'Scrubs' veinte años después: la sitcom que reivindicó la medicina con un humor peculiar

Creada por Bill Lawrence y protagonizada por Zach Braff, en ocho temporadas y un spin off vendido como novena muestra las aventuras y desventuras de un grupo de médicos y enfermeros en un hospital donde las situaciones son más impredecibles que en cualquier otro.

La serie empieza con la llegada de John Dorian 'J.D.' (Zach Braff) y su amigo Christopher Turk (Donald Faison) al hospital Sagrado Corazón como internos. Allí conocerá a Elliot Reid (Sarah Chalke), quien acabará siendo un interés romántico, mientras Turk tendrá una relación con Carla Espinosa (Judy Reyes), la jefa de enfermeras del hospital.

No lo tendrá fácil con un jefe cascarrabias como es el Dr. Cox (John C. McGinley) mientras el director del hospital, el Dr. Kelso (Ken Jenkins), es un tipo demasiado difícil de tratar, además de un Conserje (Neil Flynn) que le hará la vida imposible.

Las complicadas personalidades de nuestros protagonistas dará pie a situaciones extremadamente surrealistas poco propias de un hospital, apostando por un humor absurdo y en muchas ocasiones fácil pero eficaz.

Pero también 'Scrubs' es una serie de gags y las imaginaciones de nuestro protagonista da para muchos de los mejores momentos, en ocasiones hasta bien trabajados en efectos especiales.

En esos delirios se encuentra una peculiaridad narrativa que la aleja de otras sitcoms apostando en no pocas ocasiones por conceptos experimentales en capítulos únicos donde la comedia absurda trasciende a otro nivel.

Dignificación y reivindicación de la medicina

Sin embargo 'Scrubs' lejos de ser una burla que deje en mal lugar el estado de la medicina es una reivindicación constante hacia esa profesión planteando incluso debates morales que ponen en entredicho el estado de la sanidad pública en Estados Unidos.

Aunque sea una sitcom, se esconde dentro de ella un punto dramático más duro que el de otras series del género donde no siempre los finales son felices y donde los protagonistas se ven superados por situaciones que dejarían destrozado a cualquiera.

Un final perfecto y un spin-off que no debió ser la última temporada

Conseguir un gran final es complicado, son muchas buenas series las que se han despedido por la puerta de atrás, desde dramas como 'Juego de Tronos' hasta comedias como 'Cómo conocí a vuestra madre'.

No es el caso de 'Scrubs', 'Scrubs' tiene un final sencillamente perfecto, en el tono adecuado de la serie combinando comedia, drama y surrealismo. Pocas series pueden presumir de que su último capítulo sea el mejor de todos tras 169 en emisión.

El problema es cuando determinadas ideas absurdas de directivos echan a perder esto, dando luz verde a una temporada en forma de spin-off donde ni siquiera su creador participa y muchos de los protagonistas se quedan fuera.

La novena temporada de 'Scrubs' se titula 'Scrubs: Med School' y nos introduce en un hospital universitario donde los viejos personajes hacen cameos pero el protagonismo cae en otros, únicamente duró 13 capítulos. No está del todo mal pero no tiene el encanto de la original.

'Scrubs' es una de las grandes joyas de la televisión de los 2000, emitida en NBC en sus siete primeras temporadas y después en ABC, en España se ha podido ver en cuatroº, en Neox y, sorprendentemente, un breve tiempo en Telecinco. Veinte años después, se sigue siendo fresca, veinte años después, no ha habido otra igual. Está disponible para ver en Prime Video y Disney+.