Gran Hermano 15 se enfrentará mañana a la expulsión más trascendental en lo que va de concurso. Dos de los tres protagonistas sobre cuyas cabezas han girado las tramas más interesantes de esta edición están nominados, y se expulse a quien se expulse la vida en la casa va a dar un giro. De más o menos grados, pero giro al fin y al cabo.
Os seré sinceros: no tengo claro a quién hay que echar. Desde el jueves he estado debatiéndome entre diversas opciones y decantándome por uno u otro, pero tras multitud de discusiones internas -al estilo de las de Raquel Mosquera en la ventana de la López Ibor- he decidido exponer aquí los pros y contras de la expulsión de cada uno de ellos para que me ayudéis a dirimir, oh preclaros lectores, la duda sobre quién debe abandonar mañana la casa.
Omar
Pros: Él es el único responsable de la que se ha liado en la casa y de haber jugado a dos bandas con Paula y Lucía. Cualquier persona con dos dedos de frente debería sentir rechazo hacia este individuo que, aunque tanto se jacta y tanto se las da de respetuoso, ha conseguido tener a toda la casa y a la mayor parte de la audiencia en su contra. Con su expulsión se relajaría el ambiente en la casa y ayudaría a que las tramas del resto de concursantes (que los hay, aunque a veces no lo parezca) se desarrollaran un pelín más. Además, sería interesante ver cómo evoluciona la relación entre Lucía y Paula sin Omar de por medio.
Contras: Es el protagonista indiscutible de esta edición (sin él no habría tenido lugar este sainete amatorio de extrarradio que nos tiene pegados a la tele desde hace semanas) y su ausencia se notará, tanto en la casa como en la audiencia. Las figuras oscuras e impredecibles como él son necesarias en Gran Hermano y, como sabemos que ganar no ganará, quizá sería conveniente dejarle en la casa unas semanas más.
Jonathan
Pros: Es el personaje más prescindible de los tres nominados. Lo más relevante que ha hecho ha sido acercarse a Yoli (con sus posteriores magreo, arrepentimiento y desconsolado llanto por tocar unas carnes que no son las que debería), pero no nos ha proporcionado más momentos memorables. Además, es el comodín perfecto si lo que realmente queremos es mantener el triángulo entre Omar, Paula y Lucía.
Contras: La primera y más grande es que no se lo merece. Sería una víctima de la audiencia que, maquiavélica y sibilina, le habría sacrificado para seguir alimentando el mal rollo entre Paula, Omar y Lucía y ver si estalla con bien de víctimas, restos humanos y vísceras esparcidas. Su expulsión también podría convertir a Juanma en más mueble de lo que ya es, y se disputaría con Hugo y Azahara el premio a concursante más insulso de GH15.
Lucía
Pros: Sinceramente, el único motivo que veo para expulsar a Lucía es que se le llena la boca hablando de respeto hacia los demás pero escupe en ese respeto que tanto pregona cuando alguien que no le gusta se le cruza por delante. Su expulsión sería interesante también por ver cómo reacciona Omar al volverse a ver de nuevo a solas con Paula, por el morbo de ver si el de la gorra y miss Piña bebé volverían a retozar como conejos en la pradera mientras Lucía se vuelve loca de celos.
Contras: Expulsar a Lucía puede hacernos caer en el mismo error en el que caímos al expulsar a Nagore en GH11. Toda edición de Gran Hermano necesita una mala que no se corte ni un pelo y que nos regale frases lapidarias, por lo que mantenerla en la casa varias semanitas más puede reportarnos momentos impagables. Recordad: sus grandes broncas con Omar o con Paula todavía no han llegado, y si sale de Gran Hermano jamás llegarán.
Visto lo visto, ¿quién debe abandonar mañana Gran Hermano 15?
¡Recuerda que también puedes seguir a Teuvemix en Facebook y en Twitter!
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte