La serie estrenada en 1963, llega con una nueva temporada el próximo viernes a Disney+ en el resto del mundo y a la BBC en Reino Unido, con intenciones de atraer a nuevos fans, pero que no se confíen, no todo es un camino de rosas, a veces éstas tienen muchas espinas y a veces se les olvida a los guionistas que es una serie para un público familiar. Aquí cinco ejemplos de la etapa moderna:
En ocasiones en 'Doctor Who' hay destinos que pueden ser más crueles que la propia muerte y ni el deseo de salir en la serie tras ganar un concurso infantil te salva de eso.
En el antepenúltimo episodio de la tercera temporada, el 10º Doctor, Martha Jones y el Capitán Jack Harkness llegan al final del universo, un lugar habitado por "los Futuros", una tribu asesina que obliga a los humanos que quedan todavía vivos a refugiarse con la esperanza de salir del universo hacia una "utopía".
El profesor Yana (Derek Jacobi) es el encargado de preparar el viaje para la última tripulación humana que acaba convertida en los Toclafane, una serie de aberrantes monstruos conscientes utilizados como máquinas de matar por The Master. Entre ellos, el niño que cumplió su deseo de salir en 'Doctor Who' tras ganar un concurso de 'Blue Peter', el show infantil de la BBC.
Ep. 4x11 'Turn Left'
Hoy en día están muy de moda los "What if...?", pero en 2008 Russell T. Davies hizo el suyo en el que Donna Noble tomaba un camino diferente al que le correspondía cambiando el destino del universo.
En esta realidad, Donna no conocía al Doctor y no pudo salvar su vida en 'The Runaway Bride', lo que provocó un desastre tras otro donde nuestro héroe no podía salvar la Tierra y el universo de sus múltiples invasiones hasta el punto de que Londres quedaba definitivamente destruido.
En un Reino Unido al que le costaba subsistir por las múltiples catástrofes (más o menos como ahora en el Brexit), Donna y su familia se encariñan de unos inmigrantes que son trasladados a campos de concentración... O así se llamaban en la Segunda Guerra Mundial.
Quizás uno de los momentos más crudos de 'Doctor Who' cuando la serie se atrevió a mostrar la posibilidad del regreso de una de las mayores atrocidades de los nazis durante tiempos inciertos.
Especial 2009 'The Waters of Mars'
Una extraña ocasión donde nuestro héroe llega a dar más miedo que el monstruo (y no es que el monstruo dé poco precisamente).
El 10º Doctor llega a una base en Marte en 2059 donde una expedición se encuentra con una infección en el agua, un punto fijo conocido donde todos los miembros de aquella tripulación tenían que morir porque la muerte de la capitana inspiraría a su nieta a ver las estrellas y supondría el nacimiento de una nueva especie, una ocasión donde el protagonista no puede hacer más que ser testigo mientras ve morir uno a uno convirtiéndose en monstruos esperando a que la jefa ordene la autodestrucción para que ese virus no llegue a la Tierra.
Pero el Doctor en un complejo de Dios marcado por la ausencia de una acompañante decide cambiar la historia al considerarse él el vencedor de los Señores del Tiempo y el dueño de sus propias leyes. Salvar la vida de la capitana Adelaide Brooke (brillante Lindsay Duncan) le costará caro cuando ella optará por suicidarse para mantener el punto fijo en el tiempo y demostrarle lo equivocado que estaba. Un final que pone los pelos de punta a la penúltima aventura de David Tennant como Doctor.
Ep. 8x11 'Dark Water'
Quizás el episodio más polémico de todo 'Doctor Who', al menos en su etapa moderna, y el que provocó una oleada de quejas al Defensor del Espectador de la BBC con más de un centenar de denuncias.
A lo largo de la octava temporada de la serie se nos había mencionado la existencia de un lugar conocido como la Tierra Prometida, un paraíso más allá de la muerte regentado por Missy, la reencarnación de The Master que interpreta Michelle Gomez. El Doctor y Clara llegan a la oficina que gestiona todo eso tras la muerte del novio de ella y se escucha la frase "No me queméis" en un audio que conecta con ese más allá.
Todo porque en el cielo de Missy los que se encuentran allí pueden sentir lo que siente su cuerpo en la Tierra, con gritos de dolor ante incineraciones y donación de órganos que convierten al penúltimo capítulo de la octava temporada probablemente en el más oscuro que nos ha dado esta ficción para todos los públicos.
Ep. 9x11 'Heaven Sent'
Los penúltimos capítulos de la era Capaldi fueron una cosa loca, ¿no es así?
'Heaven Sent' es uno de los episodios más populares entre el fandom (probablemente el que más) y uno de los menos queridos entre la audiencia generalista, un capítulo donde el 12º Doctor es encerrado en una cámara de tortura donde se ve obligado a repetir el mismo bucle durante una eternidad.
Asustado y solo, vemos a nuestro protagonista herido de muerte, con el cuerpo lleno de sangre, arrastrándose hasta llegar a la sala del teletransportador para crear una nueva copia de él que pueda reiniciar el bucle.
Mientras vemos por dentro la mente del Doctor en un Palacio Mental que emula la TARDIS, éste nos muestra cómo es la sensación de estar muriéndose poco a poco hasta que al final se suicida calcinando su cuerpo, reduciéndose a cenizas y una calavera, para poder tener energía para crear un otro yo en una tortura sin final.
Ep. 10x11 'World Enough and Time'
Y seguimos con los penúltimos episodios que nos daba Moffat durante los años de Capaldi, éste no menos extremo que los dos anteriores. El Doctor, Bill, Nardole y Missy llegan a una colonia espacial que orbita alrededor de un agujero negro, y que está sometida a su propia dilatación del tiempo donde abajo mueren generaciones mientras arriba no pasa ni un solo día.
Cuando la acompañante del Doctor es disparada, unos pacientes se la llevan a un hospital en el piso 507, donde se queda encerrada diez años, en un lugar viejo y enfermo donde una serie de pacientes se ven obligados a "evolucionar" para sobrevivir.
Esos pacientes, silenciados, gritan por dentro que sólo sienten dolor y suplican que les maten porque no quieren seguir viviendo así. Un destino horrible del que Bill acaba formando parte, para convertirse en la primera Cyberman de esa nave. Un ser que sólo vive por y para el dolor.
Es fascinante ver cómo a pesar de su naturaleza de serie familiar, 'Doctor Who' es capaz de transportarnos a los lugares más oscuros del universo con historias que dejan un mal cuerpo que ya quisieran muchas series adultas y es que por muy mitificada que tengamos la muerte, por grotesca que pueda ser ésa, hay destinos mucho peores en un entretenimiento de sábado por la tarde, en pleno horario infantil, en la principal cadena de la BBC. Y es parte de su encanto.
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