
Y es que, aunque la dirección de José Pablo López y Sergio Calderón se echa medallas constantes afirmando que TVE es el motor del audiovisual español (lo cual es cierto), el resultado se consigue más a pesar de ellos que gracias. Una situación que deja cada vez en una situación más precaria a este sector y, sobre todo, que supone una pérdida de identidad para nuestra industria si la televisión pública le da la espalda.

No es que la televisión pública dejara de ser importante, ahí estaba en muchas ocasiones para lo que tenía que estar, pero en el día a día estuvo alejada de las dos principales cadenas privadas alejándose cada vez más del 10%.
A partir del 2022, coincidiendo con el declive de Telecinco, La 1 empezó a remontar hasta llegar a hoy en día, su mejor momento desde principios de 2012, incluso acercándose al liderazgo.
Pero que el éxito no nos desvíe de lo importante: hay que extirpar determinados males para poder celebrar de verdad esta situación.
Lo que hay que solucionar
¡Fuera La Osa de RTVE!

La diana ésta me viene que ni pintado.
Una de las razones por las que apoyaré la caída de José Pablo, pese a la mejora de audiencia de la cadena, es ésta. Su turbio interés por enchufar a la productora de 'Sálvame' en la televisión pública pese a estar investigada por espionaje a famosos es algo injustificable independientemente de cómo sean el resto de aciertos.
El fichaje de los rostros de 'Sálvame' para hacer algo como 'La familia de la tele' ya era cuestionable en sí pero más aún que este espacio fuera un no proyecto improvisado al que se le destinó muchísimo dinero.
Peor aún es que esta productora toque temas serios a nivel informativo con su presencia en programas como 'Directo al grano' o 'Malas lenguas', que caen en muchas ocasiones en el sensacionalismo más banal y que, si bien están haciendo buenos datos, no dejan de ser lo menos competitivo de la programación diaria de la cadena y que, a la larga, otras ofertas de mayor calidad y menor bucle podrían igualar sus resultados.
Cabe destacar que, según la normativa interna, el 100% de los contenidos informativos deben hacerse con recursos propios de RTVE y esa ley es algo sagrado que se está vulnerando, acabando como una privatización del derecho a la información, algo demasiado serio que compromete a nuestra democracia y que ha invadido gran parte de la programación de La 1 metiéndola en un bucle y una parte más pequeña de La 2.
STOP famosos haciendo tonterías

Puedo entender que haya ocasiones en las que TVE apueste por un entretenimiento algo menos sesudo para atraer a la audiencia, ya que también tiene esa función, pero ¿por qué siempre con famosos? ¿Y por qué tantos formatos así?
No hay dato que sustente el multiplicar este tipo de formatos por la parrilla de La 1 ya que no tienen ningún valor como servicio público pero tampoco han sido acompañados por la audiencia. Todavía 'Masterchef', lejos de lo que llegó a ser, puede hacer datos medianamente satisfactorios pero el resto han sido un fracaso que les cuesta horrores llegar al 10% incluso maquillando la cuota de pantalla hasta las tantas.
Se están dando prisa para estrenar 'Hasta el fin del mundo' lo antes posible pese a que todavía no está grabado y, a la vez, van a llegar 'DecoMasters', 'Maestros de la costura Celebrity 2' y 'Top Chef: Dulces y famosos', junto a nuevas ediciones de 'Masterchef'. Una plaga que se reproduce más y más pese a la escasa utilidad que tienen estos contenidos y que fomentan unas ideas repulsivamente neoliberales que no deberían tener cabida en una televisión que se presume educativa y que se ha puesto la etiqueta (falsamente) de progresista.
¿Ficción nacional?

Ésta es una de las cosas que más rabia me están dando como defensor del papel de la ficción como servicio público: a La 1 le dan alergia las series y el cine español y los está apartando de su parrilla mientras gana cada vez más presencia la telebasura que enriquece a famosos de fortunas cuestionables.
La llegada de 'Sin gluten' se ha saldado con una (no tan) inesperada sorpresa: la comedia protagonizada por Diego Martín triunfó en su estreno con un sensacional 17% de share.
Sin embargo, no todo resplandece: emitida a doble capítulo recortando partes y pudiendo verse entera en Prime Video antes que en La 1 borrando de un plumazo la marca asociada a TVE en el producto. TVE paga la promoción, Prime Video disfruta del reconocimiento y éxito.

Sin embargo, no todo lo que se filmó llegó a emitirse, la Filmoteca conserva más de 4.000 archivos guardados. RTVE y Minoria Absoluta han rescatado una parte de éstos en 'Los archivos secretos del NO-DO', una serie documental de seis capítulos que hace un divertido repaso a una parte reciente de lo que sucedía en este país.

Una de ésas ha sido 'Alien: Planeta Tierra', una precuela de la mítica película, bajo la batuta de Noah Hawley que deposita ideas muy prometedoras que descarrilan.

Desde hace una década, las TV movies alemanas han ocupado un hueco importante en las sobremesas y tardes de fin de semana en La 1 al ser un producto barato y propenso a constantes reemisiones, pero desde hace unos meses la cadena ha tenido un interesante cambio de estrategia que ha dado con buenos resultados.

Es fascinante la obsesión que tienen una parte de los fans de 'Doctor Who' en tratar de convertir una serie orientada a un público familiar en algo más oscuro y maduro con la falsa creencia de que será mejor.
En especial, la comparación constante con 'Andor', una gran serie que ha roto los moldes en el universo 'Star Wars' pero que funciona principalmente como spin-off y no como el producto madre. Pero sobre todo, recordar que 'Doctor Who' es una superviviente en una época complicada para la televisión generalista gracias a cumplir una función muy concreta.

Nueva versión del clásico de Alejandro Dumas. La 2 de TVE ha estrenado este verano la miniserie francoitaliana de 'El conde de Montecristo', nueva adaptación de la mítica novela homónima que ha sido todo un enorme éxito para la cadena y ha agitado las audiencias veraniegas.
Bille August ('La casa de los espíritus') dirige esta serie protagonizada por Sam Claflin ('Todos quieren a Daisy Jones') y que cuenta con Jeremy Irons de estrella invitada.

No siempre ha funcionado, muchas de estas series no son del todo buenas, pero la tercera temporada de 'Torchwood' es esa fascinante excepción que demuestra que merece la pena intentarlo.

Pero a veces, voces propias con ideas geniales pueden hacer pequeñas grandes sorpresas como 'Superestar', un acertado estudio sobre el fenómeno del "tamarismo" de la mano de Nacho Vigalondo y producida por los Javis para Netflix. El producto más surrealista de la televisión de este año que, desde luego, es difícil de analizar.
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