antena 3 o los programas estirados hasta el infinito de Telecinco difícilmente provocarán un cambio en el panorama televisivo actual pero TVE debe ser mejor que ellas dos (en muchos aspectos ya lo es) y nunca sacrificar la calidad de sus contenidos por números de audiencia.

Y sacrificar calidad también es destinarlo a un horario complicado cuando al día siguiente toca madrugar, aunque ese espectador esté dispuesto a quedarse hasta tarde, hay que luchar por hacerle ver que se equivoca... Eso sí, con mejor promoción de los espacios.

Lo que todavía tienen que solucionar

Adelantar el prime time está muy bien pero no sirve de nada si no acortas la duración de determinados espacios para que terminen a horas decentes, una de las cuentas pendientes que todavía tiene TVE.

El pasado lunes 'Masterchef' terminó sobre la 1h45, a pesar de tener un buen programa después como 'Comerse el mundo' con Javier Peña que merece mejor trato.

Casi cuatro horas de gala es una bestialidad y el formato exige un recorte de duración para poder hacerse más ameno y saludable y a su vez eliminar ciertas partes morbosas que sobran en la televisión pública.

Otra de las prácticas que deben dejarse es la del troceo de datos y es que no se pueden utilizar las mismas tácticas de maquillaje que las televisiones privadas, porque es ridículo.

Puede que muchas veces TVE se equivoque pero esta vez ha sido el público quien ha dejado de lado a la televisión pública cuando ésta le ha tenido la mano por su bien, sin embargo, son estas cosas las que hacen de La 1 algo mejor que Antena 3 y Telecinco, aunque todavía haya mucho que mejorar.