Especial Eurovisión 2017: Segunda semifinal

Casi sin tiempo a respirar después de la semifinal de anoche en la que se clasificaron Moldavia, Azerbaiyán, Grecia, Suecia, Portugal, Polonia, Armenia, Australia, Chipre y Bélgica, vuelve el Lunny a la carga con el repaso eurovisivo (a pesar de la injusticia de que no pasase Islandia), esta vez a las canciones de la semifinal de mañana.

Serbia

La segunda semifinal arrancará con la canción serbia que, oye, ni tan mal. Recuerda (bastante) al Running de Naughty Boy y Beyoncé e incorpora el toque folk que tanto les gusta a los países del este en forma de unos sutiles violines en el puente de la canción. No está mal. Y depende de lo que venga a partir de ahora, seguramente pase a la final.

¿Pasará a la final? Sí.

Austria

La canción tiene su gracia y es la primera así con ritmos buenrolleros en lo que llevamos de festival, pero a las casas de apuestas no parece haberles gustado. En realidad, la fórmula austríaca es la misma que la española: jovencito mono de voz agradable cantando letras felices con una sonrisa en la cara. Pero la canción de Austria es lo que ves en Aliexpress y la española es lo que te llega a casa. No sé si me explico.

¿Pasará a la final? No

ARY Macedonia

Creo que es la primera vez que una canción de Macedonia me gusta en Eurovisión. Suena pop y lo suficientemente actual como para no provocar vergüenza ajena, lo que ya es mucho. El estribillo tiene unas reminiscencias (aunque muy muy lejanas) a lo que podría ser la Ladyhawke de mediados de los dosmiles y la canción en conjunto tiene su punto.

¿Pasará a la final? Ojalá

Malta

Segunda por la cola en las apuestas de pago, la canción de Malta es… bueno, lo que esperas siempre de Malta. Una balada hortera que parece la misma de cada año y que tiene menos interés que escuchar a Mariano Rajoy hablando de cómo se tiñe el pelo. Eso sí, si queréis saber qué es ser un cuadro, prestad atención a los estilismos de Claudia Faniello en el videoclip.

¿Pasará a la final? No

Rumanía

Sí, esto es una de las canciones que está en el top ten de las apuestas de pago para ganar Eurovisión. Cuando ya uno creía que lo había visto todo, va Rumanía y te mezcla el r’n’b, el hip hop suave-suavesito, las cuerdas épicas, los berridos desgañitantes y el yodelling en una sola canción. Y sin compasión alguna, oye. No la olvidaréis fácilmente aunque lo intentéis.

¿Pasará a la final? Sí. Y dicen que será top ten.

Países Bajos

Los Países Bajos parecen haberse venido arriba desde que casi ganan Eurovisión con The Common Linnets y este año han decidido mandar a las Haim OG3NE con este Lights and Shadows que suena tan y tan bien. Es pop, es agradable, es bonita de escuchar, tiene una melodía interesante y podría sonar en cualquier radio. No es mi canción favorita de este año, pero casi.

¿Pasará a la final? Ojalá lo haga. Y ojalá top five.

Hungría

Si la memoria no me falla, estamos ante la segunda canción no cantada en inglés en lo que llevamos de festival. Con este Origo, Hungría demuestra que los ritmos tradicionales y folclóricos no tienen por qué sonar a coñazo absoluto, sino todo lo contrario. Sin ser yo muy de este tipo de canciones, hay que reconocer su calidad y que merece un puesto en la final.

¿Pasará a la final? Sí

Dinamarca

Anja Iglesias es la encargada de devolver a Dinamarca a la final de Eurovisión. Desde que su victoria en 2013 y su noveno puesto en 2014, el país que vio nacer a los Aqua no ha estado presente en la final y quieren enmendarlo con este Where I Am. Y la verdad es que tienen todas las papeletas hasta para volver al top ten. De lo mejorcito de esta semi.

¿Pasará a la final? Sí.

Irlanda

Lejos quedan los años noventa en los que Irlanda ganaba Eurovisión casi por decreto. Sin embargo, ellos siguen empeñados en volver a coronarse en el festival con baladas. El encargado de este año para esta titánica gesta es Brendan Murray, un jovencito que parece que acabe de salir de una clase de primero de Derecho. Y aunque el chico se esfuerza, la canción es aburrida y sosa.

¿Pasará a la final? Meh.

