6 señales televisivas de que ya casi es Navidad

No me gusta la Navidad. Detesto que esta época del año cada vez empiece antes (en Barcelona nos encendieron las luces navideñas el viernes 21 de noviembre), odio esos ágapes interminables en los que llegar a los turrones requiere que tu estómago esté revestido de mithril, aborrezco las fiestas de Nochevieja y el garrulismo que les rodea, no puedo con los polvorones y los mazapanes, el turrón de Suchard me produce indiferencia y cada vez que alguien me ofrece una copa de cava de oferta le digo que mejor me ponga una copa de agua de fregar, que sabe igual de mal y probablemente dé menos ardor de estómago. Como veis, soy lo más parecido al Grinch que uno pueda encontrarse, y ni la aparición de los tres fantasmas de las Navidades presentes, pasadas y futuras cogidos de la mano y vestidos de vedette de El Molino conseguirán que me guste la Navidad.

Sin embargo, resulta que hay gente por ahí a la que le gusta la Navidad, y no estoy hablando de los niños que sólo tienen la vista puesta en los días 25 y 6 para ser rebozados en regalos. Ahora que el monstruo navideño se está despertando y empezando a meter sus tentáculos en cualquier ámbito de nuestra vida, me ha dado por pensar en estas señales que nos manda la tele de que, efectivamente, la Navidad ya está aquí.

1. Anuncios del Black Friday. Admitidlo, hace dos o tres años nadie tenía ni reputa idea de qué narices era el Black Friday hasta que alguna cadena de electrodomésticos empezó a usar este día para inaugurar la campaña navideña. Así como Halloween ya ha llegado para quedarse gracias a las series y películas norteamericanas, las grandes cadenas han visto un filón en el llamado 'viernes negro', que no es más que el día después del de Acción Gracias en el que los estadounidenses aparcan el pavo, el relleno y la salsa de arándanos para sacar del garaje el árbol de navidad, las guirnaldas, el ponche de huevo, los suéters de renos e irse al Wal-mart que les quede más cerca a fundir la tarjeta aprovechando el Black Friday.

2. Anuncios de Freixenet y de la Lotería de Navidad. Los anuncios de Freixenet y de la Lotería de Navidad, junto con los mercadillos navideños y las tiendas que ponen villancicos a toda castaña en su hilo musical, son el tradicional pistoletazo de salida a la temporada navideña. En el momento en que ves aparecer en la tele a dos famosos vestidos de boda brindando rodeados de pizpiretas muchachas embutidas en trajes de lamé dorado sabes que ya no hay vuelta atrás. Y si a ese anuncio le sigue el de la Lotería, animándonos a hacer las tradicionales colas en Doña Manolita o a peregrinar a Sort para comprar décimos en La Bruixa d'Or, entonces es que no tienes escapatoria y debes empezar a pensar ya, sí o sí, en qué regalarle a tu cuñado Evaristo.

3. Noticias sobre quién dará las campanadas en cada cadena. No sé si lo sabéis, pero en el momento en que sale la primera nota de prensa del departamento de Comunicación de una cadena de televisión anunciando los nombres de las personas que darán las campanadas en Nochevieja, en el reloj de la Puerta del Sol aparece por arte de magia el letrerito de 'Feliz 2015' que se iluminará cuando todos estemos a punto de morir por atragantamiento al tener doce uvas taponando nuestro esófago. Y si encima resulta que este año vuelve Ramón García a acompañar a la eterna Anne Igartiburu (qué pena me da esta chica, que no se come las uvas con su familia desde los 10 años), ya puedes ir entrenando comiéndote doce olivas rellenas cuando den las doce en la plaza mayor de tu pueblo para que la visión de la capa de Ramontxu no te amargue la entrada a 2015.

4. Especiales con niños de los programas de éxito. Un Boom especial niños, un Ahora caigo especial niños, un Pasapalabra especial niños... las Navidades son la época dorada para la chavalería (el combo vacaciones + recibir regalos + no tener que comprarlos es algo difícilmente superable en la escala de placeres infantiles) y las cadenas les homenajean llevándoles a concursar a sus programas favoritos. Por suerte a Telecinco no se le ha ocurrido aún hacer un Mujeres y hombres y viceversa con críos, aunque mejor no darles ideas.

5. Telemaratones o cualquier movida con fines solidarios. En el catálogo imaginario de reglas no escritas de la Navidad, la obligación de ser solidario y preocuparse por los demás brilla con luz propia. Y aunque en las cadenas estatales las galas solidarias parecen estar de capa caída (sólo quedan ya la gala Inocente, inocente de Antena 3 La 1 o el telemaratón que presentó la Gemio el año pasado como relevo de las Galas FAO de Mira quién baila), La Marató de TV3 es en Catalunya ya más tradicional que las neules o los canelones de San Esteban.

6. Anuncios de las galas televisivas de Nochebuena o Nochevieja. El mayor nivel de alarma de mi 'cuidao-que-ya-es-navidad-mómetro' se activa cuando aparece en la tele el primer anuncio de La Noche en Paz, del especial de José Mota en Nochevieja o de -horror- Telepasión. Y si encima al regreso de Telepasión se le suma que lo vayan a presentar Ana García Obregón y Ramón García, suena una alarma de submarino nuclear en el salón de mi casa que me lleva a aprovisionarme de ingentes cantidades de alcohol para superar estas fiestas de la manera menos sobria posible.

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