Qué podemos esperar de 'Cámbiame'

Una de las grandes carencias del panorama televisivo actual quedará resuelta a partir del próximo lunes. Y no, no me estoy refiriendo a los concursos de gran formato tipo El gran juego de la oca o Fort Boyard, sino a los programas de cambio de imagen. Tras el discreto paso de David de Jorge y su Robin Food por Telecinco, la cadena amiga ha decidido cambiar los pucheros por la brocha de maquillaje y estrenar su gran apuesta para el verano, Cámbiame, en su lugar.

Vamos a empezar por lo bueno: la mecánica. Aunque podrían haber optado por hacer entregas individuales con forma de docureality mostrando el proceso de superación de cada uno de los candidatos, con bien de drama y lloros al estilo del Ya no estoy gordo de la MTV, La Fábrica de la Tele le ha dado una pequeña vuelta de tuerca al formato y ha incorporado lo que tanto gusta en otros programas como La Voz: convencer al jurado.

Mientras en el talent musical la idea es impresionarles con su poderío vocal, aquí la idea es que te vean con un aspecto tan lamentable que sientan compasión de tus pintas y decidan pasarte por chapa y pintura. Los candidatos a ser adecentados deberán llevar a cabo este proceso de autohumillación ante un jurado compuesto por tres estilistas, que también se encargarán de ser quienes obren el milagro de convertir a gárgolas en bellas cariátides.

Esta ardua tarea correrá a cargo de Cristina Rodríguez -a quien primero conocimos y después amamos en Supermodelo-, Pelayo Díaz -el digital influencer (sic) que da el salto definitivo a la tele tras varios coqueteos con el medio- y Natalia Ferviú -también estilista, aunque menos conocida-. Marta Torné, que vuelve a Telecinco tras la segunda cancelación de Hable con ellas, será la encargada de presentar Cámbiame.

El jurado tendrá 90 segundos para decidir si la persona que se les aparece en frente merece ser convertida en un grácil cisne o, por el contrario, debe seguir viviendo la vida desde la mediocridad estética. Todo esto tendrá lugar en un plató con una pasarela mecánica como las de los aeropuertos, que llevará a los aspirantes hacia el jurado durante estos 90 segundos que deberán emplear en hacerles ver al trío de estilistas lo miserable que es su vida y cuánto necesitan un cambio de imagen.

Hasta aquí todo muy bien y muy entretenido. Pero la pregunta del millón es la siguiente: ¿Conseguirá Cámbiame convencer a la audiencia y mejorar los datos de esta franja maldita? La intuición me dice a mí que no, y os voy a explicar por qué. El primer motivo que me hace desconfiar del buen funcionamiento de Cámbiame es la hora de emisión. Algo me dice que la hora de la comida no es el mejor momento para ver cómo cardan pelos, maquillan párpados, depilan ingles y constriñen lorzas. Y aunque, repito, la idea del programa es buena, lo veo más como previo al informativo de la noche.

Esto me lleva al segundo motivo por el que creo que Cámbiame no destacará: la cadena. En el supuesto caso de que fuese a emitirse antes de las noticias, Telecinco no sería ni de broma el canal en el que se vería (¡a ver quién es el guapo que quita Pasapalabra!), con lo que Cámbiame podría ser la palanca de cambio que insuflase algo de vida a las ya de por sí moribundas tardes de Cuatro. La otrora cadena de Sogecable tiene la programación de tarde más lamentable de las cadenas generalistas y, combinando Cámbiame con un magacín ameno, hasta conseguiría levantar un poco sus paupérrimos datos de audiencia.

Bien es cierto que Cámbiame también podría encajar en Divinity, pero por la pasta que debe costar este programa no creo que fuese demasiado rentable relegarlo a la cadena de los cupcakes y vestidos de novia. Sin embargo, y volviendo al hueco dejado por Robin Food, sí que veo a Cazamariposas a las 14.15 de la tarde en Telecinco: ubicada justo después de Mujeres y hombres y viceversa, esta Cuore televisada podría ser una seria competencia para el Corazón de La 1 y conseguir levantar esta franja horaria en Telecinco.

Cábalas televisivas aparte, ¿cuál creéis que será el futuro de Cámbiame en Telecinco? ¿Triunfará a pesar de tener una sintonía en la que Soraya versiona el Todos me miran de Gloria Trevi? ¿Durará todo el verano? ¿Tendrá continuidad más allá de septiembre?

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