Quien baila, su mal espanta

Muchas cosas son las que me tienen embelesado del mundo de la televisión, pero entre todas ellas hay una que me encanta. Y no, no me estoy refiriendo al tanga de Mariló Montero. Hablo del funcionamiento ciclotímico al que nos someten las principales cadenas de televisión quienes, empeñadas en hacerse la vida imposible las unas a las otras, entran en una batalla de formatos que ríete tú de los enfrentamientos que se pueden montar una tarde cualquiera en Sálvame entre bandejas de bollos y mediasnoches. Si el año pasado asistíamos con pasmo a la carrera entre Telecinco y Antena 3 por parir el mejor programa de famosos saltando desde un trampolín (yo sigo sin verle la gracia al tema, oye, qué queréis que os diga) y ahora vivimos inmersos en una interminable pelea por ver quién tiene el talent o docureality culinario más apetitoso (perdón por el juego de palabras cutre a lo Vertele), ya podemos agarrarnos los palos del sombrajo porque se avecina otro cansino duelo a tres: el de los bailes, las coreografías y lo que viene siendo el meneo corporal con más o menos gracia mientras suenan éxitos de ayer, hoy y siempre.

La veda la abrió Antena 3 pocos días antes de Navidad. La cadena, quizá ancogojada al ver que la tercera edición de Tu cara me suena se acerca a su final y que no poseen ningún otro programón en cartera que les haga seguir plantando cara a Telecinco en el liderazgo mensual, decidió dejar de lado las sartenes, cacerolas y pelapatatas para buscar su nuevo programa estrella del prime time. Descartada (supongo) la opción de hacer un TopChef VIP tras el fatídico precedente de Esta cocina es un infierno en Telecinco allá por el 2006, optaron por seguir aprovechándose de famosos con tirón y ponerles a bailar. Pero como el formato ya existe, pues han decidido hacer que bailen por parejas y entre ellos. Tal derroche de creatividad llevará como título el no menos creativo ¡A bailar!, y Antena 3 lo anunció con boato y algarabía días antes de que España entera se abandonase a los turrones.

Telecinco, que como todos sabemos se pica más rápido que Ylenia de Gandía Shore, soltó a las pocas horas que recuperaba Más que baile. Con dos cojones. La cadena amiga, envalentonada con la posibilidad de volver a pasarle la mano por la cara a Antena 3 como ya hizo con Mira quién salta contra Splash, volvía así a recuperar el único programa que no le han cancelado a Pilar Rubio en Telecinco tras años esperando en un cajón.

Pero cuando todo parecía dat i beneït, que decimos los catalanes, va La 1 y hace un triple salto mortal al anunciar, justo después del discurso del Rey (del de España) de Nochebuena, que "muy pronto" volvía Mira quién baila a La 1. Y aquí es cuando yo me quedé más perplejamente aterrorizado. No sólo entraba la tele pública en esta especie de torneo pantelevisivo del baile, sino que ponía sus cojones sobre la mesa diciéndole a Telecinco: no te pases de listo, que ya veremos quién hace MQB.

Ajenas completamente a la confusa Navidad que pasé yo preguntándome sin cesar cómo se solucionaría este marrón televisivo, las cadenas decidieron dejar de lado el tema hasta pasao fiestas (cual buen albañil español al que le pides una reforma urgente a principios de diciembre). Con el roscón de Reyes aún intentando ser asimilado por un sistema digestivo que reclamava a gritos piedad y clemencia, La 1 confirmaba a Maribel de Masterchef como primera concursante del nuevo Mira quién baila, al tiempo que se rumoreaba también la presencia de Mari-Low Montero. Telecinco, mientras tanto, seguía sin mover ficha.

No fue hasta el pasado 16 de enero cuando Telecinco se pronunció al respecto: derrotada en su terreno (La 1 le había arrebatado de nuevo la productora y el formato, de cuyo nombre seguía poseyendo los derechos), se liaron la manta a la cabeza con una de las ideas más peregrinas que se recuerdan. Mantenían el nombre Más que baile, sí, pero transformaban el formato en un talent show de gente anónima haciendo coreografías de patinaje sobre ruedas. Vamos, que si lo de La 1 fue un triple salto mortal, lo de Telecinco ha sido un mortal p'atrás con tirabuzón y bigudíes.

Yo, que todavía recuerdo con pavor cuando la cadena amiga decidió estrenar Desafío bajo cero y poner a patinar sobre hielo a sujetos de la talla de Lidia Reyes, Elsa Anka, Paco Morales o Daniel Ducruet con su consiguiente fracaso de audiencia, no puedo evitar preguntarme si realmente creen en Telecinco que este nuevo Más que baile es una buena idea.

Mientras tanto, y con un absoluto silencio por parte de Antena 3 al respecto de ¡A bailar!, el lunes empezará en La 1 un nuevo Mira quién baila. Esta nueva etapa, que prescinde de la sempiterna Anne Igartiburu para cederle el honor de presentar a Jaime Cantizano, contará con lo que comúnmente se conoce como famosos baratos: la ya mencionada Maribel de Masterchef, Marina Danko, Corina (de Un príncipe para ídem), Colate o Miguel Abellán serán los que se someterán a las coreografías de Poty (sí, otra vez) y los veredictos de Norma Duval (que es muy PP y pega mucho con la ranciedad casposa a lo Wert que envuelve ahora la tele pública de Ejpaña) y Noemí Galera (sí, otra vez).

Lo que no sabemos es si habrá alguno de estos concursantes que continúe con la tradición que instauró Belén Esteban de meterse un tirito antes de salir a bailar.