Lo de Alba Carrillo: ¿nos hemos vuelto locos?

Esta ola de calor tremenda que estamos sufriendo por todas las Españas está empezando a tener consecuencias funestas para nuestro raciocinio. No sé si os habéis dado cuenta, pero podríamos establecer un paralelismo entre la llegada del calor (con todo el ablandamiento y desencorsetamiento que ello conlleva) y uno de los acontecimientos más surrealistas que hemos vivido televisivamente en años. ¿La marcha de Mercedes Milá de Gran Hermano? No, el culebrón de Alba Carrillo y Feliciano López.

No sé a vosotros, pero a mí todo esto me tiene en un estado a medio camino entre el estupor, la incredulidad y la necesidad de saber más a cada minuto. Si tuviese que hacer un ranking con los momentazos top del drama que tan inteligentemente se ha montado esta chica, no sabría qué lo encabezaría. ¿El posado robado de ella llorando en las Azores con un sudadera que pone 'Happy'? ¿La portada del ¡Hola! que con todo su coño se ha marcado la madre? ¿El reportaje (también en ¡Hola!, hay que ver qué nivel) de Alba contando la ruptura con cara de tener dolor de estómago? ¿Su fichaje por Telecinco para copresentar Hable con ellas? ¿La amenaza de Feliciano de llamar a la policía para que se vaya de su casa? A mí este drama me está dando la vida en estos días previos a las vacaciones.

Pero echemos la vista atrás. Como fieles seguidores de Teuvemix en particular y la tele en general, sabréis que Alba Carrillo salió de ese inconmensurable programa llamado Superpomelo Supermodelo. En concreto, Alba participó en la mejor edición de todas, la que acabaría ganando Noelia López en 2007. Ya allí apuntaba maneras, pero ni los calificativos de 'mala', 'fría' o 'calculadora' que le regalaban (regalábamos) por aquella época podían presagiar el berenjenal que esta zagala ha montado en las últimas semanas.

Ahora (en el cuarto párrafo, sí, lo sé) es cuando retomo la pregunta que planteo en el titular: ¿nos hemos vuelto locos? ¿Tan desolado está el panorama del famoseo que tiene que ser Alba Carrillo quien tenga a todo el mundo del corazón dando vueltas a su alrededor? ¿En realidad va a ser el drama de esta chica la historia del verano? Vale que hace unos años tuvimos el gran tema de las chorbas de Amador Mohedano -gracias a las que descubrimos que el ex de Rosa Benito lo come muy bien- pero, ¿es necesario que ahora la historia más top del verano sea esta?

Hace unos meses, muchos habrían reaccionado con un "Alba who?" cuando les intentasen contar alguna cosa de la vida de esta moza. Hoy, en cambio, todo colaborador resulta ser amigo de ella o tener una relación cercana con su madre. Otra cosa no, pero hay que reconocerle a esta chica el don de la oportunidad y la vista que ha tenido para conseguir pasar por delante de Chabelita en el ranking de famosas a las que despellejar.

No hace falta ser un lince para ver que en La Fábrica de la Tele llevan frotándose las manos desde hace tantas semanas que ya las deben tener en carne viva: la manera en que están cebando al personal con el regreso de Hable con ellas no es ni medio normal, y tiene toda la pinta que el estreno del programa va a traer bajo el brazo declaraciones exclusivas de Alba poniendo a parir, una vez más, a Feliciano.

Vamos, que este año a Telecinco no le hace falta un reality de serie Z para hacer caja veraniega: ya han encontrado en Alba Carrillo a su historia del verano. Sus apariciones en Hable con ellas más algún que otro polideluxe que seguro que acabará cayendo le salvarán los muebles a Telecinco, que también podrá contar con los estertores de la victoria de Yola Berrocal Jorge en Supervivientes y el drama de Mila Ximénez tras su paso por la isla.

Que Alba está deseando abrir el cajón de mierda y esparcir su contenido por cuantos más sitios mejor es algo que no se le escapa a nadie. Y creo que no soy el único que está expectante ante estos meses de aireamiento de trapos sucios que nos esperan, porque pueden ser de lo más divertido que nos encontremos en verano. Además, de alguna manera tendremos que matar el tiempo hasta que empiece Gran Hermano 17, ¿no? Pues eso.

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