El otro día se publicaron las nominaciones a los Goya, los premios más importantes del cine español, y hace unas semanas los Feroz, esos galardones más recientes que han logrado llamar la atención.
En ambos casos me he llevado dos pequeñas alegrías, que más allá del resultado final de cuál sea el posible ganador, suponen un buen reconocimiento a dos actores que han luchado contra el estigma de ser estrellas de comedia o, principalmente, humoristas.
¡Duelo de malagueños!
Es muy probable que, muy merecidamente, Antonio de la Torre gane el Goya a Mejor actor de reparto por la película 'Los destellos', ya que él es todo un veterano en estos premios y está francamente espectacular en la cinta protagonizada por Patricia López Arnaiz.
Sin embargo, la lista de nominados saltó con una notable sorpresa: Salva Reina era nominado a Mejor actor de reparto por 'El 47', la exitosa película dirigida por Marcel Barrena que narra la historia de cómo el conductor Manolo Vidal secuestró un autobús en Barcelona para llevarlo a Torre Baró, barrio de clases humildes, consiguiendo que a la larga el transporte público y otros servicios llegaran a las zonas más pobres de la ciudad condal.
Humorista nacido en Gran Canaria pero criado en Málaga, tras muchos años en Canal Sur alcanzó una notable popularidad a nivel nacional con la comedia 'Allí abajo', el éxito de Antena 3 sobre las diferencias culturales entre vascos y andaluces.
A partir de allí se convirtió en un rostro habitual en comedias españolas taquilleras como 'Villaviciosa de al lado', 'Señor, dame paciencia' o 'El mejor verano de mi vida' (dirigida por Dani de la Orden, otra de las estrellas de los Goya de este año por 'Casa en flames') y consiguió su primer papel protagonista con la serie 'Sabuesos' en La 1, la comedia sobre el perro parlante que tuvo un recorrido discreto en la televisión pública.
Fue en la misma televisión, de hecho, donde un año después tuvo su primer papel protagonista: su interpretación como el policía corrupto El Gato en la serie 'Malaka' hizo que muchos empezáramos a verlo de una forma radicalmente distinta. De repente, en el buen sentido, no nos hacía ni una "mijita" de gracia. Bueno, un poco sí, pero por bruto.
El actor había hecho sus pinitos en el género con 'La isla mínima' y '321 días en Michigan', pero el thriller creado por Daniel Corpas y Samuel Pinazo era el primer gran salto al vacío del actor al menos en el terreno del audiovisual y fue la estrella de un thriller más que notable.
Después de eso, ha habido más alternancia entre ambos géneros en su carrera pero esa nominación a 'El 47' ha sido quizás el reconocimiento que necesitaba tras años demostrando su verdadero potencial... Es que hasta cambia físicamente cuando se va al otro género. No parece en absoluto la misma persona.
Julián López, el chanante con una faceta dramática a explotar
No ha podido ser el Goya, pero al menos la nominación al Feroz sí que ha caído.
No soy muy simpatizante de los Premios Feroz por su tendencia a ignorar a la ficción de las cadenas en abierto (precisamente se ninguneó a Salva Reina por 'Malaka' hace años) y no creo que haya series de primera o de segunda por emitirse en una cadena u otra, pero aún así, en lo que a cine se refiere el criterio suele ser menos cerrado.
Julián López, mítico chanante, ha sorprendido con un inesperado salto al drama en 'Los destellos' de Pilar Palomero, una buena película bastante introspectiva que nos deja unas memorables interpretaciones de Patricia López Arnaiz y Antonio de la Torre.
La presencia del cómico es más escueta que la de ellos dos pero la directora ha tenido buen ojo al verle un potencial dramático que sería positivo verle explorar más en futuros proyectos.
El humorista y también actor se desenvuelve con una fascinante naturalidad en el que probablemente sea su papel más humano y centrado.
Reivindicando el reconocimiento
Quizás no en todos los casos sea necesario que existan "actores de comedia" y actores de drama" si no actores en verdad, porque el que tiene talento es bueno en ambos registros. Es cierto que estos dos actores también trabajan como cómicos pero de la misma manera que muchos actores trabajan como cantantes y no por ello están siempre protagonizando musicales.
A veces es más difícil hacer reír que hacer llorar pero parece que el reto más difícil es desencasillarse y poder aspirar a una determinada versatilidad, por ello es necesario reivindicar estos reconocimientos importantes a determinados artistas a los que se les debe dar el derecho a sorprender.
Con la temporada de premios por delante a lo mejor hasta nos cansamos de escuchar ciertos nombres, buena suerte y que gane el mejor pero creo que algunos ya han ganado únicamente con su nominación. Y, por encima de todo, que viva el cine español.
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