'Traición': Involuntaria comedia al más puro estilo telenovelesco

'Estoy vivo' les ha funcionado con unas audiencias bastante sólidas (13,9% de media) y gran apoyo de la crítica, ¿podría 'Traición' ser otra alegría para la cadena pública? Dejémoslo en que lo ha sido a medias...

El género culebronesco ha sido siempre algo que ha triunfado en TVE, series como 'Gran Reserva' han logrado hacer mucha audiencia, pero desde hace años el público habitual a este tipo de ficciones no ha estado tan conectado con la cadena.

'Traición' ha recuperado con audiencias aceptables a ese público perdido apostando por algo que intentando ser tenso ha quedado en cómico gracias a una serie constante de excesos.

Bambú, cada vez mancillando más su supuesto sello de calidad va a lo fácil con líos amorosos y constantes traiciones (haciendo honor a su nombre) aunque a veces el sentido y la lógica se diluya para buscar la sorpresa con ¡oh, sorpresa! sin sorprender.

El episodio final sí que ha tenido sus cuantos giros, a cada cual más absurdo cerrando muchas tramas pero dejando abiertas unas cuantas secundarias creando así un enredo que ni los propios guionistas tienen claro.

Un duelo interpretativo por ver quién actúa peor

Y aquí está el punto fuerte de la serie y es que lo que engancha es la curiosidad por ver quién del elenco sobreactúa más y es que, salvo excepciones, el nivel es horrible.

Ana Belén, nominada al Fotogramas de Plata a Mejor actriz de televisión, ha gustado entre el público pero yo la veo totalmente fuera de su papel y nada creíble, forzando mucho la voz para tener un tono de villana que no queda bien, aún así, es de lo mejor de un elenco lleno de fallos.

Manuela Velasco roza lo esperpéntico, nivel que alcanza su compañero Israel Errejalde y un Eloy Azorín con cero expresividad y una dicción espantosa, este trío podría tener su propio spin off con las aventuras que viven porque lo que hacen es de otro mundo.

Mejor que ellos pero no mucho está Nathalie Poza, protagonista de la mítica escena del cuadro y actriz que está triunfando ahora mismo en su camino hacia el Goya. Susana Córdoba también exagera para parecer malísima pero la gran decepción es un Pedro Alonso pasado de vueltas, un actor de notable calidad que aquí deja mucho que desear sobreactuando y gritando hasta hacerse totalmente desagradable e insoportable.

Se salvan Natalia Rodríguez de Arroyo, Antonio Velázquez (muy normalito pero bastante más soportable que otros), Carlos Bardem y sobretodo Begoña Maestre, a gran nivel, que tiene su mérito.

¿Segunda temporada?

Pues las audiencias no han respondido en absoluto mal, lejos de los grandes datos de los titanes de la cadena ('Masterchef', OT o 'Cuéntame...'), 'Traición' se ha defendido con dignidad con datos sobre el 11-12% y los 1,9 millones de espectadores, subiendo considerablemente en diferido.

Ha tenido una audiencia fiel y después de ver cómo todas las series de los últimos años de La 1 han bajado al unidígito congregando marcas del 6-8%, la estabilidad de la serie podría asegurarle al producto una segunda tanda para otoño de 2018 donde quizás mantendría sus datos.

Se ha movido al borde del éxito y el fracaso pero se ha defendido dignamente contra 'El accidente' en Telecinco. Algunas subtramas abiertas podrían dar pistas de una posible continuación pero todavía no está nada confirmado.

'Traición' ha logrado enganchar a base de mamarrachadas, malas actuaciones y giros rebuscados, ha sido una involuntaria comedia donde el tono telenovelesco ha estado presente en todos y cada uno de los capítulos.