'Sin Identidad': La venganza llegó y lo hizo de manera satisfactoria

ATENCIÓN: Este post contiene spoilers de las dos temporadas de 'Sin Identidad', así que si no llevas la serie al día o planeas verla y aún no la has empezado no es recomendable leerlo.

'Sin Identidad' ha llegado a su fin y, a pesar de no haber tenido una trayectora exitosa en cuanto a audiencias se refiere la ficción de Antena 3 ha hecho méritos para poder recordada como una de las mejores series españolas que se han hecho jamás.

Antena 3 estrenó en mayo de 2014 esta ficción producida por DiagonalTV y desde un principio estuvo ideada para que tan sólo tuviese dos temporadas y así no tener que alargar la trama. Dos tandas claramente diferenciadas en cuanto a argumento -siguiendo el eje central- de la cual esta última ha resultado ser bastante superior a su predecesora.

Muchos seguidores han quedado encantados ante el resultado final de una serie que si bien no ha sido perfecta ha ido subiendo el nivel a medida que ha ido avanzando y ahora vamos a repasar cuáles han sido las claves de que el producto merezca un reconocimiento especial:

Los niños robados son sólo el punto de partida

La historia comienza en 2001 cuando María Fuentes (Megan Montaner), una joven de 27 años que resulta ser una abogada de lujo, atractiva e inteligente que se entera de que es una niña robada y que su familia está llena de secretos oscuros que intentará destapar.

Para eso contará con la ayuda de dos hombres, Pablo (Eloy Azorín), un hacker informático con el que sacará información necesaria de manera ilegal y Juan (Daniel Grao), un joven abogado de origen humilde que la ayudará a través de trámites legales cueste lo que cueste arriesgando en ocasiones su vida.

Mientras va descubriendo el oscuro pasado de muchos de los personajes se da cuenta que quien estuvo detrás de toda esta red fue su tío Enrique (Tito Valverde) al cual amenazará con hacerle caer, hecho que provocará su desaparición a final de temporada.

Probablemente la causa de la notable bajada de audiencia fue que los primeros episodios de la serie no lograron arrancar de todo y la presentación fue algo lenta y caótica para el espectador hasta que el producto se fue asentando y poniendo de lo más emocionante en los capítulos finales de ésta, nivel que mejorará aún más en la segunda temporada.

Mercedes Dantés

La desaparición de María la llevó a ella a una red de prostitución china y poco después a la cárcel durante más de una década, pero ella logra escapar y decide coger una nueva identidad: Mercedes Dantés, con la que regresará a Madrid con la intención de hundir a todos y cada uno de los miembros de su familia, especialmente a Enrique.

No obstante, aunque en la temporada 1 lo hará desde la sombra, en la segunda volverá a tener la identidad de María Fuentes, estará de nuevo con los que la rodearon y, fingiendo no acordarse de nada por culpa de los traumas ocasionados, actuará desde dentro.

Pablo volverá a ayudarla, sin embargo, esta vez no podrá volver a contar con Juan ya que éste ha dejado de ser el entrañable abogado que investigó sobre los niños robados. Y, a parte de Enrique, tendremos otro mal, su sicario Alex, capaz de hacer cualquier cosa.

Podemos describir los primeros episodios de la segunda temporada -y prácticamente gran parte de ésta- como el camino de la venganza, dándonos a conocer de nuevo a los personajes y el cambio que han pegado tras 12 años de salto temporal. El ambiente será de tensión pero también habrá tiempo para la catástrofe provocada por alguna que otra inmerecida muerte. Las tramas románticas y la escena de sexo capitular también estarán presentes.

La segunda temporada de la ficción de Antena 3 arrancó con una mejora notable respecto a la primera pero a lo largo de los episodios se fue desinflando y por la mitad llegó a volverse algo aburrida y con ciertas carencias de lógica. No obstante, lo mejor se lo dejaron para el final...

La venganza

El clímax de la serie se ocasionó justo en el momento en el que María/Mercedes empezó a llevar a cabo su venganza, empezando por hundir a Juan destrozando su futuro perfecto después de ofrecerla que sean amantes y negarse a abandonar a su esposa que no ama por ella, teniendo el dinero como principio.

María decidió actuar de una vez por todas tendiéndole una trampa y apareció en ropa interior en su casa delante de su esposa y después destapó que estaba robando dinero a Enrique Vergel, hecho que provocó su muerte en el penúltimo episodio.