San Marino

Valentina Monetta vuelve a Eurovisión por enésima vez demostrando que lo suyo sí que es voluntad. La eterna representante de San Marino vuelve a intentarlo este año con Spirit Of The Night, canción que tiene el honor de ser la última en las apuestas de pago. Tranquilos, que con un solo minuto sabréis por qué ocupa esa posición. No diga ‘más moral que el alcoyano’, diga ‘más moral que Valentina Monetta’.

¿Pasará a la final? Por los dioses antiguos y los nuevos, no.

Croacia

Una canción que empieza con violines y frases habladas no promete nada bueno. Pero si a los pocos segundos, así sin previo aviso, el cantante pasa de ser pop a ser un tenor y cantar lírico ya la cosa es para levantarse e irse. Croacia, uno de los países con una presencia más olvidable en Eurovisión, tiene suerte de actuar después del horror de canción de San Marino y que Valentina Monetta y Jimmie Wilson le hagan de amiga fea.

¿Pasará a la final? No creo.

Noruega

La canción noruega es como cuando llevas varios meses saliendo con alguien y no te mueres por verle. Como cuando ese alguien te dice que te quiere y a ti solo te sale decir ‘gracias’. Como cuando ese alguien te dice que al final no puede quedar y piensas ‘ah, pues nada’. Vamos, que podría ser mucho y podría estar muy bien, pero al final acaba siendo algo con lo que no vale la pena ni pasar el rato.

¿Pasará a la final? No.

Suiza

El país favorito de la mitad del PP no levanta cabeza. A pesar de ser los primeros ganadores de la historia de Eurovisión y de haberse vuelto a coronar en 1988 con nada más y nada menos que Céline Dion, hace ya muchos años que encadenan debacle con debale. Y aunque la canción mala-mala no es, parece que ya han entrado en un bucle funesto del que jamás saldrán. Animalicos.

¿Pasará a la final? No.

Bielorrusia

A ver, por dónde empiezo. La canción es como muy de asociación de veganos, ¿sabéis lo que quiero decir? Así como de amor a la madre tierra, de llamamiento a ser uno con Gaia, de abrazar árboles, de adoptar gallinas como mascotas y ponerles nombre, de volver a la naturaleza y a las raíces de la humanidad, de lamer el liquen de las rocas, de hervir bayas y hacer infusiones para curar cánceres. Es decir, terrorismo.

¿Pasará a la final? Quiera el universo que no.

Bulgaria

Bulgaria viene pisando fuerte este año. Tanto es así que podría ser, junto con Portugal, el único país capaz de enturbiar la casi cantada victoria italiana. ¿Por qué? Pues porque Kristian Kostov canta este Beautiful Mess con una elegancia sublime. Se nota que la canción ha sido compuesta para ganar Eurovisión y tiene todas las papeletas para dar la campanada y convertirse en la primera canción búlgara en ganar el festival.

¿Pasará a la final? Sí. Y será top 3.

Lituania

Terceros por la cola en las apuestas de pago, Fusedmarc intentan ir de modernos y vanguardistas con Rain of Revolution pero, chica, no. Os recomiendo encarecidamente que durante la actuación lituana aprovechéis para pasar la mopa, hacer solomillo wellington o sacaros cuatro doctorados. Porque madre mía.

¿Pasará a la final? No

Estonia

Las canciones estonias hace ya varios años que son bastante estimables y que apuntan a una victoria en un futuro no muy lejano. Este Verona no es la mejor canción que han mandado y tampoco la mejor de Eurovisión 2017, pero sí que se deja escuchar sin provocar vergüenza ajena (que, viniendo de la canción lituana, ya es mucho).

¿Pasará a la final? Sí

Israel

No, no os pasa nada en la vista. Aunque parezca su hermano gemelo perdido, IMRI no está emparentado con el representante sueco. I Feel Alive es la canción con la que se cerrará la segunda semifinal, un mejunje verbenero que suena a principios de los dosmiles y que sólo se salva porque el tal IMRI no es en absoluto incómodo de ver.

¿Pasará a la final? Puede que sí.

¿Qué países verán perder a España el sábado en el escenario de Kiev? Habrá que esperar hasta mañana. Mientras tanto, os espero el viernes para el repaso al Big Five y a Ucrania. Porque vaya tela, amiguis. ¡Recordad que Teuvemix también está en Facebook y en Twitter!