6 motivos por los que 'GH VIP' debería volver a Telecinco

Hace unas horas, el corazón me ha dado un vuelco que ríete tú de los saltos de Lydia Lozano en ¡Mira quién salta! El motivo de semejante acrobacia cardíaca no ha sido otro que la bomba publicada este mediodía en la que se asegura que Telecinco planea aplazar la nueva edición de Supervivientes para -atención-, recuperar Gran Hermano VIP. Semejante notición, comparable al de las tarjetas black de Bankia o al de que Mayte Zaldívar se ha apuntado a clases de inglés y teatro en el trullo, me ha hecho recordar esas dos ediciones que vivimos allá por la década pasada y no he podido sino enumerar estos 6 motivos por los que creo que Gran Hermano VIP debería volver a la parrilla de Telecinco.

1. Han pasado diez años como diez soles desde que Ivonne Armand (¿os acordáis de ella?) ganase la segunda edición de este formato por el que han pasado individuos del calibre de Chayo Mohedano, Juan Camus, Coyote Dax, Flor Aguilar, Lara Rodríguez o el mismísimo Kiko Matamoros. Teniendo en cuenta el panorama trash del mundo de las celebrities en el que Telecinco se encuentra actualmente, no costaría nada encontrar a docena y media de famosos lo suficientemente exhibicionistas como para entrar en GH pero demasiado pudorosos y/o perjudicados por la vida como para pasar mes y medio en una isla desierta.

2. Si las dos ediciones de GH: El reencuentro o GH: La re-vuelta daban una pereza bastante importante porque recuperaban a ex-concursantes de realities en general y de Gran Hermano en particular para verles hacer lo mismo de siempre (reconozcámoslo, que se reencontrasen Tamara Gorro y Oliver tuvo gracia durante cinco minutos), eso no pasaría con Gran Hermano VIP. O al menos no pasaría si el 80-90% de los concursantes no han pasado nunca por un reality. Queremos ver cómo se derrumba un famoso después de que un colaborador de Sálvame le haga la vida imposible, cómo un deportista le hace ojillos a una modelo o cómo nace el amor entre la heredera de una familia de rancio abolengo y el kinki de turno que se ha pasado por la piedra a varias famosas.

3. Bien llevado, la tercera edición de Gran Hermano VIP podría ser lo más similar a Hotel Glam que pueda aterrizar en Telecinco: estoy pensando en Alberto Isla, en Michu, en Gloria Camila, en La Pechotes, en Aguasantas, en el defensor de Omar en Gran Hermano... como veis, el casting sale solo.

4. Telecinco está ahora en su mejor época para la realimentación de contenidos y la generación de historias paralelas: si por aquel entonces era Crónicas Marcianas el catalizador de todos los escándalos y el lugar al que los ex concursantes de realities y famosos de medio pelo iban a rascar algo de popularidad, hoy es Sálvame, con sus casi 25 horas de emisión semanal, quien ha recogido el testigo del programa de Sardá. Pero no todo queda en el corrillo de Jorge Javier, por suerte están ahí Ana Rosa y la Campos para seguir exprimiendo las naranjas del chafardeo de Telecinco. Con esto quiero decir que esta aún no confirmada tercera edición de Gran Hermano VIP acabaría entrando en las vidas del espectador medio de Telecinco aunque no lo quiera, porque sus eternos magazines ya se encargarán de metérnosla (con perdón) con calzador.

5. La manera de contar las historias que pasan en la casa ha cambiado muchísimo en estos diez años: una gala de GH15 no tiene nada que ver con una de hace una década, por lo que si ya son magistrales algunos de los vídeos que nos regalan las galas de esta edición de Gran Hermano imaginaos lo que podrían llegar a ser los de una edición con famosos.

6. Podría haber mandanga, y por mandanga me refiero a edredoning. Los escarceos sexuales de los famosos en Supervivientes son escasos y deprimentes (esa escena de Chiqui y su marido dándole al fornicio entre los palmerales y cubiertos por una mosquitera, por ejemplo). Ya se sabe, estar sin comer, demacrado, con la piel cuarteada y comido por los mosquitos no presta a encamarse con nadie. Y ya no por falta de deseo, sino por pereza. En cambio, cuando uno está en una casa en la que puede ducharse, oler bien y usar ropa que no es de la marca Quechua, las cosas cambian. Eso, sumado a la inmensidad de tiempo libre que tienen y a que todos ellos estarán ávidos de exclusivas y platós nada más salir de la casa, convierte a GH VIP en un potencial follódromo de dimensiones colosales. ¿Os acordáis de esa escena, en La Granja, en la que Dani DJ percutía su pelvis a ritmo de minipimer contra la entrepierna de María Jesús Ruiz para asombro de sus compañeros de habitación? Pues algo parecido puede pasar en Gran Hermano VIP si el casting es propicio y el alcohol está bien dosificado.

¿Os hacen falta más motivos para pedir el regreso de Gran Hermano VIP? A mí no.

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