Mercè, la mujer de las 1001 lágrimas de 'Saber y Ganar'

Hace ya tiempo que una nueva concursante llegó al exitoso programa de La 2 'Saber y Ganar'. Su nombre es Mercè Gil, vive en la pequeña localidad de Sant Joan de Vilatorrada, Manresa (Barcelona) y trabaja como comerciante informática.

Esta concursante realmente merece una mención especial al resto de sus compañeros: durante todos los programas que ha estado concursando hasta ahora, siempre en algún momento, especialmente cuando va a 'La Parte por el Todo' (concursante con mayor puntuación), la hemos podido ver derramando alguna que otra lágrima y muy emocionada.

Todos los espectadores hemos estado durante sus diez primeros programas sin saber el origen y motivo de estas lágrimas; pero en este décimo programa pudimos conocer la razón: Mercè, al proclamarse como la octava concursante magnífica del 2011 (única mujer), al superar los 7.000 euros, nos dedicó estas palabras llenas de emoción:

Como explicó Jordi, Marcè, hace cuatro meses, tuvo un accidente automovilístico terrible, y ha vuelto a nacer; y toda esa lista de agradecimientos son las personas que la ayudaron de salir de ese accidente.

Pero ese hecho no ha sumido en absoluto a Mercè en una profunda depresión ni nada parecido; sino todo lo contrario: Mercè es una mujer llena de energía y vitalidad que tiene ganas de disfrutar de la vida, vida que por poco un accidente se la quita.

Tanto dentro de plató como fuera de éste, Mercè siempre tiene ganas de reír y de pasárselo bien, y eso se nota en la alegría que desprende; incluso Jordi la apoda la terremoto de Manresa. Algunas personas han mostrado su contrariedad a el comportamiento de Mercè en plató, diciendo incluso que es insoportable y que han dejado de ver el programa por no verla.

Pero desde aquí le decimos, e incluso le pedimos que no cambie ni lo más mínimo. Es una mujer repleta de energía y con ganas de hacer cosas. Desprende vitalidad allí por donde va; y no sólo eso, sino que demuestra continuamente su inteligencia, deducción y sabiduría. Si alguna vez lee esto, Mercè, sea usted misma, y gracias.