Cómo pasar un lunes sin comerte ningún spoiler de 'Juego de tronos'

El The night is dark and full of terrors que suelta la amiga Melisandre a la primera de cambio bien podría aplicarse a todos los que hoy tenemos que esquivar los spoilers del nuevo capítulo de Juego de tronos. Y digo 'hoy' cuando podría decir 'cada lunes de los próximos dos meses y pico', porque a las 9.30 de la mañana de este lunes 2 de mayo mi timeline de Twitter se ha convertido en un puto campo de minas. Y lo que te rondaré, morena.

Se nos avecinan meses aciagos. Por si no tuviésemos bastante con el sufrimiento intrínseco a la serie motivado por el hecho de que cualquier personaje puede morir en el momento más inesperado, ahora debemos vivir una carrera de obstáculos cada lunes desde que nos levantamos hasta el momento en que nos podemos sentar a ver el nuevo capítulo.

Es decir, que a la ya de por sí titánica tarea que es sobrevivir a los lunes se le suma la de pasar el día entero en estado de alerta felina para conseguir desviar la vista de cada tuit o cada estado de Facebook que amenace con arruinarnos el visionado. Yo no sé vosotros, pero ahora son poco más de las 10 de mañana y yo ya estoy exhausto.

Todo esto es nuevo para mí. Entre mis múltiples manías que rayan el TOC destaca una que he mantenido a rajatabla hasta ahora: ver las series sólo cuando las temporadas están completas. Eso significa que llevo años poniéndome a ver lo último de las series que sigo sólo cuando ya se ha emitido la season finale, por ejemplo, aun a riesgo de que un spoiler traicionero se cargue toda la temporada que espero ansiosamente ver. Y aunque gracias a Netflix y sus cargas masivas de temporadas enteras la vida se me ha hecho un poco más llevadera, con la mayoría de series tengo que vivir al filo del spoiler amenazador, de la revelación fatal de la trama.

Con Juego de tronos también he ido siguiendo este método mío que raya el masoquismo, pero en este caso me preocupaba menos el tema de los spoilers porque me he leído dos veces los cinco libros del bueno de George R.R. Martin. Con esto quiero decir que la decapitación de Ned Stark, la Boda Roja, la batalla del Aguasnegras, el paseíllo de Cersei e incluso el apuñalamiento de Jon Nieve no me pillaron por sorpresa, sino todo lo contrario. Pero el señor Martin tenía que retrasarse en publicar el sexto libro de la saga y dejar a la serie la responsabilidad de revelarnos qué demonios pasa en Poniente.

Ahora me siento como si hubiese cruzado el Muro yo solo y solo tuviese en mis manos una espada de esgrima y un escudo de cartón para defenderme de todos los ataques que puedan venir de esas tierras inhóspitas. Vamos, que es como si estuviese a merced de los elementos y estoy seguro de que no soy el único. Ante este terrible panorama solo se me ocurren dos soluciones.

La primera es asumir que las vamos a pasar putas y que tendremos que sobrellevar como buenamente podamos los próximos nueve lunes (contando el día de hoy) que nos quedan por delante en este sinvivir. La segunda implica dejarnos de tonterías, poner los cojones sobre la mesa e instar a las autoridades a que incluyan una enmienda en la Constitución para que se permita a la ciudadanía no empezar la semana hasta que no haya visto el nuevo capítulo de Juego de tronos.

¿Que eres una persona a la que la serie le importa tres narices? Pues allá tú, ve a trabajar de buena mañana y comenta el partido de ayer por la tarde con la fotocopiadora multifunción. Pero si entre tus compañeros de trabajo hay alguien que tiene una taza con el emblema de los Stark, o que a veces lleva una camiseta que pone Valar Morghulis, o que incluso tiene una hija a la que le ha comprado un body que pone 'khalessi', asume que no van a ir a la oficina hasta que no hayan visto el episodio de la semana.

Amigos, levántemonos por unos lunes libres de spoilers. Por el derecho de todo fan de Juego de tronos a no tener que vivir en la angustia constante hasta que vuelva a casa por la noche y pueda ver el episodio. Porque ya está bien de tanto sufrir, joder. ¡Digamos no a los spoilers! ¡Dejadnos una horita de margen cada mañana de lunes para ver el capítulo y ser felices el resto de la semana! ¡Es un derecho básico! ¡Constitucional, si me apuras! ¡Sí se puede, joder! ¡¡Sí se puede!!

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