Pero Juan era sólo el aperitivo, un simple hombre que se creyó más listo de lo que era, sin embargo, Enrique Vergel, la amenaza mayor siempre se ha salido con la suya y era hora de pararle los pies y acabar con él. Lo malo es que todo lo preparado se fue al traste por culpa de Amparo (Verónica Sánchez), su hermana, que la acabó delatando por intereses personales relacionados con su hijo.

Nada puede parar a María Fuentes y venganza hay para todos. Tras la huída de Enrique a México por culpa de que sus casos de corrupción fueron destapados ella le sigue y la tortura haciéndole entrar en locura. Al final acaba provocando su suicidio debido a que lo deja sin dinero y sin nadie a su lado. ¿Qué te queda si no tienes nada y te estás muriendo?

Amparo no será menos pero su castigo será menor y aunque intentará venderla como prostituta Pablo hará que abra la mente y la "perdonará", aún así, dejándola sin dinero y haciéndola volver al pueblo en el que se hallaba al principio de la serie.

Y queda claro que sin duda alguna estos últimos capítulos han sido el clímax de la serie, lo mejor que ha habido y lo que más interés ha podido suscitar en el espectador, no es para menos porque aunque puede que no haya sido un cierre perfecto y no todos los personajes hayan tenido quizás el final que merecían o nos ha faltado alguna escena que hubiésemos querido -un último enfrentamiento entre María y Juan por ejemplo-, ha sido un final de lo más satisfactorio que ha dado aún más nivel a la historia.

Gran nivel interpretativo coronando a Verónica Sánchez como la gran revelación

Uno de los puntos fuertes de 'Sin Identidad' han sido sin duda las actuaciones Verónica Sánchez y Tito Valverde seguidos de una Megan Montaner también soberbia -a pesar en que en ciertos momentos de la segunda temporada ha sobreactuado-. Si bien es cierto que los tres actores han contado con personajes potentes éstos han sabido matizarlos perfectamente, razón por la cual se han convertido en lo mejor de la ficción.

No podemos restar mérito a Lydia Bosch poniéndose en la piel de Luisa Vergel, madre adoptiva de María, lesbiana reprimida y fanática religiosa. Y aunque dejase la serie pronto por el trágico final de su personaje, Victoria Abril estuvo excelente como Fernanda -madre biológica de María- con lo difícil que debe ser emplear ese vocabulario.

El elenco masculino ha estado notable y mientras Tito Valverde ha sido el que más ha destacado de éstos, Jordi Rebellón y Eloy Azorín han sabido transmitir ese punto entrañable que han tenido sus personajes a pesar de la inexpresividad de este primero.

Esperaba menos de Miguel Ángel Muñoz y más de Daniel Grao, el actor de 'Un paso adelante' ha estado muchísimo mejor que en la mayoría de papeles que hace mientras el que dio la campanada con 'Acusados' decepciona al quedar relegado a un personaje insustancial con una trama romántica bastante aburrida. A pesar de eso, se ha defendido correctamente, ambos han estado a un buen nivel.

Mención también para un correctísimo Raúl Prieto, que encajaba físicamente perfectamente en el papel de Álex, el sicario de Enrique, asesino a sangre fría. Cierto es que no ha sido especialmente expresivo, pero su personaje no necesitaba más que una presencia que pueda imponer.

No podemos quejarnos del nivel interpretativo de la ficción y es que ha juntado a algunos de los grandes actores que tenemos en este país y la mayoría de personajes han resultado muy carismáticos, para bien o para mal y eso le ha dado más interés a la serie.

¿La venganza de Quique?

Seguramente la cara que se te haya quedado tras ver el minuto final de la serie sea de poema tras el salto temporal de 6 años donde se ve como Quique busca vengar la muerte de su abuelo, sin embargo, con este final abierto acaba la ficción de Antena 3. Algunos pedimos a gritos una secuela, sí que ha llegado lejos el chico con 18 años.

Una serie para el recuerdo de la ficción española

Tan sólo dos temporadas, no se necesitan más, no hay que estirar una serie hasta dejarla tremendamente agotada y 'Sin Identidad' no daba para más y aunque han sobrado capítulos la ficción ha logrado concluir con un final a la altura de lo que han sido estas dos temporadas. Han sabido cómo decir adiós y a ver qué proyectos futuros nos traen algunos de sus mejores actores. Una serie muy buena y recomendable para los amantes del género culebronesco mezclado con intriga.

NOTA: 4 sobre 5