Tras ocho capítulos y, desgraciadamente, unos pobres datos de audiencia, la serie de La 1 ha pasado más desapercibida de lo que merecía, sin embargo, merece la pena destacar unos cuantos aciertos.
Cinco asesinatos en 1919, otros cinco en 1989 y otros cinco más en 2019, todos siguen un patrón común: suceden en durante el carnaval gallego y aparecen con la máscara del Urco y hay que detener al asesino antes de que se produzcan más.
Para ello llega la teniente Mónica Ortiz (Emma Suárez), que junto a Carmela (Isabel Naveira) investigarán el caso en una isla donde todo el mundo tiene secretos que ocultar.
Durante los primeros capítulos, la premisa interesante se diluye en un ritmo excesivamente lento que no logra atrapar. Uno es capaz de apreciar su calidad pero no termina de estar del todo atrapado con ella.
Sin embargo, a partir de la segunda mitad el producto se crece y se va poniendo interesante con unos dos excelentes últimos capítulos que por su calidad justifican el hacer el esfuerzo de llegar hasta ellos.
Con esto, 'Néboa' deja la sensación de ser una buena serie que quizás podría haber sido algo mejor pero que del notable no baja en conjunto.
Una extraordinaria Emma Suárez capitanea un gran elenco
Lo más brillante de 'Néboa' ha sido su gran elenco, salvo unos pocos actores jóvenes, la mayoría han estado a un notable nivel.
Emma Suárez aceptó este proyecto alegando que todos los actores tienen derecho a hacer algo digno en la tele de todos... Y ha hecho algo extraordinario. La teniente Mónica Ortiz empieza siendo la que investiga y acaba más involucrada que cualquier otra en el caso.
La popular actriz sufre de forma magistral mostrando con total naturalidad la desesperación absoluta en la que cae su personaje y nos hace reivindicar una mayor presencia de actrices veteranas en papeles protagonistas.
A un gran nivel se encuenta también su compañera Isabel Naveira en el papel de Carmela.
Entre los secundarios sobretodo destacaré al habitualmente impresionante Antonio Durán "Morris", estrella de la televisión gallega y de la serie 'Fariña', en un personaje más temible que el propio Urco.
La buena pero infravalorada época del thriller en TVE
Se me ha colado 'Promesas de arena' en la foto.
Hace unos meses, en este mismo blog, hice una muy positiva valoración sobre la serie 'Malaka', el thriller andaluz emitido este otoño en La 1 con Salva Reina, Maggie Civantos y Vicente Romero de protagonistas.
Aquella serie pasó muy desapercibida en audiencias pero tuvo una buena crítica, siendo para mí todavía el mejor estreno de la temporada televisiva.
Los MiM Series premiaron a Salva Reina como el Mejor actor de drama, entre otras varias nominaciones, sin embargo, los Feroz y otros galardones ignoraron la ficción y la aclamada interpretación de éste para introducir a otras ficciones y actores menos buenos ofrecidos por las plataformas.
Al final dejó la desagradable sensación de que por pertenecer a una televisión en abierto tus posibilidades de triunfar en los premios son escasas, independientemente de cuánto de bueno sea el contenido que ofrezcas, a pesar de que pertenezca a la televisión pública tan necesaria para el servicio cultural y ciudadano.
Bien es cierto que 'La Caza. Monteperdido' obtuvo unos grandes datos de audiencia, pero tampoco ha sido del todo bien tratada en los galardones como otras.
A 'Néboa' parece esperarle un destino similar a 'Malaka', dos thrillers de caracter localista con muchos aciertos pero poco ruido, si bien la andaluza ha hecho algo, muy lejano a cualquier propuesta de Movistar+ o Netflix.
Siguiendo dentro del género pero alejados de la investigación del asesinato de turno, está la muy original 'Estoy vivo', una serie única como pocas que sin arrasar tiene una audiencia muy fiel y grandes datos en diferido, además de una gran crítica y una mayor convocatoria en redes sociales.
Fuera del thriller se encuentran 'Cuéntame...', 'La otra mirada' y siento un especial interés por la co-producción argentina 'El invitado', que ojalá llegue a materializarse. Evidentemente, también soy partidario de la variedad de géneros y no estancarse en únicamente en uno.
La televisión pública en muchas ocasiones merece ser criticada, hay muchos programas que sobran (si fuera por mí retiraría todos los 'Operación Triunfo' y 'Masterchef' de turno) y es utilizada por el Gobierno vigente para su propia propaganda, pero es necesaria porque da trabajo a la gente y apuesta fuerte por la cultura.
Por eso es triste que siempre que saca a la luz buenas producciones la crítica y el público no la apoyen o los medios no le den la visibilidad adecuada para sobrepromocionarnos cualquier serie de discutible calidad de Netflix o el enésimo programa basura de Telecinco. Además de, también, sobrevalorar algunas producciones de Movistar+ (no son mejores que las de TVE).
RTVE debe ser el principal motor de la ficción y la cultura en España, por eso se le exige más y mejor y no se debe desaprovechar ninguna oportunidad de elogiar sus grandes aciertos. Más calidad y menos dato ante la amenaza de que ciertas multinacionales puedan adueñarse del mercado español e imponer las propias maneras de manejar la cultura que tienen en Estados Unidos.
'Néboa' sigue dignificando con ese aroma gallego el thriller en TVE, una cadena que está luchando por recuperar su lugar en la ficción y que, aunque puede hacer las cosas mejor, nosotros como espectadores y críticos también podríamos.
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