Historias que emocionan: Jurassic Trash

Éste invitó a un honrado empresario italiano a su isla llamado Pablo Castile para que financiara su obra maestra.

-De momento no estoy demasiado impresionado. -Dijo Pablo desinteresado. -Con esto nos gana la triste competencia.

-Oy oy oy, es que no lo has visto todo, cariño. -Respondió Mermelada.

Y en medio del bosque apareció un lagarto viscoso.

-Es... Es... Lo más asqueroso y vomitivo que he visto en mi vida... Es impresionante. -Se mostró absolutamente sorprendido Pablo. -¿Qué es eso?

-Oy oy oy, cielo, es el Aidalizardicus. Adora mucho su vida, pero no te acerques a ella, que te puede envenenar. -Respondió Mermelada orgulloso de su creación.

-¿Qué hace?

-Oy oy oy, se dedicará a burlarse de los paralíticos que vengan al parque diciendo que Dios le da a cada uno lo que se merece mientras la gente se ríe y disfruta con el espectáculo. Pero no te centres en ella, tengo más maravillas que enseñarte.

Continuaron navegando con el coche por la isla observando a las diferentes especies que estaban por descubrirse:

-Oy oy oy, éste es uno de mis favoritos, te presento al Pancreosaurio. -Dijo Mermelada.

-¿Qué hace? -Respondió Pablo mostrando un interés mayor.

-Oy, mi rey, éste es muy especial, nos salió defectuoso con un cáncer de páncreas, pero se lo ha curado él solito. Es una clara muestra de que nuestras creaciones son autodidactas.

Llegados a la costa de la isla encontraron un mar de un color extraño.

-Oy oy oy, esto es una maravilla, Pablo.

-¿Qué es?

-Un mar de ginebra, la bebida alcohólica.

-¿Y cuál es la finalidad de esto?

-Aquí vive el Milalodón, sólo sobrevive en estas condiciones, oy oy oy.

Y así, de golpe, apareció un horrible monstruo que venía corriendo dispuesto a atacar a Pablo.

-¿¡Qué es eso!? -Gritó aterrorizado el empresario.

-Oy oy oy, eso es un Belecirraptor. Tranquilo, guapetón, que yo me encargo.

Cuando el Belecirraptor estaba dispuesto a atacar a Pablo, Mermelada sacó una bolsa de polvos blancos y los tiró, a lo que la respuesta del monstruo fue ir corriendo a por ellos, dejando al italiano en paz.

-Tengo muchas maravillas que enseñarte y no sólo este cuerpazo que se me ha quedado... Está el Ladillosaurio, que se cree gracioso sin serlo o el Risottosaurio, que se dedica a insultarte y escupirte pero al que no dejaremos que las niñas se acerquen a él, pero quiero que veas algo gigantesco y no lo que yo tengo entre las piernas, amor.

-¿El qué? Dudo que me sorprenda más.

Y en medio del bosque apareció algo gigantesco, lo más enorme que jamás se haya visto nunca, con un aterrador rugido al que si prestabas atención parecía que dijera gritando "¡TENGO HAMBRE!".

-¿Qué es eso? -Preguntó Pablo quedándose totalmente boquiabierto.

-Oy oy oy, es el Terelusaurio Rex. Siempre tiene hambre, nunca se sacia.

-¿¡Nos va a comer!? -Gritó totalmente aterrorizado.

-Para prevenir eso hemos hecho que los árboles no sean palmeras si no porras gigantes, mientras no se acaben, todo estará bien. Uy, ¡que se han acabado! ¡Corre, oy oy oy!

Todos los monstruos empezaron a rebelarse, creándose un escenario conflictivo que obligaría a los dos protagonistas a huir de allí.

Por sorpresa, un helicóptero de la cadena de la competencia vendría a rescatarles.

-¡Subid! -Gritó el piloto.

-Oy oy oy, ni harto de vino, antes prefiero que me coman. Por favor, Dios, Sálvame pero de esos tristes.

-Yo tampoco me voy con ésos. -Dijo Pablo.

Y se acabaron dando cuenta de una cosa.

-Un momento... Los monstruos no van a por nosotros, se están atacando sólo entre ellos. -Dedujo Pablo.

-Oy oy oy, es cierto, que les programé así, para que se atacaran y se agredieran entre ellos, no me acordaba. Cuando uno vive entre conflictos nunca se acuerda de estas cosas, oy oy oy. Lo hice porque si no había salseo, nadie vendría a este parque y qué sería de este lugar sin clientes que aplaudieran estos malos rollos pero luego se escandalizaran por cualquier chiste y fueran dando lecciones moralistas en redes sociales. Hay que saber atraer al público.

-Definitivamente, lo he decidido, voy a invertir dinero en tu obra maestra.

Y así fue como se abrió el 'Jurassic Trash'.