Eso hizo 'Estoy vivo' hace dos años cuando La 1 la estrenó, convirtiéndose en su mayor éxito de ficción en mucho tiempo.
Y dos años después, la ficción creada por Daniel Écija se ha convertido en el producto más original que hay en la televisión con una tercera temporada que ha roto muchos límites, arriesgando con una trama totalmente fuera de lo normal.
'Estoy vivo' es una serie que siempre se ha caracterizado por su mezcla entre el toque costumbrista con la ciencia ficción más fantástica: con ello consiguieron enganchar a sus fieles espectadores con su magnífica mezcla de géneros.
Pero toca seguir y toca reinventarse y tan sólo a diez minutos de empezar se cargaron a tres de las protagonistas: la muerte de Laura, Susana y Bea, interpretadas por las tan queridas Cristina Plazas, Anna Castillo y Lucía Caraballo pilló de imprevisto a sus espectadores.
Y la resurrección en nuevos trajes creó una gran división de opiniones con tres nuevos actores interpretando a los mismos personajes. ¿Entonces iban a desaparecer las tres protagonistas para siempre para ser sustituidas por otros?
A pesar de ese shock inicial, estos nuevos fichajes han estado a la altura de sus actrices originales, con una Irene Rojo muy correcta en el papel de Bea y un Jan Cornet muy divertido que le ha tocado el papel más difícil: ser Susana en un cambio de género.
Sin embargo, el fichaje más potente era el de Aitana Sánchez-Gijón en el personaje de Laura, que ha logrado llenar el hueco dejado por Cristina Plazas, un reto la mar de difícil pero evidentemente no imposible para ella, porque es una grandísima actriz que ha tenido una química impresionante con Javier Gutiérrez.
Evidentemente, se ha echado de menos a las tres actrices originales pero en ningún momento se ha sentido que el nivel ha bajado con una historia que no ha dado tregua al espectador.
Entre los nuevos fichajes también merece la pena destacar un gran descubrimiento para mí como ha sido Laia Manzanares en el papel de Carlota, que empezó pareciendo la gran villana y terminó siendo una del equipo y un gran añadido que debe volver en futuras entregas.
Una locura sin igual en TVE
No hay muchas series de ciencia ficción en España, pero sobretodo no hay ningún producto como 'Estoy vivo' en toda la televisión ni generalista ni de pago, con esto no estoy diciendo que sea mejor o peor que otros espacios, pero es uno que verdaderamente se aleja de lo convencional.
Y es que en el prime time de la cadena pública sorprende encontrarse con una apuesta que ha tenido hostiles, fantasmas y ahora alienígenas entre otros elementos sobrenaturales, pero mientras en anteriores temporadas la parte fantástica estaba equilibrada con la más costumbrista, aquí se ha impuesto la primera con claridad.
Es comprensible que eso al espectador medio se le puede hacer de difícil digestión, pero se ha presentado un universo con un sinfín de posibilidades que merecen ser exploradas, aunque esto sea complicado para muchos.
Para un servidor, la tercera temporada ha sido la mejor de las tres, el recorte de duración por episodio y el ir más al grano le ha dado aún más fuerza a la serie, sin dejar de lado el carisma de sus personajes ni sus alivios cómicos.
Una serie que TVE necesita
Con un 9,2% de media, se puede decir que la audiencia de 'Estoy vivo' en su emisión en lineal ha sido discreta, pero ha orbitado en la media de la cadena contra el todopoderoso 'Gran Hermano VIP', teniendo un público fiel en la noche más complicada de la semana en tiempos difíciles para La 1.
Aún así, es la serie que más crece en diferido con 422.000 espectadores adicionales, unos datos que evidencian que su público, aunque no es inmediato, ahí sigue fiel y enganchado.
En tiempos de crisis de la ficción en abierto, en particular de crisis de audiencia en TVE, 1,8 millones de espectadores no es un dato nada despreciable, es una de las series más vistas (sin tener los datos web de RTVE).
Pero es que aunque no fuera así, la televisión pública debe mirar por otros criterios relacionados por la calidad y, como he dicho antes, no hay nada como 'Estoy vivo' en otras cadenas, es un producto lleno de personalidad propia que crea marca.
Y es que aunque el final de la tercera temporada ha sido muy bueno, uno tiene ganas de ver cómo continúa la historia, de seguir disfrutando del maravilloso dúo que hacen Javier Gutiérrez y Alejo Sauras, de las risas y las locuras y de ver juntas a Cristina Plazas y Aitana Sánchez-Gijón.
Con 'Malaka' y 'La otra mirada' TVE ha hecho dos buenas series de autor, con 'Estoy vivo' ha hecho una ficción más comercial pero de un caracter propio muy distinto.
'Estoy vivo' puede que no tenga ni pies ni cabeza, puede que sea una ida de olla sin sentido, pero no hace falta que lo tenga, uno debe dejarse llevar y disfrutar de un producto único en la televisón pública. Por más series así... Y por más temporadas.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte