Tristemente, la actual directiva presidida por José Pablo López está más interesada en el entretenimiento comercial y en programas propios de Telecinco que aguantan con una paciencia mayor de la normal, lo cual es una vergüenza.
Y el próximo caso de esto es el estreno de 'La frontera', el nuevo thriller sobre la lucha contra ETA, que se podrá ver entero en Prime Video antes que en TVE.
'Doctor Who' acaba de despedir su décimoquinta temporada, la segunda tras el regreso de Russell T. Davies y, desgraciadamente, la última de Ncuti Gatwa como el 15º Doctor.
Una tanda de capítulos que no dejará indiferente a nadie tras la mejor racha desde la marcha de Peter Capaldi, con un futuro confirmado pero con una dirección repleta de dudas.
Pero sea cual sea el futuro de 'Doctor Who', cerramos una etapa muy interesante pero demasiado breve hablando de historias, muchas historias. Una temporada sobre pequeñas y grandes historias.
Las aventuras del Doctor y Belinda
Uno de los desaciertos que ha tenido esta temporada es que a partir del cuarto episodio no han sabido qué hacer con Belinda. Un personaje que debutó por la puerta grande y con una dinámica muy diferente a lo que habíamos tenido hasta la fecha que terminó siendo más genérica y secundaria de la cuenta.
Y es una pena porque Varada Sethu ha estado fantástica como actriz, especialmente en los tres primeros episodios.
¡Pero oye, todos los capítulos han sido muy buenos!
Con una tónica similar a la temporada pasada, 'Doctor Who' sigue apostando por historias únicas y creativas con un talento más diverso que nunca.
En ese sentido, 'Lux' ha sido mi capítulo favorito de la temporada y uno de los mejores de esta era, la aventura ambientada en el Miami de principios de los 50 donde el Doctor y ella se enfrentan a un dibujo animado y acaban siendo parte de un show de ficción con errores de continuidad y conociendo a sus fans.
Pero también he disfrutado encarecidamente de 'The Well', la secuela de 'Midnight', que recupera al ente misterioso fiel al espíritu de tensión y emoción que la historia original.
Este talento diverso nos ha dado 'The Story & The Engine', con el que hemos ido hasta Nigeria en el año 2019 con un capítulo escrito por un poeta de allí, acercándonos a la mitología africana.
Y también hemos sido testigos de una visita a un Eurovisión espacial en 'The Interstellar Song Contest', el episodio más caro de la serie, escrito por la guionista trans Juno Dawson.
Todo mientras el Doctor y Belinda trataban de volver a casa el 24 de mayo de 2025 mientras la TARDIS no les dejaba.
Una 'Ally McBeal' a la española de casos procedimentales que visibiliza el tener que vivir con TOC mientras nos mete combinando con humor y drama cada semana un caso distinto.
Protagonizada por Elena Rivera y Manu Baqueiro, la serie próximamente se podrá ver en Antena 3.
AppleTV ha estrenado este año 'The Studio', una nueva comedia del actor y también guionista que muestra el día a día de unos estudios de cine que luchan por salir adelante en un sector complicado. Con problemas, muchos problemas, de lo más surrealistas.
Una de las grandes joyas de la televisión actual que ha confirmado que regresará con nuevos episodios que esperemos que no se retrasen mucho. De momento, su primera temporada ha sido "absoluto cine".
Una distopía en un futuro cercano a través de la vida de una familia desde 2019 hasta 2034, arrancando con el nacimiento de un nuevo miembro.
En un momento de amplio deseo de propaganda y aperturismo de la dictadura, Franco decide que RTVE debe apostar fuerte por Eurovisión y, con ello, empieza una larga intrahistoria que da pie a 'La canción'.
Es necesario recordar que el primer 'Star Wars' es un producto de su época mientras que 'Star Trek' ya era diversa e interracial en los años 60.
A finales de los 80, Reino Unido se encontraba en un momento de máxima polarización (al que parece querer regresar tras el Brexit y el auge de Reform) con Margaret Thatcher y sus políticas ultraliberales al mando: desde esa posición 'Doctor Who' abrazó el marxismo con un equipo de guionistas capitaneados por Andrew Cartmel que hicieron aventuras críticas contra aquel gobierno.
El sesgo progresista siguió con Russell T. Davies trayendo de vuelta la ficción en 2005 y siguió con Steven Moffat, que durante la era Capaldi supervisó un episodio que cuestionó el capitalismo como sistema. Sin embargo, los trolls de Internet no empezaron a actuar hasta que el papel del Doctor no pasó a ser interpretado por una mujer.
Durante los años de Chibnall, la serie fue acusada de "woke" y cierto sector ultraconservador ansiaba el regreso de Davies porque creían que acabaría con "lo político"... Criaturitas.
Ncuti Gatwa es el primer actor negro en interpretar al Doctor y la serie quiere que lo sepas. Porque es un producto de la BBC y su vocación educativa como servicio público estará siempre presente.
De 'Rosa' a la era RTD-2
Con el tiempo la popularidad del episodio ha caído en picado, pero en su momento fue muy aplaudido: en la tercera aventura de Jodie Whittaker como la Doctor, sus protagonistas conocieron a Rosa Parks a escasos días de que se negara a levantarse del asiento.
Una aventura ambientada en Alabama a mitades de los años 50 que tiene todas las buenas intenciones del mundo pero que resulta fallido por muchas razones.
La primera lo mal que actúa Tosin Cole el mostrar la acción de la activista como algo improvisado y no de verdad deliberado, pero también el reducir todos los movimientos sociales a un solo hecho concreto cuando la lucha ha estado llena de pequeños gestos que han cambiado la historia.
La escasa complejidad que posee el villano interpretado también por el poco carismático Josh Bowman hace que también sea difícil meterse en la trama cuando su única motivación es ser un racista que quiere evitar un hecho concreto para acabar con la lucha de los movimientos civiles para siempre. Plan sin fisuras.
Por no hablar del hecho de que nuestros protagonistas se ven obligados a hacer el acto racista para que la historia siga su curso, lo cual deja un mensaje un tanto... Em... Confuso.
Mucho más interesantes son personajes como Lindy Pepper-Bean o Conrad Clark, gracias también en parte a una mejor elección de cásting, que aunque parten de un giro de guion similar representan dos tipos distintos de fascismo.
Una fantástica Callie Cooke protagoniza el episodio 'Dot and Bubble', al más puro estilo 'Black Mirror', narra la supervivencia de una mujer que ha vivido siempre encerrada en su propia burbuja social y no conoce el mundo exterior y que, cuando por fin tenía posibilidades de vivir, decide no aceptar la ayuda del Doctor por ser negro, algo que condena a ella y a toda su especie a una muerte segura al estar perdidos en un mundo desconocido.
Ella sí había aceptado la ayuda de alguien similar a nuestro Doctor, un tal Ricky September, porque era blanco y rubio, aunque al final lo dejó morir para salvarse ella.
Pero Lindy es un personaje criado en un mundo de privilegios y sobreproteccionismo de la realidad, Conrad en cambio es un tipo mucho más inteligente y, por ello, mucho más peligroso.
Pese su apariencia de Príncipe Disney (Eric de 'La Sirenita' live action concretamente), Jonah Hauer-King está magnífico como un influencer de extrema derecha que busca desestabilizar la democracia poniendo el foco en las instituciones y los más vulnerables erigiéndose él como el mártir de un sistema corrupto mientras se aprovecha de Ruby para llegar lo más lejos posible.
Aunque Conrad no ha sido directamente racista, no me extrañaría en absoluto que lo fuera, pero representa ese neofascismo que 'Years and Years' nos contó que se pondría de moda en un futuro que ya es presente.
Si Lindy es un personaje de 'Black Mirror', Conrad lo es de 'Years and Years', siendo la segunda el tono que más se asemeja al 'Doctor Who' actual especialmente porque comparten el mismo showrunner, Russell T. Davies, que ha cambiado respecto a su primera etapa.
Sin embargo, Conrad no incomoda tanto a nuestro Doctor como hizo Lindy, el cual se sintió impotente porque nunca se había visto en una situación así y le costó procesar el haber sido durante todo el capítulo víctima de agresiones racistas.
Es una situación muy frustrante ver cómo TVE entra en una espiral de autodestrucción al estar sometida a los intereses de una productora privada con deseo de monopolizar la programación de La 1.
El resultado ha salido mal, pero hemos rozado la catástrofe con 'La familia de la tele', un cadáver que se puede llevar consigo a una cadena entera por intentar reanimar el muerto. El peligroso capricho de José Pablo López y Sergio Calderón les lleva a cometer locuras que afectan a sus seriales de tarde pero sobre todo al prestigio y la credibilidad de la televisión pública.
TV3 estrenó el pasado 24 de marzo 'El mal invisible', su nuevo thriller del creador de 'Nit i dia' Lluís Arcarazo, protagonizado por el doble ganador del Goya David Verdaguer y Ángela Cervantes.
Ambientada en la Barcelona de 2020, narra la persecución contra un asesino en serie que se dedicaba a matar a sintecho, inspirada en hechos reales.